María Amparo Casar. Los puntos sobre las íes. El legado de un gobierno que mintió, robó y traicionó. Editorial Debate, CdMx, 2024. 232 páginas.
DAVID MARKLIMO
Al día de hoy usamos la expresión poner los puntos sobre la i con un doble sentido. Por un lado, producto de las TiC’s, implica algo de nueva generación: el iphone, el ipad, el iwatch, el ibook. El prefijo i, pues, tiene que ver con la inteligencia. Por otro lado, justo en sentido contrario, cuando nuestro propósito es concretar algo clara y nítidamente, sin dejar lugar a dudas sobre la intención de nuestras palabras y con el deseo de puntualizar nuestra opinión minuciosamente (muy frecuentemente cuando ha habido algún conflicto o confusión con otra parte).
Es este el sentido que utiliza de la expresión María Amparo Casar en su libro Los puntos sobre las íes. El legado de un gobierno que mintió, robó y traicionó. Estamos ante una obra que ajusta cuentas con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y especifica que las íes tienen que ver con instituciones, ilegalidad, impunidad, incompetencia, ineptitud e incongruencia, información, integridad … Conceptos que, para la autora, son santo y seña del gobierno de la Cuarta Transformación.
El libro parte de un diagnóstico: la democracia mexicana está en riesgo de destrucción. Nos van a citar a Samuel P. Huntington y su obra La tercera ola: democratización a finales del siglo XX. En América Latina, e 1974 a 1990, más de 30 países dejaron atrás sus regímenes autoritarios y transitaron a la democracia. Desde la década del 2000, con el cambio de siglo, esas democracias han mostrado una profunda decepción, o malestar, pues están siendo víctimas no de las balas sino de los votos. Ese proceso por el cual se llega al poder por la vía electoral y una vez en el cargo debilitan o incluso desfiguran la democracia. La autora lo llama también la electo-dictadura.
México, y en particular el México de AMLO, no es la excepción. Aunque es verdad que Amparo casar sostiene que el Presidente no encaja exactamente en las definiciones de populismo, sí comparte con ese fenómeno la creencia de que las elecciones sirven para develar las necesidades de la mayoría y que el es el rostro del líder. Estas características son las que sirven a la autora para presentar un gobierno que no ha funcionado en nada, que ha hecho lo contrario a lo que ha prometido. Basten los ejemplos de la transición del Seguro Popular al INSABI, la desaparición del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), la inoperancia de organismos autónomos, atribuyéndolo a la falta de titulares y a una estrategia de debilitamiento institucional principalmente mediante reducciones presupuestarias.
Ahora bien, el libro tiene un sesgo ideológico profundo desde su propia concepción. Por decir algo, desfilan conceptos e ideas muy ligadas a la forma en la que los Estados Unidos entienden a la democracia. No hay que olvidar que la tercera ola es producto del Consenso de Washington. Para muestra, un ejemplo. La autora entiende y define a la democracia como el método con el que se pueden garantizar los derechos básicos de las personas, limitar el poder del gobernante a partir de la división de poderes y de los contrapesos institucionales, al brindar oportunidades y asegurar los procedimientos para las alternancias de los gobiernos y de las mayorías. Es decir, es la democracia la que permiten a la población participar en la política e influir en las decisiones. Es una definición muy limitada, por no decir incompleta. La política, como señala Aristóteles, es anterior a la democracia. Quizá por eso, podríamos incluir el libro en lo que se conoce como periodismo militante. Es decir, aquellos intelectuales que presentan una visión del mundo. Ante esa visión, poco anhelo hay por comprender los cambios que se han dado en el país o en la región. Poco influyen los diversos movimientos sociales, los que protegen la tierra, las que buscan una sociedad más equitativa.
Si llevamos este punto al extremo, veremos una falla interesante: se llama electo-dictadura a un gobierno que no hizo nada por impedir la publicación del libro. ¿Es posible que un libro como este vea la luz en un régimen como Nicaragua, Cuba, Venezuela, Honduras o Bolivia? La reciente andaba del presidente, en una conferencia matutina, obedece más a una lógica confrontativa de de campaña, puesto que el libro aparece a menos de un mes de la elección, que a otra cosa.
Otra crítica tiene que ver con lo que llaman la actitud mesiánica del Presidente. Aproximarse al liderazgo de AMLO es, sin duda, muy interesante. Pero no hay un gran aporte en este sentido (esto ya lo había dicho Krauze en su famosa entrevista para Letras Libres). Es más, quizá se olvida que el liderazgo es importante, pero no es el único componente. AMLO no llegó sólo al poder. Cuidado con el lugar común o con escribir lo mismo una y otra vez.
Si hay un punto de interés: lo que se dice versus lo que se hace. Es decir, el discurso presidencial frente a las acciones de política pública. Pero el análisis carece ahí de profundidad y, sobre todo, de datos. En fin, de inteligencia.