NIDIA MARÍN
El sexenio agoniza y, lamentablemente hereda una estela de ira y de dolor en millones de mexicanos, entre estos en los indígenas que suman 16,933.283 personas a lo largo y ancho de la República, muchos de los cuales han sido agredidos, esclavizados, asesinados y despojados sistemáticamente.
Por lo tanto, ¿qué pueden festejar ellas este 5 de septiembre Día de la Mujer Indígena?
Nada, porque sólo hay dolor, como resultado de las masacres, de la esclavitud o del robo de sus tierras y los consecuentes desplazamientos obligados de los pueblos de sus ancestros donde nacieron y vivieron.
Sí, porque las agresiones contra indígenas en la República Mexicana que se han estado denunciando “provienen del narcotráfico, el gobierno, los grandes proyectos de desarrollo (Tren Maya, por ejemplo), empresas privadas, grupos paramilitares y sus asociaciones”.
Las masacres han ocurrido en más de la mitad de las entidades del país, entre otras: Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Yucatán, Michoacán, Durango, Nayarit, Zacatecas, Chihuahua, y Jalisco. Actualmente la zona del sureste es de las más afectadas.
De acuerdo a estudios realizados por organizaciones de la sociedad civil en el actual sexenio los desplazamientos, las agresiones sufridas son provenientes del narcotráfico, los gobiernos, los grandes proyectos de desarrollo, empresas privadas, grupos paramilitares y sus asociaciones. No hubo quien los frenara.
Hace cuatro semanas, con motivo de del Día Internacional de los Pueblos Indígenas se llevó a cabo el Segundo Encuentro Regional: Conflictividad, Violencia y Criminalización contra Personas Defensoras y el Movimiento Social, en este caso específicamente sobre Guerrero, Chiapas y Oaxaca.
Los planteamientos realizados por 20 organizaciones, son tan sólo una parte de lo que ocurre en México.
“El poder ejecutivo federal -dijeron- ha asumido el monopolio de la legitimidad de las causas sociales y asume que el movimiento social ha llegado al poder”, pero “…los procesos sociales son más complejos”.
Ellos denunciaron la falta de acceso a la justicia para personas defensoras “…que han sido agredidas por grupos paramilitares, de choque, delincuencia organizada que se mueve al amparo de la impunidad”.
Advirtieron que la mayor presencia de la delincuencia organizada se está concentrando en las regiones de imposición de proyectos extractivos.
“A quienes estamos en oposición a dichos proyectos, nos asesinan, desaparecen, criminalizan y deslegitiman. Esta práctica ha sido sistemáticamente operada por gobiernos federales, estatales y municipales”, dijeron.
Además, denunciaron que, impulsado por el Poder Ejecutivo a nivel federal y estatal el “neodesarrollismo” legaliza los despojos o la gobernanza del despojo.
También precisaron la presencia de la delincuencia organizada, actualmente concentrándose “en las regiones de imposición de proyectos extractivos, tal es el caso de proyectos mineros, eólicos, gasoductos, ampliaciones de carreteras” y a quienes discrepan de tales proyectos, “nos asesinan, desaparecen, criminalizan y deslegitiman”, práctica que, aseguran, “ha sido sistemáticamente operada por gobiernos federales, estatales y municipales”.
Otra denuncia fue que, a principios de agosto “…la negligencia de gobiernos estatales y federales y la impunidad han sido la normalización de la violencia, la contaminación irreversible del medio ambiente, una crisis profunda del agua en la región sureste, la pérdida de la flora y la fauna, el control territorial por parte de empresas y crimen organizado, la apatía ciudadana, el miedo generalizado en nuestras comunidades, fracturas comunitarias, además de graves afectaciones a nuestro tejido social”.
Además, refirieron una “estrategia fallida de seguridad” y el señalamiento de que “la militarización no ha disminuido los índices de conflictividad, violencia e inseguridad, por el contrario, ha servido a intereses empresariales y el crimen organizado”.
Y más denuncias…
“La desaparición de jóvenes y mujeres, los asesinatos, cobro de cuotas, desplazamientos forzados, falta de resolución de conflictos y mayor presencia de grupos armados y delincuencia organizada en las comunidades son muestra de dicha situación”
Dijeron que se ha documentado “…la vergonzosa cifra de 21 mil indígenas desplazados en Chiapas en los últimos dos años, el asesinato de 176 personas defensoras durante este sexenio, el reclutamiento de jóvenes, la violencia generada en el último proceso electoral, además de la criminalización contra integrantes del movimiento social”.
Este jueves es el Día de la Mujer Indígena.
Nuestro pésame.
Ellos, los indígenas de México, desgraciadamente hoy saben muy bien lo que significa la sangre:
La palabra SANGRE en lenguaje chol, es “chicb”; en purépecha, “jurhir”; en náhuatl, “eztli”; en tzotzil, “ch’ich”, en maya, “k’l’lk”; en rarámuri, “la”; en otomí, “ji”; en mazahua, “kjii”…