Las noticias más relevantes desde “las Mañaneras” de Palacio Nacional, son totalmente diferentes a la realidad del país: Lilia Arellano

-Las Guerreras del Periodismo-

Por Edmundo Cázarez C.

-Segunda de tres partes-

Foto Adrián Ponce

Lilia Arellano, la intrépida periodista, orgullosamente “chilanga”, parece haber nacido con el “don” de envolver a quien lea lo que ha escrito, describiendo con absoluta fidelidad y perfección, “Los estados de los Estados”, una oportuna y veraz radiografía periodística del acontecer nacional, es decir, todo lo que sucede en cada una de las 32 entidades federativas que integran la República Mexicana. A lo Mero Macho, una maestra de la narración y del complejo trama social, así como los desenlaces políticos imprevisibles. Lo más curioso, es que Lilia Arellano sabe sorprender tanto al lector, al radioescucha o al televidente, aún cundo ya está prevenido de la corrompida vida política que padecemos en el México actual, y lo que ella informa desde su ronco pecho, quiérase o no, es como beber agua fresca que alimenta el alma, pero también, revitaliza el corazón.

En esta segunda parte de la entrevista, comparte un sinfín de experiencias que ha vivido durante los últimos 40 años, escribiendo la prestigiada columna política “Estado de los Estados, la cual, se reproduce en poco más de 850 diarios de todo el país, señalando que: “Las noticias más relevantes desde “Las Mañaneras” de Palacio Nacional, son totalmente diferentes a la realidad del país”

Asimismo, la también autora de los libros “El Quintana Roo de Siempre” y “La Tierra del Chicle”, reprueba que: “Al presidente López Obrador, no le importa absolutamente nadie ni el daño que pueda ocasionar cuando arremete contra cualquier periodista y hasta los destruye verbalmente”

Al cuestionarle ¿Qué opina del periodismo que se hace actualmente en México y a diferencia de los años 60´s y 70´s que le tocó vivir?, dijo: “En el periodismo, siempre han existido los mercenarios y los reporteros somos simples empleados de los editores de los medios, que, en su gran mayoría, no tienen ninguna liga con el periodismo, mucho menos, son periodistas sino simples empresarios, Así es que, los medios de comunicación en el México actual, son simples empresas para ganar dinero”

Una extraordinaria amiga y una mujer de nuestro tiempo, profundamente enamorada de su quehacer periodístico, habla con absoluta libertad y sin pelos en la lengua… ¡Una mujer valiente, que no le tiene miedo absolutamente a nada!!

– ¿Cómo fue tu inicio en el periodismo desde Cancún?

-Primeramente, me desempeñaba como corresponsal del periódico Ovaciones…

– ¿Empezabas con el pie derecho y desde un paraíso tropical?

-Digamos que me tocó una temporada muy buena cuando se llevó a cabo la Reunión Norte – Sur, durante la administración de José López Portillo y tuve la valiosa oportunidad de entrevistar a los grandes estadistas de los gobiernos más poderosos del mundo. Por cierto, estuve mucho muy cerca de Fidel Castro.

-Vaya que debutabas en el periodismo dentro de un marco de suma importancia…

– ¡Por supuesto!!, periodísticamente era un acontecimiento de mucha importancia, luego, me tocó cubrir toda la gira de visita que realizó Fidel Castro por México… ¿pero sabes qué?

– ¿Qué…?

-La gira de Fidel Castro por México, no me tocó cubrirla como periodista…

– ¿Entonces?

-Era funcionaria del Ayuntamiento Benito Juárez -Cancún-, me desempeñaba como directora de Relaciones Públicas. De esa manera, yo era la responsable del recibimiento y logística de toda su estancia…

-No me puedes negar, que ese evento de gran magnitud, te despertaba tu olfato periodístico…

– ¡Por supuesto!!, vi todo lo relacionado a informar y me dije: ¡De aquí soy!!

– ¿Qué sentías ver tus reportajes publicados en Ovaciones como corresponsal?

-Lo que más me sorprendió y entusiasmó enormemente, fue que estaba ocupando la nota principal… ¡la de ocho!!, y como conocía a cada uno de los funcionarios tanto municipales como estatales, todos, me daban información, de esta manera, armaba mis notas a la perfección.

– ¿Quién era el director de Ovaciones?

-En esa época, era Abraham Mohamed…

– ¿Qué tenían de especiales tus notas que se iban de primera plana?

-Pues el Estado Mayor Presidencial, la Sedena y gente del FBI, me informaron que en Cancún estaban 2 submarinos militares, brindando protección a los estadistas que asistían a la Cumbre Norte/Sur…

– ¿Cuál era el título de tu primer envío como corresponsal?

– ¡Hasta submarinos vigilan Cancún!!, a partir de ahí, casi todas mis notas eran la de ocho y desde Cancún.

– ¿Cuándo te vienes para la Ciudad de México?

-En 1982…

Pero venias por la puerta grande y con todo a tu favor…

-Pues fíjate que no…

– ¿Por qué?

-Porque me pusieron a disposición del jefe de Información y me asignó quedarme en la guardia nocturna…

– ¿En serio?

– ¡Ni más un más!!

-Como dice el refrán: ¿Nadie es profeta en su tierra?

-Es que mi gafete decía que era una simple reportera suplente…

-Es por eso que te pusieron ahí ¿para hacer “méritos”?

-Mi querido Edmundo, ¿qué te voy a platicar?, si también has tenido un gran recorrido por casi todas las redacciones de los principales diarios.

– ¿No le caías bien al jefe de información o al director en turno?

-En ese entonces, existía un marcado “machismo” en el periódico, además, era la reportera número 16…

-No me digas…

– ¡Pues sí te digo…!!, no obstante, con todo eso, en el periódico Ovaciones existía un terrorífico sindicato, uno de los más fuertes e influyentes en el ámbito periodístico, como lo era el Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa -SNRP-, y que agrupaba no solamente a Ovaciones, sino también a El Universal, Cine Mundial…

– ¿… Auténticos mercenarios del periodismo?

-En el periodismo, siempre han existido los mercenarios, además, me expulsaron del sindicato. Así es que no creas que permanecí durante mucho tiempo dentro del dichoso sindicato…

– ¿Por qué la expulsión? A lo Mero Macho, ¿te catalogaban como medio conflictiva?

-Como era una reportera considerada como “suplente”, entonces, andaba metida en todas las “fuentes” asignadas a los demás reporteros y no faltó que alguien pusiera “el grito” en el cielo. Es decir, se extrañaban que, siempre, me daban trabajo a donde iba a cubrir determinada información.

– ¿Qué era lo que sí te permitían hacer dentro de la “guardia”?

-Primero, era la guardia vespertina. Luego, la guardia nocturna, pero desde la mesa de redacción, me permitían reportear para las ediciones matutinas y vespertinas, respectivamente…

-No te podías quejar, te iba bastante bien, económicamente hablando…

– ¡En efecto, recibía 4 sueldos, pero imagínate la friega que me llevaba dentro del periódico…

-Ahí vivías y no tenías de otra…

– ¡Tal cual!! Luego, ya me permitían salir a reportear a la calle, pero resulta que siempre encontraba notas de interés y que afectaban a los intereses de los demás compañeros…

– ¿Por qué?

-No sé si les daba flojera investigar a fondo, pero mis notas eran llamativas y de interés general

-Bueno, tu olfato periodístico te llevaba a eso, lo cual, me obliga a preguntarte ¿En dónde nace y en dónde termina una noticia?

– ¡Qué buena pregunta!!… Te confieso, nadie sabe dónde termina una noticia, pero todos, sí conocemos su origen, porque al revés de todo lo que sucede hoy, la noticia estriba en el impacto que le causa a la gente…

– ¿Y hoy, desde las mañaneras?

-Las noticias, si es que así le podemos llamar, radican en cada una de las palabras que pronuncia el presidente desde Palacio nacional, cuando las cosas en realidad, son totalmente distintas…

-Eso, se llama engaño o distorsión…

-Las noticias más relevantes desde “las mañaneras” de Palacio Nacional, son totalmente diferentes a la realidad del país.

– ¿Parte de “los otros datos” que dice tener el presidente?

-Pues sí, hoy, las noticias son a “modo” del presidente y no se salen ni un milímetro de lo que dice el gobierno federal, cuando las cosas son totalmente distintas…

– ¿Al carajo las instituciones?

-Déjame contarte que cuando yo reporteaba, inclusive, ya escribía mi columna “Los estados de los Estados”, veías algún problema o simplemente una manifestación, eso, se convertía en una buena nota de interés, y lo que le seguía, era la reacción que adoptaba el gobierno.

-En pleno 2024, ¿Cuáles son las notas que le afectan a la gente?

-Las notas que le afectan a la gente, al gobierno y desde Palacio Nacional, no les importa en lo más mínimo.

– ¿El país del “no pasa nada” y “vamos re quete bien”?

– ¡Exacto!! Tú recordarás aquellas manifestaciones estudiantiles que se registraban sobre San Cosme, y el gobierno del Distrito Federal y de la República, las disolvían con chorros de agua, utilizando las pipas de los bomberos.

– ¿Y qué me dices de los “encuerados” pertenecientes a los 400 pueblos de Veracruz sobre Paseo de la Reforma?

-Eran otras maneras de manifestación, y esa, era la nota

– ¿Hoy con sus “abrazos y no balazos”?

-Desgraciadamente, desde hace cinco años, tenemos que estar atentos a “las ocurrencias” del jefe del ejecutivo…

– ¿Un moderno periodismo?

– ¡Nooo!!, claro que no. Ese tipo de periodismo que han implementado desde Palacio Nacional, por supuesto que no me gusta. –

¿A los nuevos reporteros, les da güeva investigar, tal y como se hacía antes?

-Edmundo, he estado mucho muy atenta a esta interesante charla, y estoy totalmente convencida que antes de venir, me Googleaste para saber todo acerca de mi persona.

– ¿Quién tiene la culpa, los directivos de los medios o los propios reporteros?

-Es que los han acostumbrado a la modernidad, es decir, todo lo consultan por internet…

– ¿Ya nos rebasó el futuro?

-Es que tanto Google como cualquier otra plataforma digital, representan una enorme y valiosa ventaja. Insisto, antes, en nuestros tiempos, teníamos que andar corriendo y recurrir a la investigación tal cual, y no atenerse a la memoria virtual

– ¿Cuántas veces te regañaron durante esas guardias en Ovaciones?

-Muchas, pero muchas, hasta me castigaron severamente, pero, a decir verdad, no fue durante esas guardias, sino por parte de quien era mi jefe inmediato…

-Ese jefe inmediato tenía nombre y apellido…

-Se llamaba Joaquín Bueno. Un día, llega y me dice: “Arellano, se te fue la nota de la huelga en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM”

– ¿Eras una auténtica “comodín” o “ajonjolí de todos los moles”, cubriendo por aquí y por allá?

-No sé si era con “mala leche”, pero me asignaban como “20 o 30 fuentes” y las tenía que cubrir desde la guardia, para evitar que perdiera tiempo en la calle, así. Es que lo debería hacer desde la guardia.

– ¿Y qué le dijiste?

-Que no había explotado dicha huelga. Totalmente colérico y gritándome delante de todos me dice: ¡Cómo que no hubo huelga!!, de inmediato, le enseño un boletín de prensa que me había llegado, en donde se informaba que dicha huelga se había suspendido. Y evitando que le refutara lo que me había dicho, alzando la voz a todo lo que podía, me vuelve a gritar: ¿Entonces, no se te fue una sino dos notas!!

– ¿Cuál fue tu reacción?

-Lo dejé que me dijera lo que quisiera, y como vio que yo tenía la razón… en un afán de venganza, me dice: ¡Ahorita mismo, dejas la guardia y te vas a cubrir la fuente policiaca!!

– ¡Ese, era un verdadero castigo!!

-Así era Joaquín Bueno…

– ¿Por qué odiaba tanto a las mujeres?

-Quizás, por su preferencia, así de sencillo. En ese tiempo, era un secreto a voces. Pero no conforme, también me asignó la fuente del aeropuerto, a donde tenía que ir todos los días, forzosamente.

– ¿Por qué te mandaba a fuentes tan distantes?

-La del aeropuerto, porque existía la Asociación Mexicana de Reporteros de Aviación -AMRA-

-AMRA, era algo así como “El Club de Tobi…”

– ¡Ándale!!, pero un club privado que dirigía Jaime Durán, reportero de Excélsior, y en donde también estaba su amigo “íntimo” Raúl René Trujillo y Jaime -qupe-

– ¿El periodismo de antes se realizaba con mayor entrega, pasión y cariño que ahora?

– ¡Uff!!, no lo sé. No me atrevería a juzgar a los reporteros de hoy. Lo que sí me doy cuenta, es que antes, los boletines eran de suma importancia y estaban muy bien hechos, pero ahora, se tiran a la basura porque son muy mal redactados y confunden las cosas

– ¿A lo Mero Macho, las oficinas de prensa de la actualidad, ya sean del sector público o privado, sirven para algo?

– ¡Puf!!, me haces cada pregunta, que, sinceramente, no lo sé. Y no lo sé, porque los políticos de antes, en general, les preocupaba que se les pudiera señalar, de alguna manera, con algún calificativo…

¿Y Cuál es la diferencia en nuestros días de la “maravillosa” 4T?

-Hoy… ¡eso no existe!!

– ¿Por qué?

-Pues… porque se les puede poner cuantos calificativos despectivos sean posibles.

-Bueno, su “líder máximo”, desde la tribuna en el Salón Tesorería de Palacio Nacional, no hay día que no arremeta contra cualquier periodista y hasta los destruye verbalmente…

-Al presidente López Obrador, tal parece, que no le importa absolutamente nadie ni el daño que pueda ocasionar cuando arremete en contra de los periodistas y hasta los destruye verbalmente, como bien lo apuntas

– ¿Cómo funcionaban esas oficinas de prensa que te tocó cubrir en sexenios anteriores?

-Se preocupaban a fondo, por tratar de difundir lo que realizaba cada dependencia gubernamental, hoy, bajo las directrices de su jefe máximo, no sucede nada de eso.

– ¿Lo que se diga en “la Mañanera”, es la voz de Dios?

-Tú mismo lo puedes ver…

– ¿Por qué hemos llegado a eso? De cierta manera, los propios periodistas nos hemos convertido en “cómplices”

-La verdad es que sí, y de alguna manera, seguimos la ruta marcada. Pero yo no diría que los periodistas…

– ¿Entonces quién?

-Es que, finalmente, los reporteros somos simples empleados de los editores de los medios, que, en su gran mayoría, no tienen ninguna liga con el periodismo, mucho menso, son periodistas sino simples empresarios.

– ¿Debo entender que los medios de comunicación son simples empresas para ganar dinero?

– ¡Más claro, no lo pudiste haber definido!!, mientras que los reporteros tienen que hacer su chamba en donde mejor les convenga.

– ¿En cuántos periódicos estuviste trabajando?

-En Ovaciones y durante un tiempo breve en Diario de México…

– ¿Qué diferencia había entre ambos medios que me acabas de señalar?

– ¡Muchísima!!, la diferencia estaba en que Ovaciones era un verdadero periódico de absoluta libertad de expresión y de enorme respeto en la ciudadanía.

– ¿Cuántas veces trataron de coartar tu libertad de expresión?

– ¡Nunca!!…

– ¿A lo Mero macho?

-Jamás trataron de aplicarme la “ley mordaza” No, la verdad es que nunca

– ¿Cómo ves el actual periodismo, al que te tocó realizar en Ovaciones?

-Mira, mi querido Edmundo, tan me doy cuenta de cuál es la realidad y cómo se perdió esta apertura real que existía…

– ¿Cómo se deformó ese “mal matrimonio” entre periodistas y políticos?

– ¡Qué bonita pregunta!!, simplemente, te puedo decir que se transformó en una relación totalmente perversa y te das cuenta, a diferencia de antes, hoy…

– ¿Qué todo lo hacen por debajo de la mesa?…

-En efecto, recurren, por debajo del agua, tal y como sucedió con Azucena Uresti, la corrieron cobardemente…

– ¿Y antes?

-Lo hacían abiertamente, pero era mucho más fácil entenderlo y mucho menos perverso.

– ¿Pero antes, existía un control sobre los periódicos y en la entrega de papel y publicidad oficial?

-Hoy, no hay ni a quién echarle la culpa de tal control gubernamental…

¿Sigue siendo a la entrega del papel o al ánimo del editor?

-Todo es bajo el agua…

– ¿Simples sumisos ante perversas y cobardes acciones?

-Digamos que cuidan sus propios intereses…

-Ahora si… ¿Qué lloren en tu casa a que lloren en la mía?

-Mira, lo podemos ver en toda su dimensión en los diferentes programas de opinión que hay en radio y televisión.

– ¿Ese divorcio surgió desde que desaparecieron los famosos “chayos”?

-Mira Mundo, a mí, me hubiera gustado saber y conocer quién fue que le puso el nombre de “chayo”. Sin temor a equivocarme, creo que, eso, se ha convertido en un “mito” y hasta en una simple leyenda. Se argumentaba que los reporteros ganaban muy poco, y es por eso, que te daban una buena “lana”

-A lo Mero Macho y sin faltarte el respeto… ¿Cuántas veces lo recibiste?

– ¡Aja!!, no hay un solo periodista al que no se lo haya ofrecido. A lo Mero Macho -y con tu permiso-, no existe uno solo- ¿Que lo aceptes o no?, ese es otro boleto.

– ¿Era un delito si o no?

-Era una regla no escrita… Ahora, se fustiga a los periodistas que recibían un chayo… ¡Caray!!, que visión tan pobre, la verdad.

-Ya no existen oficinas de prensa oficiales…

-En efecto, ¿tú sabes cuantos periodistas se quedaron fuera? Eso, son tomar decisiones a lo tonto…

– ¿Se debe a la presencia de un verdadero ejército de páginas web?

-Indiscutiblemente, de redes sociales e información a bote pronto y que manejan puros periodistas que se quedaron sin trabajo…

– ¿Un simple sub empleo periodístico?

-Creo que son “zonas de confort”, porque, quizás, pudiesen haberse dedicado a otras actividades mucho más productivas.

– ¿Simples cohabitaciones forzosas?

-Yo no le llamaría una “cohabitación forzosa”, sino que, a final de cuentas, vas hacer lo que quieres hacer.

– ¿Qué sucedería si el gobierno realmente hiciera cosas buenas, habría el mismo número de páginas y portales digitales improvisados?

-Creo que todo lo encierra tu tarea periodística en señalar lo bueno y malo

– ¿Realmente existe la “prensa inmunda” como lo dice López Obrador? ¿Es inmundo quien lo dice?

-No creo en lo uno, ni en lo otro. Ya habíamos hablados sobre la infinidad de descalificativos que utiliza el presidente López Obrador para llamar a la prensa.

– ¿Qué calificativo le aplicarías a él, cuando se refiere así de la prensa y periodistas?

-Mira Mundo, ningún mexicano deseamos que le vaya mal al presidente de la República… ¡Nadie!! Si le va bien al presidente, nos va bien a todos.

– ¿Tenemos que besar los pies a quien nos da de patadas?

– ¡No!!, tampoco puedes aceptar que, durante 18 largos años, existió un luchador social de primera, llamado Andrés Manuel López Obrador y que sentíamos que era alguien que nos podía defender de todos los abusos del gobierno y de repente…

– ¿…Salió peor el remedio que la enfermedad?

– ¡Un desencanto total!!

– ¿En dónde se perdió?

-No, yo no creo que se haya perdido, al contario, siempre nos engañó.

– ¿En dónde quedó y cuál era tu consuelo haberlo seguido y hasta defendido?

-Simplemente, creo que si me equivoqué con los maridos que tuve… ¡cómo demonios, no me iba equivocar habiendo seguido a López Obrador!!

 

-Continuará-  

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