El Departamento de Justicia de Estados Unidos de América anunció el desmantelamiento de una “operación de influencia maligna extranjera”, patrocinada por el Gobierno de Rusia.
En un comunicado, dijo que esa operación tenía diversas finalidades, como reforzar políticas e intereses prorrusos, difundir de forma encubierta propaganda del gobierno ruso con el objetivo de reducir el apoyo internacional a Ucrania, influir en los votantes en las elecciones estadounidenses presidenciales de 2024, así como influir en países como México, Alemania e Israel.
De acuerdo con Washington, la operación fue desmantelada a través de varias acciones, por ejemplo, incautó 32 dominios de Internet utilizados en campañas dirigidas por el gobierno ruso, coloquialmente conocidas como «Doppelganger».
En el comunicado se expresa que los esfuerzos de esas campañas no se dirigían únicamente contra el público de Estados Unidos sino que incluían a otros países, como Alemania, México e Israel.
Las campañas de influencia de Doppelganger buscaban influir en la ciudadanía de esos países para que apoyaran los objetivos del gobierno ruso, incluso socavando la relación de los Estados Unidos con esos países.
El Departamento de Justicia, señala que esa operación dependía de influencers, tenía contenido generado por Inteligencia Artificial (IA) y contaba con anuncios pagados en redes sociales para dirigir el tráfico de Internet a dominios ciberocupados.
Ante ello, el Gobierno de Estados Unidos anunció una amplia gama de acciones dirigidas a combatir la injerencia rusa en las próximas elecciones presidenciales y anunció cargos penales.
Estas medidas representan un intento para frustrar la amenaza de Rusia que los funcionarios estadounidenses han advertido desde hace tiempo que tiene el potencial para sembrar la discordia y crear confusión entre los votantes.
Uno de los casos penales acusa a dos empleados de RT, una organización de medios de comunicación financiada por el Estado ruso que fue obligada por el Departamento de Justicia a declararse agente extranjero, de financiar de forma encubierta a una empresa de creación de contenidos con sede en Tennessee para que publicara casi 2 mil videos con propaganda rusa.
Los acusados, que siguen en libertad, utilizaron identidades falsas y la empresa desconocía que estaba siendo utilizada por Rusia.