La culpa de la parte ucraniana por el aumento de la tensión en la planta nuclear de Kursk es más que obvia, declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
«El jefe de [la corporación rusa] Rosatom dijo que el señor Grossi [director general del Organismo Internacional de Energía Atómica, OIEA], vio los resultados de los ataques de drones a la central, evaluó la amenaza que pudieron presentar y la potencial existente. Por causas comprensibles el OIEA señala que no está facultado para indicar a los culpables de estos ataques [contra la planta de Kursk], pero es más que obvia la culpa de la parte ucraniana por el aumento de la tensión nuclear», comentó Peskov, al responder a la pregunta de cómo evalúa el Kremlin la visita de Rafael Grossi a la planta nuclear de Kursk.
Previamente, el director general de Rosatom, Alexéi Lijachov, comunicó que una delegación del OIEA, encabezada por su jefe, Rafael Grossi, llegó a la central nuclear de Kursk y estudió en detalle la situación existente allí. Tras visitar el 27 de agosto la central de Kursk y la ciudad de Kurchátov, Grossi declaró que la situación es seria y que es de importancia vital prevenir una avería nuclear, así como comunicó que planea reunirse con Volodímir Zelenski la semana que viene en Kiev.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, denunció que el Ejército ucraniano intentó atacar la central nuclear de Kursk en la noche del 22 de agosto.
La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, informó que Rusia mantiene estrechos contactos con la Secretaría del OIEA en relación con las provocaciones que Kiev organiza contra las centrales nucleares de Zaporozhie y Kursk. Sputnik
