La persecución de Assange «constituye una burla de las obligaciones de EEUU»

La persecución del fundador del portal de filtraciones WikiLeaks, Julian Assange, deja en ridículo las obligaciones de Estados Unidos en el marco del derecho internacional, señaló la secretaria general de la ONG Amnistía Internacional (Amnesty International), Agnes Callamard.
La víspera, el presidente de EEUU, Joe Biden, admitió que está considerando un pedido de Australia para ponerle fin al procesamiento de Assange.

«El enjuiciamiento en curso de Assange constituye una burla de las obligaciones de Estados Unidos en virtud del derecho internacional y de su compromiso declarado con la libertad de expresión», declaró Callamard, citada por la ONG que encabeza.

Assange, prosiguió, se atrevió a sacar a la luz «revelaciones de los presuntos crímenes de guerra cometidos por Estados Unidos», algo que este último país no llegó a investigar de manera completa y transparente.
«En cambio, han optado por actuar contra Assange por publicar información que se le había filtrado, aunque era de interés público», denunció la jefa de Amnistía Internacional.
En caso de ser extraditado a Estados Unidos, remarcó, Assange correría el riesgo de graves abusos, entre ellos el de ser recluido en régimen de aislamiento prolongado, práctica que violaría la prohibición de la tortura y otros malos tratos.
Callamard reiteró que EEUU debe retirar todos los cargos contra Assange, lo que permitirá su liberación sin demora de la custodia estatal del Reino Unido.
WikiLeaks fue fundado por Assange en 2006, pero saltó a la fama en 2010, cuando comenzó a publicar filtraciones a gran escala de información gubernamental clasificada, en particular de EEUU.

En 2010, por ejemplo, en su web fue publicado un material secreto, en que se podía ver que tras un ataque lanzado en 2007 por un helicóptero militar estadounidense en Bagdad murieron al menos 18 civiles. Este mismo año empezó la publicación de 250.000 documentos estadounidenses de carácter diplomático.
Assange se encuentra recluido en la cárcel de Belmarsh, al sur de Londres, desde que fue detenido el 11 de abril de 2019 a petición de Washington, tras siete años de permanencia en la Embajada de Ecuador en Londres por temor a ser extraditado a EEUU.
El fundador de WikiLeaks, imputado de 18 cargos penales, se expone a 175 años de prisión en EEUU.
A finales de marzo, un tribunal de Londres falló a favor de Assange al decidir que podrá seguir apelando su extradición a EEUU, y programó para el 20 de mayo la próxima audiencia sobre su caso.
Si dicha corte hubiese fallado en contra del periodista, se habrían agotado todos sus recursos en el Reino Unido y habría iniciado así el proceso de su extradición a EEUU y su procesamiento, en virtud de la Ley de Espionaje de 1917.
Una de las últimas opciones para evitar su traslado a EEUU sería recurrir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Sputnik

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