NIDIA MARIN
El crimen de menores irrumpe como cuña sangrienta y malvada en el periodo
electoral por concluir en México, con Tabasco como macabro ejemplo y los
sicarios como insensibles actores.
Sí, ya son tres los menores asesinados en mayo de 2024. Se presume que por
los delincuentes que infringen la ley a su gusto en aquella entidad.
Pareciera que los grupos delincuenciales persiguen e ingresan a los domicilios
para asesinar a niños y adolescentes. Así ha sucedido en Cárdenas y en
Paraíso.
Más no solamente ocurre por allá.
Doloroso decirlo, pero la cifra de crímenes de sangre es inconmensurable en la
República y… a nadie del gobierno le importa, porque están enfrascados en
continuar en el poder, aunque a México sólo lo arrope… el narco y su
carnicería, sobre todo de niños y adolescentes, hoy desbordada.
¿Esto le preocupa al mandamás?
Pareciera que no, ni siquiera a los habitantes, precisamente de su tierra… de
Tabasco.
¿Y qué ha pasado en el actual sexenio en esa materia?
Juzgue usted, con cifras nada menos que el Secretariado Ejecutivo del Sistema
Nacional de Seguridad Pública, informa la Red por los Derechos de la Infancia
en México (REDIM) que, de enero a marzo de 2024, sumaron 550 personas de
entre 0 y 17 años víctimas de homicidio, a nivel nacional, de acuerdo a las
cifras de la incidencia delictiva del fuero común, de la mencionada SESNSP.
En específico, los asesinatos de niños, niñas y adolescentes en México
sumaron 243 de los cuales 46 fueron feminicidios y homicidios dolosos de
niñas y mujeres adolescentes, mientras 197 correspondieron a homicidios
dolosos de hombres.
EL AUMENTO DE
LA CRIMINALIDAD
Lo triste es que entre enero y marzo de 2023 y los mismos meses del actual
año en curso, los asesinatos de niñas, niños y adolescentes en el país
aumentaron 1.7%, pasando de 239 asesinatos de personas de 0 a 17 años a
243.
Dice REDIM:
“A esto hay que agregar que el promedio mensual de homicidios dolosos de
personas de 0 a 17 años en el país ha aumentado de 79.1 durante la
administración de Enrique Peña Nieto (de enero de 2015 a noviembre de 2018)
a 86.7 durante la administración de Andrés Manuel López Obrador (de
diciembre de 2018 a marzo de 2024).
“De enero a marzo de 2024 se registraron 181 homicidios con arma de fuego
contra personas de 0 a 17 años en el país. La mayor parte de estos homicidios
fueron dolosos (180), sin embargo, 1 homicidio con arma de fuego de niñas,
niños y adolescentes reportado en estos meses fue culposo”.
Algo también terrible es que la cifra total de homicidios con arma de fuego
contra la infancia y la adolescencia registrados en México de enero a marzo de
2024 representaba un aumento de 10.4% con respecto a la cantidad de
homicidios con arma de fuego registrados contra la misma población los
mismos meses de 2023, es decir 164.
Los estados del país, que registraron este tipo de homicidios en el mencionado
periodo de este año en curso son: Guanajuato, Estado de México y Jalisco.
Fue reportado uno de cada tres homicidios con arma de fuego de niñas, niños y
adolescentes a nivel nacional en esas entidades durante los mismos primeros
tres meses de 2024.
En la República, pues, los niños y adolescentes murieron 3 de cada 10 por
arma de fuego y 415 por arma blanca.
Además, en el actual sexenio, de diciembre de 2018 a marzo de 2024 hubo
12,909 homicidios de menores.
Hoy, ha sido Tabasco la entidad que ha llamado la atención en la materia, por
el salvajismo desatado por los sicarios en tan sólo dos semanas del mes de
mayo en curso.
Como escribiera Ana Luisa Mata Altamirano, de la Universidad Marista de San
Luis Potosí, en el Taller de Psicología Jurídica:
“El fenómeno del sicario es un modo delincuencial que es alarmante no sólo
por las muertes ocasionadas por esta práctica, sino por su establecimiento en
un contexto en el que se es percibido el asesinato por encargo como una forma
de vida que ofrece dinero y el reconocimiento social que buscan muchos
jóvenes. Lo cual nos lleva a las cuestiones de personalidad, valores y
motivaciones que los promueve a actuar a cambio de una remuneración
económica.
“Esta práctica de asesinar por encargo nos hace darnos cuenta de la
desvalorización de la vida y el valor monetario que está ganando la muerte, al
grado de convertirse en una fuente regular de ingresos para algunas zonas de
la población mexicana”.
Por cierto, la próxima semana, el día cuatro, se celebra en el mundo Día
Internacional de los Niños Víctimas Inocentes de Agresión.
