ÁNGEL LARA PLATAS
Verdaderamente lamentable que hubiesen muerto nueve personas por caída del templete, en el evento masivo que presidía el candidato presidencial de Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez, como figura principal, y otras personas que competían para otros cargos; en San Pedro Garza García, Nuevo León.
Las opiniones se polarizaron por las imágenes captadas en vídeos, del momento en el que Máynez, al darse cuenta que el viento vencía la gran estructura del templete donde se llevaba a cabo el mitin de campaña, emprendió la carrera apartando a una de las mujeres que lo acompañaban, y que trató de sujetarse del brazo del candidato.
El detalle que lo pone en evidencia, es que otros varones que se encontraban a la izquierda del escenario, sí intentaron proteger a dos mujeres que, igualmente, les asustó lo que el fuerte viento hacía con la estructura.
Unos comentaron que el hecho de negarle ayuda a quien se la solicitó, lo descalificaba como aspirante al cargo de presidente de la República.
Otros, que su reacción había sido instintiva, por eso corrió para ponerse a salvo.
Sin embargo, el propósito de este comentario es centrarnos en lo que se debió hacer y no se hizo, para dotar a esa estructura de la máxima seguridad a fin de resistir cualquier embate de la naturaleza, como el que nos ocupa.
Primero, es conveniente decir que está comprobado que el 95% de todos los accidentes que ocurren, son originados por un descuido de alguien. Este sí fue un accidente provocado por errores humanos. Analicemos el hecho.
Uno: La Comisión Nacional del Agua (Conagua), alertó 12 horas antes sobre fuertes ventarrones. Desde la siete de la mañana del miércoles advirtió sobre las fuertes rachas de viento en esa y otras entidades. Obviamente, alguien no hizo caso del aviso.
Dos: Todo tipo de estructuras de mucho peso, como la que nos referimos, deben estar sujetas con tirantes de acero al piso, tantos como lo determinen los ingenieros, para resistir los más fuertes vientos que real o imaginariamente pudieran ocurrir en esa zona. Ante una contingencia, los tirantes mantendrían la estructura de pie el tiempo suficiente para el desalojo.
Tres: Error grave subdividir con vallas metálicas el espacio donde estaría congregada la gente. Las vallas se convierten en un obstáculo para un inmediato desalojo o, como sucedió, para el rescate de las personas atrapadas.
Otro más, cuando montan estructuras de gran tamaño, siempre debe considerarse la presencia de una o dos grúas, para mover los pesados fierros en caso necesario.
Los mítines, por cuestiones de seguridad, no deben programarse para que finalicen en la noche. Los riesgos, de cualquier tipo, aumentan.