«La inflación general alemana aumentó ligeramente en abril debido a los mayores costos de la energía y es probable que dé otro salto al alza en el próximo mes, debido a los efectos de base en los precios del transporte», comentó a Bloomberg el economista Martin Ademmer.
La inflación en Alemania volvió a crecer en abril por encima de las previsiones, debido a la persistencia de los altos precios de la energía y los alimentos, informó la Oficina Federal de Estadística. El país, al igual que Europa en su conjunto, se enfrentó a una grave crisis energética provocada en muchos aspectos por las sanciones contra Rusia.
La inflación general se situó en el 2,2% interanual, igual que en marzo. Los precios al consumo aumentaron un 2,4% en abril, frente al 2,3% del mes anterior, precisó el organismo. Los economistas consultados por Bloomberg esperaban que el crecimiento de los precios se mantuviera en el 2,3%.
Una dinámica similar se observó en España, con una aceleración de la inflación hasta el 3,4%, después de que el Gobierno siguiera eliminando las ayudas que contribuían a mantener a raya la subida de los costes energéticos. El crecimiento de los precios en Irlanda, por su parte, bajó del 1,7% al 1,6%.
El economista del Commerzbank, Ralph Solveen, sugirió, de manera similar, que es probable que la tasa de inflación vuelva a aumentar en los próximos meses.
Las mismas estadísticas muestran que los consumidores alemanes tuvieron que pagar en abril un 0,5% más por los alimentos que en 2023. En algunas provincias del país se registró un aumento significativo de los precios de la calefacción urbana.
Varios economistas señalaron que el repunte de la inflación se produjo en el contexto de la expiración de las ayudas temporales del Gobierno al gas. El tipo del impuesto sobre el valor añadido (IVA) del 19% vuelve a estar en vigor, tras el 7% que se aplicó del 1 de octubre de 2022 al 31 de marzo de 2024 para compensar los altos precios de la energía derivados de la decisión de las autoridades de secundar las restricciones contra Rusia.
Alemania, antaño potencia económica de Europa, ha sido el país más afectado por las sanciones contra las importaciones rusas de gas, petróleo y carbón impuestas debido a su operación especial en Ucrania y por las consecuencias de los sabotajes contra los gasoductos Nord Stream 1 y 2.
Desde Moscú indicaron en reiteradas ocasiones que la UE cometió un grave error al renunciar a las adquisiciones de los hidrocarburos rusos. El presidente de Rusia, Vladímir Putin, aseguró que su país no niega a nadie el suministro de sus recursos energéticos. En sus palabras, Europa esperaba que si no recibía el gas ruso, Rusia colapsaría, pero, en cambio, en sus Estados están empezando a producirse procesos irreversibles.
(Sputnik)