Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Tendrá que aceptarse: los debates chilangos han superado y con creces al presidencial.
Cierto, hay acusaciones que se quedan en el aire y, sin embargo, permean en el imaginario.
De las propuestas, que sí las hubo y quien más impulsó las suyas, fue Salomón Chertorisvki. Los tres candidatos a la jefatura de Gobierno coinciden en puntos torales, por lo menos en los temas que han abordado.
El del domingo presentó una propuesta de fondo que permitiría contar con una justifica pronta y expedita y, al mismo tiempo, sin tintes partidistas.
Es verdad, no hay nadie químicamente puro, sea para militar en un partid, dirigir una empresa o profesar religión alguna, pero sin duda que una Fiscalía Autónoma de a de veras, acabaría con el uso faccioso que se le ha dado, no solo en estos gobiernos, federal y locales, sino de tiempo atrás. Hoy se advierte más la colusión y/o connivencia entre la justicia que se aparta de la ley para ser aplicada a modo, gracias a la desnudada que el huésped temporal de Palacio Nacional hizo con Arturo Zaldívar, al confesar que en asuntos de Estado dialogaban y el entonces ministro presidente hablaba con los jueces y “nos ayudaba”. En la Ciudad de México la personal disposición de los jueves locales a atender las decisiones y sugerencias de la exjefa de gobierno y ahora del sustituto, es pública y notoria
Un caso que pasará a la historia por la docilidad con la que se actuó en el Tribunal de Justicia de la Ciudad de México, es el amparo concedido por una jueza a favor de la ministra Yasmín Esquivel Mossa, para impedir que la Universidad Nacional Autónoma de México publique la resolución sobre el plagio en la tesis presentada para titularse como abogada.
En un asunto federal, dicen los juristas, no es válido que un juez magistrado o juez local otorgue amparos contra actos tipificados en el Código Penal Nacional. Eso afirman, no el que esto escribe.
Sin demeritar el trabajo realizado para descubrir elementos que permitieron las solicitudes de ordenes de aprehensión en contra de una veintena de exservidores y algunos actuales en la Jefatura Delegacional, primero, y en la Alcaldía, después, de Benito Juárez, se advirtió el tono político que las resoluciones judiciales.
Si bien es cierto desde hace una década se habla del cártel inmobiliario, también lo es que, en aras de ser ratificada como Fiscal de la CdMx, Ernestina Godoy y su vocero, hoy en funciones de justiciero, Ulises Lara, aceleró las indagatorias con la finalidad de ablandar a los diputados locales del PAN y del PRI. Sin embargo, los legisladores se mantuvieron firmes y con sus votos en contra frenaron la ratificación para un periodo más.
Para nadie es un secreto que las Fiscalías, desde la General de la República hasta la del último rincón de la entidad más escondida del país, son utilizadas con fines políticos y atendiendo intereses personales de los propios fiscales. Aquellos que cumplen con su responsabilidad, son presionados por los gobernadores y han buscado quitarlos del cargo para colocar al que les cuides las espaladas.
Ahí están los casos de Samuel García, Cuauhtémoc Blanco y Cuitláhuac García, quienes intentaron, infructuosamente, relevar a los fiscales que heredaron. Por suerte para los ciudadanos, no lograron su objetivo.
Santiago Taboada propuso la creación de la Fiscalía Autónoma y echar a andar el sistema anticorrupción, dos instituciones que de mucho servirían, después de enterarnos de que el gobierno de la Ciudad de México ocupa el lugar ¡32! en transparencia.
Clara Brugada mostró que forma parte del equipo coludo y la exhibición sobre sus acciones presuntamente ilegales, puso sobre la mesa de debate que, salvo Salomón, los otros dos, tienen largos rabos.
Las propuestas están ahí. Corresponderá a los capitalinos que emitan su voto el 2 de junio, escoger a quien despierte confianza. Sea ella o ellos.
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