Francia se prepara para manifestaciones masivas en rechazo al «robo electoral» de Macron

Se espera que millones de manifestantes, principalmente jóvenes, llenen las calles de París y otras ciudades francesas para expresar su descontento con las decisiones del presidente Macron.

La disputa surge tras unas elecciones que dejaron un parlamento profundamente dividido. El Nouveau Front Populaire de izquierdas obtuvo 192 escaños, superando al partido de Macron con 166 y a los aliados de Le Pen con 142. Sin embargo, Macron nombró a Barnier como primer ministro, una decisión que es vista como una maniobra para favorecer a la extrema derecha.

Jean-Luc Mélenchon, líder de la izquierda, acusa a Macron de «negar el resultado de las elecciones que él mismo convocó». Por su parte, Manon Aubry, líder de France Insoumise en el Parlamento Europeo, declaró que «se han borrado los resultados de las urnas» y que Barnier fue «nombrado primer ministro con la bendición de la extrema derecha».

El nombramiento de Barnier, cuyo partido Les Républicains obtuvo menos del 7% de los votos en la primera vuelta, ha sido particularmente polémico. La izquierda lo ve como una traición al éxito electoral del Nouveau Front Populaire.

Las próximas manifestaciones serán una prueba de fuerza para la oposición y podrían marcar un punto de inflexión en la política francesa, en un momento de creciente tensión entre las diferentes facciones políticas del país.

Una reciente encuesta realizada por Elabe mostró el creciente descontento en Francia tras el nombramiento de Michel Barnier como primer ministro. Según el sondeo, publicado este viernes, tres de cada cuatro franceses consideran que el presidente Emmanuel Macron no tuvo en cuenta los resultados de las elecciones legislativas al designar a Barnier para el cargo.

La encuesta, difundida por BFMTV, revela que el 74% de los ciudadanos franceses cree que Macron ignora la voluntad expresada en las urnas. Más aún, una pequeña mayoría de los encuestados se muestra a favor de una moción de destitución del jefe de Estado, lo que subraya la gravedad de la crisis política que atraviesa el país.

Michel Barnier, miembro del partido conservador Los Republicanos (LR), fue nombrado primer ministro después de casi dos meses de bloqueo político. Su designación marca un giro significativo en la política francesa, dado su perfil como veterano político con amplia experiencia tanto en el ámbito nacional como europeo.

Barnier, quien anteriormente ocupó el cargo de ministro de Asuntos Exteriores durante la presidencia de Jacques Chirac, es quizás más conocido internacionalmente por su papel como negociador jefe de la Unión Europea para el Brexit. También se desempeñó como comisario europeo en dos ocasiones, lo que subraya su experiencia en asuntos de la UE.

Las posiciones de Michel Barnier en política exterior

Barnier llega al cargo con un historial de posiciones claras en asuntos de política exterior. Su nombramiento no solo genera un intenso debate en Francia, sino también sobre el rumbo que tomará el país en cuestiones internacionales clave.

Como negociador del Brexit, Barnier abogó por una mayor soberanía jurídica para Francia, mientras calificó el acuerdo como un «juego de perder-perder», resaltando una relación más estrecha entre el Reino Unido y la UE, lo que podría influir en la posición de Francia como uno de los principales actores en la política europea.

En el contexto del creciente debate en Francia sobre el nivel de apoyo a Ucrania, Barnier ha mantenido una posición europea firme, lo que podría deducir la continuidad de la política francesa de apoyo a Kiev, incluyendo el suministro de armas, un tema que ha sido objeto de intenso debate público en Francia.

Mientras que, con el tema del conflicto palestino-israelí, Barnier ha declarado que la seguridad y la soberanía de Israel son «innegociables», al tiempo que aboga por la creación de un Estado palestino como condición para una paz sostenible en Oriente Medio. Telesur

Acerca de misionpo 41683 Articles
Noticias nacionales e internacionales. Investigación y reflexión política.