La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, afirmó este 5 de septiembre que «no hay posibilidad de echar para atrás la reforma» constitucional al sistema judicial que se debate actualmente en el Congreso del país latinoamericano.
«¿Cómo unas cuantas personas van a poder echar para atrás la voluntad del pueblo de México, la votación del 2 de junio? No es legal», sostuvo la próxima mandataria federal mexicana, en un diálogo informal con la prensa afuera de sus oficinas en la Ciudad de México.
La reforma judicial, que plantea, entre otras cosas, la elección por voto popular de todos los jueces, magistrados y ministros de México, fue aprobada esta semana por la mayoría oficialista en la Cámara de Diputados y se espera que sea debatida en el Senado la próxima semana.
La iniciativa enfrenta un rechazo de los partidos de oposición, de sectores del Poder Judicial y de algunos ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que señalan que su aprobación pondría en riesgo la independencia del Poder Judicial con respecto al poder Ejecutivo.
Una jueza federal del estado de Morelos, Martha Magaña, otorgó una suspensión definitiva a cuatro jueces que solicitaron un amparo y ordenó a los legisladores suspender el debate sobre la reforma.
Sheinbaum dijo que la actuación de la jueza Magaña «no tiene ningún sustento».
«Quien tiene que decidir la reforma constitucional son los diputados y los senadores y, como dice la Constitución desde el 39, la soberanía reside en el pueblo», afirmó la presidenta electa.
«Pero, además, el único que tiene atribución para cambiar la Constitución es el Constituyente, que en nuestro país son dos terceras partes de la Cámara de Diputados y de Senadores y las mayorías que corresponden en los congresos locales. Hay que permitir que pase la voluntad popular», dijo la dirigente del Movimiento de Regeneración Nacional, quien ganó la pasada elección del 2 de junio con una amplia mayoría.
«No, no hay posibilidad de echar para atrás la reforma, esa fue la decisión del pueblo de México. Además, nadie tiene por qué preocuparse. El que los jueces, los ministros y magistrados sean electos por el pueblo es mejor para México. Eso significa más democracia, más independencia del Poder Judicial», precisó Sheinbaum Pardo.
“La manera en que se van a elegir para ser votados es a través de una convocatoria amplia. Es lo mejor que puede pasarle al país», agregó la mandataria electa.
La coalición oficialista cuenta con 85 senadores en la Cámara alta, pero necesita el apoyo de al menos dos tercios de los legisladores; es decir, 86 para aprobar cambios a la Constitución.
Sheinbaum confió en que los senadores consigan el voto que les hace falta para que se apruebe la reforma. «Ya están trabajando en ello», dijo.
