SE COMENTA SOLO CON
CARLOS RAMOS PADILLA
Acapulco fue la sede de la ya tradicional convivencia de los banqueros. En esta ocasión con dos modalidades simultáneas: la participación de los aspirantes presidenciales y el mensaje de despedida de López Obrador. Para los apologistas del Gobierno Federal, el cierre del sexenio fue extraordinario. Señalan que Sheinbaum manifestó, ahí sí, los logros de una administración que presume éxitos donde debería tener vergüenza como la llegada al país de remesas.
Presumen un “peso fuerte” pero evaden aclarar que esto se debe a ejercicios internacionales y acomodos de tasas de interés que en México desalientan a la producción y empleo porque es más fácil y sin riegos generar utilidades por intereses en cuentas bancarias.
Pero más allá, no se atreven a denunciar la falta de asistencia en seguridad a las plantas productivas y transportistas que son víctimas cotidianas de asaltos y extorsiones. Hablan y bonito del crecimiento de la inversión extranjera directa en México, pero no de las empresas que han huido del país.
Los daños generados por el huachicoleo son millonarios en un asunto que no fue resuelto por la administración y mucho menos cuando el tabasqueño se comprometió a colocar al litro de gasolina en 10 pesos. La inflación ha sido un cáncer permanente y esto contribuye al desgaste económico de las familias. Sheinbaum aseguró, como lo hace en un guion aprendido, que habrá continuidad.
Por su parte fue largamente ovacionada Xóchitl Gálvez que llegó renovada y con ideas frescas. Gálvez se coloca en el centro de la atención mediática y del debate democrático, no sólo por el carácter plebiscitario de la elección sino porque adicionalmente el evento acogió por vez primera a dos mujeres contendientes.
Sheinbaum continúa con la polarización y Gálvez con la integración. Esa es y fue una marcada diferencia en sus ponencias. Gálvez sentenció: “Seis años más de Morena y se nos va el nearshoring. Los inversionistas lo saben: sin la participación del sector privado en subastas abiertas y competidas, no habrá energía suficiente limpia y barata. ¡Despierten! No dejemos ir la mejor oportunidad que hemos tenido en una generación para impulsar nuestra economía”.
Durante la 87 Convención Bancaria, Gálvez se aventuró y presentó ocho propuestas para mejorar los servicios públicos en educación, vivienda, salud, seguridad y justicia para fortalecer a las clases medias, que, dijo, se han empobrecido en los últimos seis años. Propuso un gobierno fuerte, con certidumbre, que respete la Constitución, las instituciones y los tratados internacionales; finanzas públicas sanas porque es inadmisible la cantidad de recursos que se han destinado a Pemex, y un gobierno que proteja a los ciudadanos no a los criminales.
Por su parte amlo aprovechó las circunstancias para hacerse presente no con la fuerza que requería el Tianguis Turístico. Hubo un reconocimiento a la gobernadora Evelyn Salgado por cumplir con los compromisos del Abierto de Tenis, el Tianguis Turístico y la Convención Bancaria tres eventos que parecían imposibles luego del destructor paso del huracán OTIS.
