Cientos de armas, incluidas ametralladoras y lanzacohetes, uniformes y otros equipos, así como ordenadores portátiles en los que se podría haber almacenado información sensible, se perdieron en el Ejército británico desde 2018, informó el diario ‘Telegraph’, citando datos del Gobierno.
«Los datos del Gobierno muestran que al menos 1.400 portátiles del MoD, 100 ordenadores y hasta 300 memorias USB que podrían contener grandes cantidades de datos sensibles también han desaparecido entre 2018 y 2023», señala la nota.
Entre las armas pérdidas o robadas figuran dos ametralladoras de uso general (GPMG), una de las cuales fue extraviada por la Marina Real Británica en alta mar.
Otras pérdidas de armamento incluyen fusiles de asalto, lanzacohetes, un fusil de asalto AK-47 de fabricación soviética, pistolas de la Primera y Segunda Guerra Mundial y «miles de cartuchos».
Entre otros equipos, se informó del robo de un vehículo Land Rover 2022, junto con cuatro baterías de coche y ruedas por valor de unas 16.000 libras esterlinas (unos 20.000 dólares), en una base de Kenia.
Según el medio, todas las pérdidas fueron investigadas por la policía militar, pero nunca se recuperó nada. Sputnik
