Ante las discusiones recientes y acaloradas de la nueva ley que habrá de regular las pensiones, es difícil pensar que, si alguien tiene información relevante, o cuando menos que afecte en buena medida los resultados de las propuestas que apoyan a dicha ley, se quede callado.
Uno de los principales cuestionamientos de la nueva propuesta de pensiones, es que es necesario saber de dónde vendrán o saldrán los recursos que habrán de complementar a los primeros fondos que surgirán de los ahorros inactivos en las AFORES, el propio titular del ejecutivo y algunos otros de sus voceros, han señalado que el nuevo fondo de pensiones será complementado con las utilidades de las nuevas empresas que operan los nuevos trenes, aeropuertos y la línea aérea.
Pero veamos, quien está a cargo de esas empresas, quien funge como el CEO o presidente del consejo de estas, no es responsable acaso, ¿de determinar si efectivamente tales empresas están en posibilidades de aportar recursos?, es decir. ¿No es su responsabilidad aclarar si dichas empresas en efecto tendrán utilidades en el corto plazo como para poder aportar al nuevo fondo de pensiones?
La misma persona que preside el consejo de esas empresas y que no ha dicho nada en relación con las tan anheladas utilidades, ha sido una gente de toda la confianza del titular de la SEDENA, tanto así que en su momento fue designado como titular de la inspección y contraloría general de dicha dependencia para encargarse de poner en orden todos los expedientes que pudieran ser sujetos de observaciones, labor que le consiguió la animadversión de muchos de sus compañeros de sector.
Esa misma persona es quien ahora esta apuntalada por el actual titular de la dependencia como su posible sucesor, y caso curioso resulta ser esto cuando, es vox populi, que el personaje en cuestión se dice es, compadre del anterior titular de la secretaria que tuvo que ser rescatado de las autoridades norteamericanas por la presente administración, tras ser acusado de vínculos indebidos.
Y que no se nos pase que, también debería de decir algo al ser responsable de la empresa que opera u operará el tren maya, respecto de que el dichoso ferrocarril en su tramo 5 norte no fue diseñado debidamente para soportar carga, por tanto, difícilmente podrá ser rentable, cuando menos en ese tramo, que es uno de los más importantes y por ende, la dificultad de encontrar rentabilidad o las dichosas “utilidades” es mucha! Por eso, los pecados de omisión y de no decir, pueden ser muy peligrosos.