Sin duda las semillas de chía son uno de los alimentos con más beneficios nutricionales que existen. Se trata de pequeñas semillas comestibles provenientes de la planta Salvia hispanica, originaria México y algunas partes de Centroamérica. Es gracias a su alto contenido nutricional que se han convertido en un superalimento popular.
Y es que estas semillas son ricas en ácidos grasos omega-3, fibras, proteínas, vitaminas (como la vitamina B y C) y minerales (como calcio, magnesio y fósforo), además de contener antioxidantes que ayudan a combatir los radicales libres y reducir la inflamación.
Una de sus principales cualidades es que pueden absorber hasta 10-12 veces su peso en agua, formando un gel, lo que las hace útiles para mantener la hidratación y puede ayudar en la digestión. Además, las semillas de chía son muy versátiles en su consumo pues pueden comerse crudas, mezcladas en yogur, batidos, ensaladas, panes y postres e incluso en aguas.
Debido a estos beneficios, las semillas de chía son una adición valorada en dietas equilibradas y saludables; sin embargo, a pesar de sus numerosos beneficios, por desgracia no todas las personas pueden incluirlas a su dieta, ya que en algunas puede haber reacciones contraproducentes.
Quiénes no pueden comer semillas de chía
Como mencionamos antes, las semillas de chía, aunque generalmente son seguras y saludables para la mayoría de las personas, pueden no ser adecuadas para ciertos grupos, entre los que se encuentra los siguientes:
- Personas con problemas digestivos: Las semillas de chía son ricas en fibra y pueden causar problemas digestivos como hinchazón, gases o diarrea en algunas personas, especialmente si se consumen en grandes cantidades.
- Personas con antecedentes de alergias a semillas: Aunque rara, algunas personas pueden ser alérgicas a las semillas de chía. Es aconsejable que quienes tienen antecedentes de alergias a otras semillas o frutos secos consulten a un médico antes de consumirlas.
- Personas que toman medicamentos para la presión arterial: Las semillas de chía pueden ayudar a reducir la presión arterial. Sin embargo, esto puede ser contraproducente para quienes ya toman medicamentos antihipertensivos, ya que podría llevar a una presión arterial demasiado baja.
- Personas que toman anticoagulantes o antiplaquetarios: Las semillas de chía pueden tener un efecto anticoagulante moderado. Por lo tanto, si estás tomando medicamentos como Warfarina, Heparina, o aspirina, es recomendable consultar a un médico antes de añadir chía a tu dieta para evitar riesgo de sangrados.
- Personas con dificultad para tragar: Las semillas de chía absorben varias veces su peso en agua y forman un gel. Si no se hidratan adecuadamente antes de consumirlas, pueden expandirse en el esófago y causar obstrucción.
- Personas con diabetes: Aunque las semillas de chía pueden ayudar a regular los niveles de azúcar en la sangre, es importante que quienes padecen diabetes consulten a su médico para ajustar la dosis de insulina o medicamentos hipoglucemiantes.
Si bien estas personas pueden tener contraindicaciones para consumirlas, existen muchos otros alimentos altos en nutrientes que pueden brindar beneficios similares. Por su parte, siempre es recomendable consultar a un profesional de salud antes de introducir un nuevo alimento o suplemento en la dieta, especialmente si se tienen condiciones médicas preexistentes o se están tomando otros medicamentos.
Cuáles son los beneficios del consumo de semillas de chía
En caso de que no encuentres en esta lista de personas, los siguientes son algunos beneficios que puede tener para tu salud incluir chía en tu alimentación:
- Mejora de la digestión: La fibra soluble en las semillas de chía ayuda a regular el tránsito intestinal y previene el estreñimiento. También promueve una microbiota intestinal saludable.
- Control del peso: La fibra y la capacidad de las semillas de chía para expandirse y formar un gel al absorber agua contribuyen a una sensación de saciedad, lo que puede ayudar a controlar el apetito y, por ende, el peso.
- Regulación de los niveles de azúcar en sangre: La fibra ayuda a ralentizar la digestión y la absorción de carbohidratos, lo que puede evitar picos abruptos de glucosa en sangre, siendo beneficioso para personas con diabetes tipo 2.
- Salud cardiovascular: Los ácidos grasos omega-3 de las semillas de chía pueden ayudar a reducir los niveles de colesterol LDL y triglicéridos, así como a aumentar el colesterol HDL, promoviendo una salud cardiovascular óptima.
- Fortalecimiento óseo: Su alto contenido en calcio, fósforo y magnesio contribuye a mantener huesos y dientes fuertes.
- Hidratación: La capacidad de las semillas de chía para retener agua puede contribuir a mantener la hidratación, especialmente útil en deportistas y durante climas cálidos.
(Agencias)