ULISES CORONA*
La existencia del juego de los encantados se aplica en todo momento en el que la vida de la política asume el control de las actividades de la sociedad. Somos entes políticos, animales al fin de cuentas, en constante estado de naturaleza. Combinación exacta de Aristóteles y Hobbes en el que la sobrevivencia esta primero por uno y después mucho después por todos sus compañeros.
Es clara la incidencia de que los de adelante siempre corren mucho, adelantando todo y queriendo ser los primeros, aunque no recuerden que lo importante no es llegar primero, sino saber llegar y más que eso mantenerse.
Todos quieres estar ahí, adelante para estar en el foro, para salir puestos y sonrientes aun sin importar pasados oscuros o cuentas pendientes, “sin moverse para salir en la foto”; la idea es estar presente, en el momento ideal y con la persona correcta.
Esta caricatura de la política en México se hace presente en todo inicio de ejercicio de gobierno, nada ni nadie escapa a la anécdota o al recuerdo, al yo fui, yo soy, yo seré…
Lo que si es clara es que para quienes iniciamos en cada aventura sexenal, debemos de considerar:
Mínimos puntos para considerarnos poder estar presentes:
-Para serlo tienes que parecerlo, me refiero a que la imagen esta más allá del traje o vestimenta que a diario disfraza el yo interno, y supera el super ello.
-Cabalidad, ante todo, cordialidad primigenia, siendo la amabilidad quien dé cuenta de la validez a nuestra persona.
-Eficacia en la respuesta, ante cada petición o tarea de trabajo los resultados dan cuenta de éxito o fracaso.
-No todos los que estuvieron en campaña estarán en el equipo, hubo desgaste, o de plano muy pronto se dieron a conocer.
-Papelito habla, pero experiencia sostiene.
-Honestidad, ubicuidad y humildad.
-Nadie es experto en todo, ni especialista en nada.
-Nadie es necesario, todos somos reemplazables.
-El cargo apantalla, la sonrisa deslumbra.
-Ningún cargo, función o desempeño es eterno.
-El trabajo en equipo lo hace todo.
Sin lugar a duda, aporto parte de mi experiencia, nadie se come todo el banquete, ni todos son suficientes para el presupuesto, lo importante es la cabalidad de someter el silencio en la diaria reflexión y no creérnosla, no marearnos en el ladrillo, recordar siempre quienes somos y de dónde venimos.
La grandeza de las personas que incurren en la política, tanto hombres como mujeres pasan a la memoria por su comportamiento y trato con las demás personas, y cómo saben tender la mano a sus semejantes. La intrépida frase de: “Paciencia, prudencia, verbal contingencia, dominio de ciencia, presencia y ausencia según conveniencia”. (J. Duarte 2017), es válida en todo momento en el que el sueldo, cargo, fuero, la dimensión de la oficina o escritorio, el cúmulo de asesores y ayudantes puedan darnos equivocada dimensión. Por lo que tenemos que estar atentos, pues habrá momentos que tendremos que correr; y al voltear a tras, ver que al fin pudimos llegar juntos y con todos.
Mejor eso, que decir, un dos tres por mí, y llegar sin compañeros.
Académico Universitario*
