El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Olexandr Sirski, un día antes de la incursión en la región rusa de Kursk, planteó a las tropas ucranianas la tarea de entrar en la central nuclear de la provincia y colocar allí una bomba, declaró a Sputnik el prisionero de guerra ucraniano Mijaíl Shkoda.
Como señalan sus datos, Sirski visitó su compañía de reconocimiento un día antes del ataque a la provincia rusa y destacó que «los servicios de inteligencia informaron que no hay grandes concentraciones de tropas rusas en el territorio y se debe irrumpir rápidamente en la región de Kursk, en la planta nuclear».
Los comandantes de las unidades explicaron más tarde a los soldados que el mando ucraniano quería «sorprender a Rusia y colocar explosivos allí», agregó Shkoda.
De acuerdo con el prisionero de guerra ucraniano, Kiev planeaba detonar a distancia la bomba en la central, después de que las tropas rusas recuperaran el territorio de la región de Kursk y luego culpar a Rusia de la explosión. Asimismo, Shkoda afirmó que durante su discurso ante los militares, Sirski admitió la implicación de la OTAN en la preparación del sabotaje en cuestión.
El comandante en jefe declaró que la ofensiva «fue preparada por especialistas de la OTAN con especialistas militares ucranianos, y que todo será seguro y normal», señaló.
El pasado 6 de agosto las tropas ucranianas iniciaron una incursión armada en la región de Kursk y ocuparon varias áreas, lo que provocó el desplazamiento de más de 130.000 civiles para el día 22. Desde el 9 de agosto, la región vive una situación de emergencia de nivel federal.
El presidente ruso, Vladímir Putin, prometió una digna respuesta a la provocación de Kiev, al que acusó de disparar indiscriminadamente contra instalaciones civiles, y reafirmó que Rusia logrará todos los objetivos de su operación militar especial en Ucrania. Sputnik
