Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Imposible dejar ir la perla.
“La consulta a mano alzada” fue para que “tengan nota” los adversarios…
¿Igual lo del sistema de salud de Dinamarca?
Un presidente que, en un acto que debió ser protocolario hace bromas. ¿Cuándo habla en serio?
Es una falta de respeto a los ciudadanos y a sus vasallos que creyeron en la consulta sobre la elección de los jueces, magistrados y ministros de la Corte.
Al mismo tiempo, es una falta de respeto para todos, sí léase bien, todos los mexicanos que comenzaron a sacar conclusiones y a preguntarse si el sistema de salud en Dinamarca es tan malo que el del IMSS-Bienestar es el mejor del mundo.
¿Qué provocó la balandronada surgida de la consulta y el grito: que se oiga fuerte… y más allá de la frontera?
Mensaje directo a Estados Unidos. Nada de disfraces. Se quitó la máscara.
Sin embargo, no lejos por la respuesta.
“Si la reforma judicial no se hace de manera bien, puede traer muchísimo daño a la relación con Estados Unidos, eso no lo digo yo nada más como embajador, eso lo digo yo por todas las preocupaciones que me están llegando de gente que de veras quiere lo mejor para México y los Estados Unidos”.
Más claro ni el agua purificada y santificada.
El gobierno de Washington no tomó como una broma la consulta a mano alzada.
Porque sabe de lo que es capaz el huésped temporal de Palacio Nacional, al que le quedan solamente 26 días para desalojarlos – ¿o se quedará otra temporada para estar cerca de su presidenta? – y una de las pruebas irrefutables es la destrucción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México.
Sin haber sido declarado Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos y cuando faltaba poco más de dos meses para cruzarse la banda, realizó una consulta patito, como todas las que encabeza, a la que asistieron “casi un millón de personas” y el 60 por ciento voto por la cancelación de la obra más importante que se construía en el país en décadas.
Su visión de combatir la corrupción, barriendo de arriba hacia abajo, alejó a México de convertirse en el HUB – aeropuertos que interconectan vuelos- más importante de América Latina. Su irreflexiva destrucción, solamente por venganza, le puso a Panamá en plato de oro la opción y su gobierno la aprovechó. Aquí seguimos con el AIFA al que solamente llegan y despegan vuelos internacionales de las líneas aéreas de sus cuates. Es un aeródromo que no tiene conexiones ni siquiera internamente.
Si las relaciones México-Estados Unidos y sumada la de Canadá se deterioran más, las consecuencias las pagará no el que se va a Palenque sino su sucesora que estará sentada en un barril de uranio y con el botón a medio hundir.
Era de esperarse que la Casa Blanca no se quedara cruzada de brazos más ahora que la candidata demócrata se encuentra en posibilidad de vencer a la amenaza naranja.
La reforma judicial que se aprobará en la sesión iniciada ayer al atardecer y que probablemente cuando usted lea esto todavía esté la discusión, no es el modelo ideal que el país requiere y, por si fuera poco, es mal vista por decenas de países -la Unión Europea ya le entró al tema al igual que la ONU- que advierten la concentración de poder y la desaparición del debilitado estado de derecho.
Nada de lo que se cuestione con argumentos sólidos, es escuchado por el que se va a Palenque.
Es su proyecto autocrático el que busca imponer y con la mayoría calificada de los diputados, tiene el 50% de lograrlo.
Un paso más hacia la dictadura.
Y eso no es broma para tener la “nota”.
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