A la Vuelta de la Esquina
IVÁN RUIZ FLORES
Conclusión del actual sexenio. Colofón de seis años de agresiones a los periodistas, hayan sido pronunciadas desde Palacio Nacional o ejecutadas con derramamiento de sangre en diversos estados del país por los delincuentes. Más de 50 asesinados fue el saldo, en buena medida impulsado por sus detractores.
¿Cuántos más caerán asesinados antes de que se cierre el ciclo político sexenal? ¿Continuarán las agresiones contra los comunicadores ahora en boca de la primera mujer presidenta de la república en México?
Lo sabremos.
Mientras tanto, la libertad de expresión sigue en el filo de la navaja en México.
¿Cuál será la medición en 2024 que realizará el Índice Chapultepec, barómetro que mide las acciones institucionales en materia de libertad de expresión y de prensa en 22 países de las Américas Latina y del Norte?
Esta institución asegura que, en esa materia, “el promedio global de la región descendió a su nivel más bajo desde la primera edición (2020). Quedó por vez primera por debajo de los 50 puntos”.
En su “Resumen ejecutivo” asegura:
“México ocupa el lugar número quince en el Índice Chapultepec, con una calificación de 41,82 y en el límite inferior de los países del continente americano enmarcados bajo el valor de “Restricción” de la tabla general.
“Destacan como factores de alarma la escalada de asesinatos contra periodistas (una docena en tan solo un año), centenas de casos de agresiones verbales y físicas, los ataques consistentes y el acoso desde el Poder Ejecutivo, y el creciente entorno de violencia en diferentes regiones del país, que ha provocado desplazamiento y exilio no solo de ciudadanos, sino también de periodistas”.
Expone, además, lo que denomina “un preocupante e histórico repunte en el asesinato de periodistas entre el 2 agosto de 2022 y el 1 agosto de 2023 (un total de doce)”, lo cual precisa “enmarca la gravedad de la situación de libertad de prensa y expresión que se vive actualmente en México. La mayoría de los casos ha quedado en la impunidad. Preocupa el aumento del tono condenatorio del Poder Ejecutivo en contra de la prensa independiente. La condena se ha incrementado a través del uso del poder mediático del Estado, que es utilizado como instrumento de propaganda y presión oficial”.
También señala como “un factor de alarma adicional”, la falta de voluntad del gobierno para promover reformas y acciones funcionales que frenen el acoso y la violencia contra periodistas en actos públicos, “acontecimientos que han registrado un crecimiento exponencial en 2022 y 2023, y que se presentan en todos los estados”.
LA CRIMINALIDAD
A GALOPE
A juicio de los autores:
“La expansión del crimen organizado por todo el país (fenómeno llamado hoy “macrocriminalización”) y la falta de acciones concretas y conjuntas de autoridades federales, estatales y municipales para frenarla, ha generado una atmósfera propicia para la violencia contra reporteros, y ha propiciado que se incremente el número de desapariciones forzadas”.
Asimismo, precisa:
“La evaluación del Índice Chapultepec para el año 2023 muestra que poco o nada se ha avanzado para mejorar el estado de la libertad de expresión en México. En lugar de avanzar hacia una mayor protección y promoción de este derecho fundamental, el país parece estancado frente a la inacción de los tres poderes para generar iniciativas que abonen un clima de mayor libertad en el ejercicio periodístico. Los datos revelan un puntaje de 41,82 sobre cien puntos, casi similar al reportado en 2022”.
De acuerdo con el Índice, México es uno de los países que se aproxima a ingresar al círculo de naciones de América Latina consideradas en “alta restricción” para la realización de actividades periodísticas independientes.
Ofrece datos:
“México registró 41,82 puntos, por debajo de Ecuador (43,85) y por encima de Honduras (36,5). El incremento de la violencia extrema de los cárteles del narcotráfico y del crimen organizado urbano y regional, así como su frecuente complicidad con las autoridades locales, siguen acabando paulatinamente con el periodismo libre y seguro en todo el país. En los cinco años de gobierno, el Poder Ejecutivo no ha emprendido las reformas y acciones necesarias para frenar la espiral de violencia contra la prensa. Incluso el mismo Poder Ejecutivo ha adoptado una retórica tan violenta como estigmatizante contra los periodistas”.
Del Entorno Ejecutivo, el Índice Chapultepec precisa que “el Poder Ejecutivo tiene un nivel moderado de influencia en situaciones que son perjudiciales para la libertad de expresión, con una puntuación de 4,93 sobre diez, siendo el poder más influyente de los tres que componen el Estado mexicano”.
LA CRITICA CONTRA
MEDIOS Y PERIODISTAS
El rubro “Ejercicio del periodismo” tiene la peor calificación. Muestra una influencia fuerte y negativa hacia la libertad de expresión con una calificación de 8,43.
Expone, además: “El Poder Ejecutivo ha sido crítico con algunos medios de comunicación y periodistas independientes que han cuestionado su gobierno y sus políticas. Ha acusado a ciertos medios de practicar un periodismo “conservador” y de estar vinculados a intereses políticos o económicos contrarios a la administración presente.
“Las conferencias matutinas del Poder Ejecutivo se distinguen por un estilo antagónico hacia la prensa, y esto califica las sesiones como una plataforma de propaganda. Como parte de estas conferencias se mantiene el segmento “Quién es quién en las mentiras”, cuyo objetivo es descalificar a aquellos medios o periodistas que cuestionan al Poder Ejecutivo, un hecho que, en diversas ocasiones, ha sido criticado por la misma Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)”, precisa.
Hay más. El mencionado trabajo expone sobre el “Entorno Judicial”:
“Caso contrario a lo que ocurre con el Poder Legislativo, en el presente el Poder Ejecutivo ha tenido roces notables y diferencias con su contraparte Judicial. Es decir, las críticas del Poder Ejecutivo desde el Palacio Nacional no han sido severas solamente contra la prensa independiente, sino también contra el Poder Judicial. Se ha vuelto una constante escuchar por parte del Ejecutivo que su contraparte Judicial necesita ser reformada. Sin embargo, la relación entre ambos poderes no siempre fue igual. Antes de la llegada de Norma Piña, la relación del titular del Ejecutivo Federal con la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), con Arturo Zaldívar al frente, era estable. Esto ha cambiado, lo que se considera un momento histórico inusual en el sistema de “Pesos y Contrapesos” (Check and Balances) en México.
Mas continúa…
“Los resultados del Índice Chapultepec consideran que el nivel de influencia del entorno judicial en las situaciones desfavorables a la libertad de expresión es relativamente bajo, con un puntaje de 1,41”.
Así lo precisó el 10 de noviembre de 2023.
Pero sigue la mata dando.
