NIDIA MARIN
Aquella “consecuencia de un desastre financiero para México”, es decir el Fobaproa, en su cumpleaños número 34 hoy canta la canción “en reversa mami… en reversaaaa…”.
Y si las cosas siguen… “Agachadito, agachaditooo”, para ver si no te tocan…
Sí, porque las contingencias en la economía no cesan sobre todo actualmente cuando el gobierno de México requiere recursos económicos, presuntamente debido a que los mexicanos seguimos pagando aquella deuda privada convertida en pública.
No, tampoco se puede olvidar que Zedillo al rescatar los bancos creó el Fobaproa para que no les faltara liquidez a las instituciones… y seguimos apoquinando.
Ellos tuvieron la culpa. Sí, los políticos y banqueros de entonces, pero también los de hoy. Aquellos que manipularon las pensiones son los responsables de que hoy en el 2024 con presunta pinta de rescate, López Obrador haya pronunciado la frase: “vénganos tu reino” para apoderarse de algo más… Sí, del dinero de los trabajadores viejos.
Efectivamente (aunque no sea en efectivo) recursos económicos de aquellos que dieron su vida para engrandecer a México y hoy cansados, agotados y enfermos, reciben el “tiro de gracia” (aunque lo niegue el autor) de parte de la actual administración, apenas a tres meses, es decir, más de 98 días antes de que inicie el nuevo sexenio, de octubre de 2024 a julio de 2030.
Inevitablemente recordamos la canción de Alcolirykoz, “El Remate”: “Elegidos pa’l remate el resto va pa’ el sobre /Escondan los quilates que hay muchos pelando el cobre…”
Y más dulce, aquel “Remate”, de Rubén Fuentes que cantaba José José:
“No, no preguntes cuánto / Dame una cosa bella / Una noche de amor / O quizás una estrella, / Dame lo que tú quieras / Lo que me puedas dar / Porque al final de cuentas / Me quiero rematar”.
Así estamos hoy los viejos trabajadores en México… a remate.
¿Quién pagará los recursos económicos manipulados por algunos de los bancos (por ejemplo, Banco Azteca) que se niegan a entregar a los viejos trabajadores cuando los han solicitado?
¿Nadie? Acaso es un tango…
“Silencio, en la noche /ya todo está en calma, /el músculo duerme / la ambición descansa…
Bueno, el Instituto Belisario Domínguez, del Senado de la República, explica sobre el asunto.
Dice:
“Por otro lado, la reforma a la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado busca recursos adicionales como aportaciones del Fondo de Pensiones para el Bienestar en los siguientes términos:
“Durante el ejercicio fiscal 2024, el Instituto podrá reducir por única ocasión, hasta el cien por ciento del monto correspondiente a intereses moratorios, actualización y recargos previstos en el artículo 22 de esta Ley, derivados de los adeudos por concepto de cuotas y aportaciones no enteradas al Instituto que se mantengan registrados al cierre del ejercicio fiscal 2023, que se paguen durante el ejercicio fiscal 2024, salvo la aportación del dos por ciento de retiro a que se refiere el Transitorio Décimo Primero de esta Ley y aquellos que correspondan al seguro de retiro, cesantía en edad avanzada y vejez en favor del Trabajador, excepto tratándose de los que corresponden a trabajadores que optaron por el régimen previsto en el artículo Décimo Transitorio de esta misma Ley”.
Además…
“Se dispone que el IMSS, el INFONAVIT, y el ISSSTE, en el ámbito de sus competencias, deberán garantizar el establecimiento de una ventanilla única para el cálculo y pago de los recursos provenientes del fondo de pensiones en los términos del Decreto que para tales efectos emita el Ejecutivo Federal. Dichos recursos serán transferidos por el fondo de pensiones al IMSS, el INFONAVIT, o al ISSSTE, a efecto de que estos realicen los pagos correspondientes en términos de la normativa aplicable, por lo que el Fondo no responderá ni se subrogará en las obligaciones a cargo de dichos institutos, ni respecto del destino que los mismos den a los recursos”.
López ya se va… (a menos que nos tenga una asquerosa sorpresa) y como cantaba Vicente Fernández, le decimos a propósito de que el final se acerca ya…
“No hay por qué hablar, ni qué decir / Ni recordar, ni qué fingir / Puedo seguir hasta el final / A mi manera…”
Por mi… adiós, para siempre adiós…
