El Narco es También Aguacatero y Exportador del Producto Michoacano

A la Vuelta de la Esquina

IVÁN RUIZ FLORES

Se está saliendo con la suya. El crimen organizado está logrando destruir a México, ante la pasividad del gobierno.

Sólo hay que ver y… revisar.

Sí, después de más de siglo y medio de exportación de aguacate “Hass” de Michoacán hacia Estados Unidos, el gobierno del vecino país cesa la importación, misma que se había iniciado (de acuerdo a investigaciones) en el siglo XIX con los aguacateros de Uruapan.

Hoy está ocurriendo algo similar a lo sucedido en las décadas de los años ochenta y noventa cuando aquellos sembradores y exportadores de aguacate hubieron de negociar con las autoridades estadounidenses para levantar la veda. 

Sí, actualmente la hubo como entonces, debido al cese de la importación llevado a cabo por el gobierno estadounidense, luego de que por segunda vez ocurrió un incidente en contra de inspectores del Departamento de Agricultura en un bloqueo registrado en Michoacán.

Aunque la suspensión fue temporal, afectó a una buena parte de los integrantes de la Asociación de Productores e Importadores de Aguacate de México (APEAM).

Es de todos conocido la inseguridad y criminalidad que prevalece en aquella entidad (ante la pasividad de las autoridades), donde el pasado 14 del presente mes fueron detenidos y golpeados dos inspectores estadounidenses durante una manifestación de pobladores de Aranza, municipio de Paracho, cercano a Uruapan.

Hay temor de que no se registre una pronta solución en la materia, ya que la historia de la producción de aguacate trae en los últimos tiempos aparejada la acción de los narcotraficantes en la entidad en cuanto a ese fruto que afecta a mexicanos y… estadounidenses.

¿NARCOS

AGUACATEROS? 

En aquel territorio actúan, La Familia Michoacana, Los Caballeros Templarios (de quienes aseguran han robado terrenos con plantaciones enteras y asesinado a las familias que no quisieron pagar la cuota) y El Cartel Jalisco Nueva Generación. 

Sus actividades son: cobrar un dólar por cada aguacate vendido y, elevar los precios en dólares de los aguacates.

El legislador Raymundo Arreola Ortega, desde 2016 lo denunció en la tribuna del Congreso michoacano. Además, dijo entonces que Estados Unidos, “es el país que más aguacates consume en el mundo y un aguacate llega a costar hasta 1.5 dólares, casi lo que cuesta una lata de Coca-Cola, lo que ha causado una derrama económica de más de 2 mil millones de dólares para Avocados From México, la agrupación más importante de productores de aguacate mexicano. 

“Sin embargo, ¿cuánto de esto llega finalmente al productor? ¿Cuánto gana el narco por esto?”, preguntó.

El asunto en el caso del aguacate, así como en otros de la producción en México es que los actuales gobiernos no mueven una hoja para evitar lo que está sucediendo, consideran los especialistas en la materia.

Triste, porque desde principios de los años setenta el gobierno mexicano de Luis Echeverría Álvarez solicitó los permisos de exportación necesarios para introducir aguacates michoacanos a Estados Unidos, “petición que le fue denegada ya que el gobierno de ese país alegaba que se había mostrado en la literatura que los aguacates mexicanos eran hospederos de una gran cantidad de plagas que incluían al barrenador del hueso y mosca de la fruta”. Con el tiempo cambiaría la historia.

María de la Luz Martín Carvajal explica en su trabajo “La Formación Histórica del Sistema de Innovación de la Industria del Aguacate en Michoacán” que a principios de los noventa con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio México-Estados Unidos-Canadá (TLCAN), el acuerdo entre ambos países incluía remover las barreras no arancelarias de todos los productos agrícolas con un periodo de ajuste de 15 años para los bienes más sensibles.

“Así a partir de noviembre de 1994 el aguacate michoacano volvió a entrar en Estados Unidos, particularmente a Alaska; luego, en febrero de 1997 se levantó parcialmente la prohibición cuando la Animal and Plant Health Inspection Service (APHIS) publicó la regla final que permitía la importación de aguacate Hass de Michoacán bajo tres condiciones: 

“I) los aguacates michoacanos que se exportaran a Estados Unidos deberían ser producidos sólo en los municipios de Uruapan, Peribán, Tancítaro y Salvador Escalante, cuyas huertas habían sido declaradas libres de plagas cuarentenarias, según las investigaciones de la APHIS; 

“II) las exportaciones de aguacate michoacano serían temporales, pues sólo se permitirían durante el período comprendido entre noviembre y febrero de cada temporada, que coincide con el invierno en ese país; y, 

“III) sólo se podría exportar directamente el aguacate Hass producido en Michoacán a la zona noreste de Estados Unidos, que abarca 19 estados”.

Hoy, de acuerdo a los hechos recientes, las tensiones entre Estados Unidos y México persisten ante la acción de los narcotraficantes, tácitamente apoderados del mercado del aguacate de exportación hacia Estados Unidos.

Mientras tanto, el gobierno de la entidad y el nacional hacen muy poco, o casi nada, para evitar la acción de los narcos en esa materia.

Y aun no se sabe para cuando se levantará la veda.

 

 

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