ALBERTO F. MENA MALLEN
La próxima presidente de México, Claudia Sheinbaum, tendrá un periodo aproximado de tres años para demostrar que efectivamente dará bienestar a todo el pueblo, ya que, de lo contrario, en las próximas elecciones intermedias, los mexicanos se la pueden cobrar, ya sin su protector tabasqueño, quien tiene un futuro incierto en su vida.
Ello, debido a que se acumulan problemas y más problemas en la agenda diaria, los cuales se tienen que tomar en cuenta antes de que crezcan, como pasa con el paro de labores de los trabajadores del poder judicial federal y otros más, como la inundación por cerca de un mes en Chalco, Estado de México, que tiene a miles de ciudadanos viviendo entre aguas negras y donde las enfermedades aumentan con los días.
A los paristas ya se les amenazó con no pagarles sus salarios porque los morenos consideran que dicho paro no es legal, lo que acrecentará el malestar de estos mexicanos que solo defienden sus puestos de trabajo de una ignominia que busca aplicar el rey de palacio nacional, con sus subalternos del poder legislativo y de las autoridades electorales que propiciarán los cambios a dicho poder judicial federal y dejarán en malas condiciones a estos trabajadores.
Sin embargo, se vislumbra que puede haber cambios en las políticas públicas que aplicará la científica, por el perfil de quienes integran su equipo o gabinete de gobierno y que ello modifique en algo a la 4T o le aplique su sello particular, donde se observen acciones positivas en vez del cúmulo de negativos que la actual administración reunió en estos casi seis años de gobierno.
Unos de los problemas más inquietantes serán el de la violencia y el hecho de que los grupos de crimen organizado ya sean parte de la administración pública, porque el macuspano así lo permitió con su sistema de “abrazos y no balazos” y que no será nada fácil revertir estas circunstancias, ante el poder que han logrado los narcos en el territorio nacional.
El gobernador de Sonora, Arturo Durazo, ante el asesinato de dos mujeres en carreteras de ese territorio recomienda a quienes viajen por las mismas, que sean prudentes y se cuiden, en lugar de solucionar la inseguridad en la entidad, y que es una de las más peligrosas de México.
Y como un pilón, estaremos pendientes de lo que venga con la detención del Mayo Zambada, ya que, si como se chismorrea, López Obrador puede estar en la orillita de las leyes por su comportamiento de “narco presidente” y de lo que declare a las autoridades norteamericanas para evitar la pena capital o la prisión de por vida.
También están en la tablita otros funcionarios de la 4T que han sido señalados como participantes de los grupos del crimen organizado, como los gobernadores de Sinaloa Rubén Rocha Moya o el de Tamaulipas, Américo Villarreal, y tal vez el de Morelos Cuauhtémoc Blanco, que ha desaparecido de los medios de información y de las redes sociales.
Existen un cúmulo de problemas en el país que se suman con los años, ya que las soluciones van atrás de los mismos, como sucede con el sistema de salud, del que dice el gobierno que ya más de 80 millones de mexicanos cuentan con este servicio gratuito a través del programa IMSS-Bienestar, lo que no ha sido comprobado por quienes evalúan estos hechos, porque existen muchas dudas, por ser un gobierno donde las mentiras pululan como la pus, incluyendo a la nueva mandataria, que ya dijo varias, mismas que ya se comentaron en redes sociales y que sin temor las emiten ante el desconocimiento de esos temas por parte de la población.
Está la contaminación de las ciudades, donde las enfermedades respiratorias aumentan y que provoca que las familias tengan que erogar muchos recursos para atenderse en los hospitales, ante la falta de especialistas en el sector de salud público, o ante la saturación del servicio que cada día aumenta.
Aquí cabe destacar que siempre contamos con gobiernos reactivos y no preventivos que gastan millonadas en soluciones parchadas y no definitivas, como sucede con la carencia de agua potable, donde las obras que se requieren se aplazan, con lo que el problema crece, y donde afortunadamente la madre naturaleza los viene a salvar por las fuertes lluvias que caen y que han llenado las presas, pero que la sequía se vuelve a presentar año con año, hasta que mueran las ciudades, como ha sucedido en el tiempo.
O el de las inundaciones, donde aún quedan poblaciones sin la atención adecuada o el caso de Acapulco, donde a diez meses de que lo destrozó el huracán Otis, aun se queja de que avanzan muy lento en su reconstrucción, lugar a donde no puede ir el tabasqueño, que tiene que cuidar la investidura presidencial, ante posibles agresiones por parte de los afectado por este fenómeno natural.
Otros de los asuntos pendientes son la corrupción y la impunidad que se pasean alegremente entre las élites del gobierno y más cuando el INAI se incorpora a la administración pública donde serán juez y parte, para tapar los huecos económicos que se comprometan con los años.
Las obras faraónicas de ysq, y que aún no operan en forma adecuada, lo que provoca que se desvíen recursos públicos muy necesarios en otras ramas como el de la compra de medicamentos, que aún no se entregan por completo a los pacientes o las vacunas, que, ante su carencia, algunas de las enfermedades que ya se habían erradicado vuelvan a aparecer en el país.
Así que poco a poco o gota a gota se llena el cantarito de agua, tal y como sucede en México, donde los problemas se hacen a un lado, ya sea por la maldita austeridad franciscana o por un mal manejo de los recursos públicos, aparte por la ineficacia de quienes nos gobiernan, ya que en lo que va del sexenio se preocuparon más por ganar o tomar el poder de la República, que chillará ante la falta de una oposición fuerte y firme y de ciudadanos apáticos, que piensan que nada les pasará en un futuro próximo.
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