El obispo Salvador Rangel Mendoza, reconocido líder de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, actualmente se encuentra bajo estricta observación médica tras ser localizado en Cuernavaca, Morelos, luego de que fuera reportado como desaparecido desde el pasado sábado.
Los exámenes médicos que se le practicaron arrojan resultados que ahora son el centro de atención de las autoridades para continuar con las investigaciones de lo que presuntamente habría sido un secuestro exprés.
De acuerdo con la información de varios medios de comunicación, el obispo Salvador Rangel Mendoza actualmente se encuentra bajo observación médica luego de que los exámenes toxicológicos revelaran la presencia de cocaína y benzodiacepinas en su sistema.
Rangel Mendoza fue encontrado en circunstancias alarmantes el pasado lunes. Según el reporte médico, el obispo se hallaba en el hotel del Real Ocotepec, presentando signos de un deterioro neurológico significativo, sin ninguna pertenencia personal y con únicamente un blister de pastillas de sildenafil, usada para atender la hipertensión arterial pulmonar y la disfunción eréctil.
Esta situación provocó que fuera trasladado de urgencia en una ambulancia de la Cruz Roja, inicialmente al hospital general de Cuernavaca y, posteriormente, a un hospital particular de la misma ciudad.
La serie de eventos que llevaron al obispo al hospital comenzó con un llamado de emergencia de una mujer. Este encadenamiento de hechos suscita preguntas sobre las circunstancias exactas de la desaparición y hallazgo del obispo, así como las razones detrás de la presencia de dichas sustancias en su sistema.
Como medida cautelar, y para facilitar su recuperación y desintoxicación, las visitas al obispo Rangel Mendoza han sido restringidas. El equipo médico encargado de su caso continúa monitoreando su estado de salud para evaluar su evolución y determinar los pasos a seguir en su tratamiento.
Cronología de los hechos
El caso de desaparición del obispo Salvador Rangel Mendoza ha captado la atención de la comunidad eclesiástica y la opinión pública en general. Aquí una cronología de los eventos.
Sábado 27 de abril
La última vez que se vio al obispo Rangel Mendoza fue esa noche en una pizzería del municipio de Emiliano Zapata, perteneciente a la zona metropolitana de Cuernavaca. Posteriormente, fue reportado como desaparecido, desencadenando una búsqueda urgente.
Domingo 28 de abril
10:00 horas: Tras más de 12 horas de incertidumbre, el obispo fue encontrado en un estado de deterioro neurológico notable en un establecimiento público. Presentaba síntomas preocupantes, entre ellos estupor y deshidratación, sin posesiones personales a su alrededor, excepto un blister con dos pastillas de sildenafil. Fue trasladado de urgencia al hospital general de Cuernavaca en una ambulancia de la Cruz Roja.
Durante su ingreso en el hospital: Los médicos enfrentaron el desafío de estabilizarlo sin información previa sobre su identidad o antecedentes médicos, dada su llegada sin acompañantes ni identificación.
Se le administraron tratamientos de emergencia para revertir los efectos de las sustancias detectadas en su organismo, entre ellas una intervención con flumazenil y naloxona, logrando una respuesta efectiva a la segunda. Posteriormente, se solicitó un perfil toxicológico que reveló la presencia de cocaína y benzodiacepinas en su sistema.
Lunes 29 de abril
La Conferencia del Episcopado Mexicano emitió un comunicado solicitando apoyo para localizar al obispo. Esa tarde, la identidad de Rangel Mendoza fue confirmada en la sala de urgencias del hospital general de Cuernavaca por el fiscal Uriel Carmona, quien declaró que el obispo había sido víctima de un secuestro exprés y drogado con el fin de robarle dinero mediante cajeros automáticos.
Choque de versiones
La versión del secuestro exprés ha sido objeto de debate. Mientras el abogado del obispo y la Fiscalía General del Estado (FGE) de Morelos sostienen esta hipótesis, basada en la desaparición del obispo y los retiros de dinero de sus cuentas, el secretario de gobierno en funciones de gobernador, Samuel Sotelo Salgado, expresó sus dudas sobre esta versión, señalando la falta de evidencia directa que vincule estos hechos con un secuestro.
Actualmente las autoridades médicas han recomendado un periodo de reposo y desintoxicación para el obispo, dada la presencia de sustancias nocivas en su organismo.
Se espera que Rangel Mendoza testifique ante el Ministerio Público este jueves, según confirmó su abogado, Pedro Martínez Bello.
Rangel, un religioso de 78 años que ha trabajado en áreas conflictivas, se distinguió en 2015 por su papel en la pacificación de la región de Chilpancingo Chilapa. Logró este objetivo dialogando con líderes de grupos criminales involucrados en la fabricación y distribución de opio, amapola y marihuana. Durante estas negociaciones, el obispo instó a los líderes criminales a detener los asesinatos y la práctica de extorsiones, además de solicitar la liberación de personas secuestradas.
(Agencias)