Cuando había respeto…

Punto de Vista

 

Por Jesús Michel Narváez

 

Décadas atrás, México era considerado el “hermano mayor de Latinoamérica”.

Su vecindad con Estados Unidos le daba la posibilidad de ser interlocutor con Washington.

Fueron muchas las acciones en las que nuestro país participo en temas torales para la región.

Incluso, no es ocioso recordar que en la Conferencia de Punta del Este inaugurada el 22 en enero de 1962 Estados Unidos logró la exclusión de Cuba de la Organización de los Estados Americanos y el único voto en contra fue el de México. Rafael de la Colina era el representante mexicano y aunque finalmente Cuba fue expulsado, la historia registra el liderazgo de nuestro país.

Desde antes, México siempre defendió a los débiles. La única economía que supera a la mexicana es la brasileña. Está muy lejos de Estados Unidos y su actuación en la OEA no representaba peso específico por su inestabilidad política y escasa democracia. Hoy, con el regreso de Lula Da Silva, el país más grande, territorial y de población de América Latina está más preocupado por impulsar al organismo conocido como BRICS formado originalmente por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica y al que se han sumado 17 países más en los últimos 20 meses. La relación con Estados Unidos es buena desde la óptica aperturista comercial carioca.

El resto de los países del hemisferio norte tienen algunas diferencias con la Casa Blanca desde hace décadas.

Estadas Unidos, preocupado por el avance del “comunismo” en la región implemento el programa Alianza para el progreso, una idea de John F. Kennedy para buscar que sus aliados naturales no siguieran los pasos de Cuba.

México fue elemento activo en el programa y, la vecindad con la potencia más importante del mundo -todavía lo es, aunque se resquebraja cada día más- sirvió para abrir puertas al resto de los países latinoamericanos.

Hoy, no se debe perder de vista que el nearshoring que permite a los países no declarado enemigos, pero a los que se les imponen aranceles como una medida para frenar la invasión comercial. Y México ha sido el elegido de los poderosos del globo para tener la cercanía con el mercado más consumidor de artículos producidos en China, Corea del Sur, Taiwán, Malasia, Singapur entre otros.

Con la política exterior definida desde la Constitución de 1857 y ratificada en la de 1917, de respetar las decisiones de otros pueblos y no tener injerencia en sus asuntos internos, México libró los cambios de ideologías con lo que ratifico el respeto que merecía. Solamente en el golpe de Estado en contra de Salvador Allende se rompieron las relaciones entre México y Chile.

Siempre ha habido tensiones con algunas naciones latinoamericanas, pero nada mayor.

Sin embargo, desde el arribo de la mal llamada cuarta transformación, su dirigente, el presidente de México ha intentado convertirse en el “líder ideológico” de la región y ha descalificado a los “populistas” -mordiéndose la lengua y manando sangre de manera abundante- conservadores y ha llevado una errática política exterior. Bueno, lo que se pueda llamar así.

Tensión con Bolivia que trajo a México, en calidad de asilado político, a Evo Morales.

Tensión con Perú por la caída de Pedro Castillo, cuya familia radica en México en calidad de asilada política.

Tensión con Argentina por opinar, indebidamente, que los argentinos se equivocaron al elegir a Javier Milei (no admitirá jamás que 32 millones de mexicanos también se equivocaron en 2018).

Tensión con Ecuador que revienta las relaciones y expulsa a la embajadora.

Alejamiento de Brasil,

Distanciamiento con Chile.

Cercanía y “unidad” con Nicaragua, Venezuela, Colombia y, cual naciones mellizas, con Cuba.

El respeto de antes, el que no le gusta al huésped temporal de Palacio Nacional, se obtuvo respetando a los demás.

¿Cómo pide respeto personal si es incapaz de respetar a los otros?

México ya no es el hermano mayor. Es el bebé que gatea y balbucea sin que nadie lo entienda y, sin embargo, su presidente, el mexicano, pretende ser no solamente respetado sino idolatrado.

Cual colofón: clama que México no es una colonia de nadie… ¿Acaso Ecuador sí es colonia?

E-mail: jesusmichelmp@hotmail.com, Facebook Jesus Michel, X @misionpolitica y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por Radio Cañón en el 760 de amplitud modulada

 

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