Sin acuerdos ni propuestas para restablecer el diálogo, la protesta de policías en el estado cumplió quince días y todo a punta a que el conflicto se prolongará todo el periodo vacacional pues los inconformes convocaron a una nueva megamarcha para el próximo 13 de abril para recibir a la gobernadora Layda Sansores Sanromán cuando regrese de sus vacaciones.
La pugna volvió a empantanarse debido a que la mandataria morenista y las páginas digitales al servicio de su administración señalaron que los líderes del movimiento y sus seguidores tienen antecedentes de mala conducta, abusos de autoridad y prepotencia, por lo que solo pretenden seguir disfrutando de esos beneficios.
Los manifestantes rechazaron tales imputaciones y consideraron que se trata de la “guerra sucia” para desprestigiar el movimiento ya que, puntualizaron, su única finalidad es el respeto a los derechos de los uniformados y que se destituya a los mandos que han incurrido en abusos y en negligencia.
En el caso de la titular de la Secretaría de Protección y Seguridad Ciudadana, Marcela Muñoz Martínez, recordaron que en dos años y medio ha manejado 9 mil millones de pesos en presupuesto y pese a ello las instalaciones están en condiciones precarias.
Los inconformes aseguraron que no hay equipos ni vehículos en buen estado, además de que los obligan incurrir en abusos contra la ciudadanía para cumplir una cuota de arrestos que les exigen.
El pasado miércoles, Sansores Sanromán aseguró que no escatimará recursos para mejorar la situación de la policía, a la que catalogó como la más honesta del país. Refrendó su disposición de resolver mediante el diálogo el conflicto.
Ese día, los agentes inconformes con sus condiciones laborales desacreditaron la reunión que tuvo la gobernadora con un grupo de elementos de la Secretaría de Protección y Seguridad Ciudadana, pues aseveraron que cuenta con el apoyo de cuando mucho 100 agentes y son más de 900 los que respaldan el movimiento que exige el cese de Muñoz Martínez.