Alberto Orobio Arriaga, candidato a la presidencia municipal de Ziracuaretiro, en el estado de Michoacán, por la coalición formada entre el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI), organizó un evento político-electoral que ha desatado una fuerte polémica.
Y es que el evento, que era exclusivo para mujeres simpatizantes, culminó en un ambiente de descontrol y euforia debido a la inesperada presentación de un grupo de strippers.
La reunión tuvo lugar en un balneario del municipio de Ziracuaretiro, localizado a 102 kilómetros de la capital michoacana. Decenas de madres de familia, mujeres jóvenes y adultas mayores se dieron cita para participar en las actividades proselitistas convocadas por Orobio Arriaga, quien además se registró como mujer ante el Instituto Electoral de Michoacán para cumplir con la cuota de género.
El evento fue anunciado como una oportunidad para que las mujeres del municipio pudieran conocer más sobre su proyecto y disfrutar de una jornada de esparcimiento.
De acuerdo con medios locales, en principio la reunión contaba con la asistencia del aspirante al Senado por la misma coalición, Carlos Alberto Lucatero Blanco. Sin embargo, Orobio Arriaga comunicó a través de sus redes sociales que éste no podría asistir debido a compromisos de agenda, pero aseguraba que enviaría una “sorpresa” en su representación.
En la jornada hubo comidas, aguas frescas, refrescos, regalos y música para todas las asistentes. Sin embargo, la calma se transformó cuando un par de hombres entraron al salón y comenzaron a bailar al ritmo de reggaetón.
En un video de más de dos minutos de duración que comenzó a circular a través de las redes sociales se puede apreciar el instante en el que los strippers realizan su actuación para un grupo de mujeres.
En las imágenes se ve cómo algunas mujeres fueron sentadas en algunas sillas en el centro del recinto, aplaudiendo, mientras los strippers les bailaban y se quitaban la ropa. Las mujeres alrededor también gritaban. Incluso se ve cómo una señora le bajó la ropa interior a uno de ellos.
Este acto proselitista no pasó desapercibido y rápidamente generó controversia. Por otro lado, el acto ha generado un amplio debate social sobre la objetificación y el uso de recursos polémicos en las campañas electorales. Mientras algunos defendieron la libertad de elegir la manera de entretener a los participantes en un evento político, otros condenaron lo que consideran una falta de respeto y una banalización del proceso electoral.
El Instituto Electoral de Michoacán también ha sido mencionado en las discusiones, ya que algunos críticos sugieren que la entidad debe intensificar la vigilancia sobre los topes de gastos y la conducta de los candidatos, asegurando una competencia justa y apegada a los principios éticos. Sin embargo, hasta el momento no se ha pronunciado al respecto.
(Agencias)
