El ataque terrorista que tuvo lugar el pasado 22 de marzo en la sala de conciertos del Crocus City Hall, en las afueras de Moscú, afectó a 695 personas, incluidos los 144 fallecidos, comunicó el Ministerio de Situaciones de Emergencia ruso.
«Para las 06:00 [03:00 GMT] del 30 de marzo de 2024, como resultado del atentado terrorista, 695 personas, incluidos 15 menores, fueron afectadas; de ellas 144 personas, incluidos cinco niños, murieron», indica el informe.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, reconoció que el ataque fue obra de islamistas radicales, pero supuso que podría ser un eslabón en una cadena de operaciones que se llevan a cabo contra Rusia desde 2014 «con las manos del régimen neonazi de Kiev».
Según el Servicio Federal de Seguridad, después del atentado los terroristas intentaron huir hacia la frontera entre Rusia y Ucrania. Sin embargo, Ucrania negó de plano su implicación en el ataque.
El atentado a la sala de conciertos es el más mortífero en Rusia en casi 20 años.
