¡A LO MERO MACHO…!!
*De que la perra es brava… ¡hasta los de casa muerde!!
*Las carreteras del país… ¡un boleto al más allá!!
Edmundo Cázarez C.
A lo Mero Macho, no cabe duda que esta bendita actividad periodística nos ofrece un sinnúmero de sorpresas y satisfacciones, a decir verdad, muy pocas veces me había sentido tan emocionado al presenciar, en la imponente zona arqueológica de Tzintzuntzan, Michoacán, una magistral combinación de la riqueza simbólica y artística de un gran pueblo: mi natal y hermoso estado, en donde se dieron cita los máximos exponentes de la música, danzas y pirekuas, la esencia del arte tradicional purépecha, considerado por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Invaluables costumbres y excelsas creaciones de grandes músicos y danzantes que mantienen vivas esas fabulosas tradiciones que en mucho enaltecen los orígenes de una bendita tierra: MICHOACÁN
Llegar a Michoacán, El Alma de México, fue gracias a una atenta invitación que tuvo a bien extendernos el dinámico Maestro en Relaciones Internacionales y Mercadotecnia Roberto Monroy García, uno de los mejores secretarios de Turismo que haya tenido el gobierno que encabeza Alfredo Ramírez Bedolla. Acompañado de un reducido grupo de colegas, iniciar el viaje a mi tierra natal a bordo de una cómoda camioneta conocida como splinter, estaba llena de diversas emociones…
¿POR QUÉ LE DIGO ESTO…? Al cruzar por avenida constituyentes y tomar la autopista México–Toluca, rumbo a Pátzcuaro, debido a las obras que se llevan a cabo en la construcción del tren interurbano México/Toluca, estuvimos a punto de sufrir un lamentable percance, un cafre que manejaba un enorme tráiler, nos sacó materialmente de la cinta asfáltica pero gracias a la pericia de don “Fili”, como cariñosamente le llamaban al conductor del vehículo, supo evitar la colisión… ¡vaya susto!!
Una vez estando en el bellísimo Pátzcuaro, fuimos recibidos por personal de la secretaría de turismo estatal quienes, a partir de ahí, nos colmaron en atenciones para hacer más placentera nuestra estancia en Michoacán, brindándonos toda la información necesaria para poder llevar a cabo nuestra actividad periodística en torno al extraordinario espectáculo denominado Kuínchekua, la Fiesta de Michoacán.
DE QUE LA PERRA ES BRAVA … ¡HASTA LOS DE CASA MUERDE!!, en un acto de cortesía, los enviados del secretario de turismo estatal nos entregaron una bolsa con el logotipo de este magnífico evento, en cuyo interior había una hermosa agenda… ¡Oh, sorpresa!!, qué lejos estaba de imaginarme que mi mochila sería violada por los amantes de lo ajeno y en donde habia dejado el obsequio que me habían entregado… ¡Gulp!! ¿Fueron mis propios colegas?, esa, seria una temeraria y absurda acusación de mi parte, pero también, un colega del diario Milenio sufría los estragos de esa misma mala broma en “desaparecerle” una sudadera y artículos personales. ¡Carajo!!, hasta dónde vamos a llegar. Lo que sí me llamaba mucho la atención, es que éramos acompañados por uno de esos “celebres e ilustres reporteros”, que, mañana tras mañana, se dedican aplaudirle de rodillas al presidente de la 4T. En fin…
KUÍNCHEKUA… ¡La Fiesta de Michoacán!!, es un evento que todo México debe presenciar. Un punto de encuentro de la cultura, historia, danzas y tradiciones, teniendo como magno escenario la zona arqueológica Las Yácatas de Tzintzuntzan, un enigmático lugar y que fuera sede del Imperio Purépecha. Después de una interesante caminata por una ladera perfectamente iluminada con luz ámbar y negra, le imprimía un toque de magia, hasta donde nos habíamos dado cita poco más de 3 mil asistentes que quedaríamos verdaderamente fascinado por un digno espectáculo que inicia con la proyección de interesantes imágenes, acompañadas por la voz de un joven que narra los pormenores del inicio e historia del imperio purépecha y entrelazando un apasionante recorrido, a base de danzas y rituales prehispánicos para dar lugar a la apertura del cosmos con incensarios encendidos y los sonidos de miles de caracoles que convertían a La Yácatas en un lugar mágico.
Una muestra de cultura y tradiciones, en la que participan 380 artistas pertenecientes a las 28 comunidades de la zona lacustre. Magníficas danzas tales como los Kúrpites, los Tsapichus, Los Moros, del Torito del Carnaval y la mundialmente aplaudida: La Danza de Los Viejitos, entre potras muchas más, destacando el sincretismo religioso de los pueblos originarios de la Meseta Purépecha, Tierra Caliente y zona Lacustre del agonizante Lago de Pátzcuaro. Sin poder olvidar el Juego de Pelota Purépecha, en donde un grupo de jóvenes michoacanos, nos deleitaban con el rodar de una bola de fuego al compás de la música de pirekuas, música tradicional de la región.
Un verdadero agasajo, era admirar el cielo michoacano cuando centenares de drones proyectaban las palabras en multicolores MICHOACÁN, El Alma de México, Kuínchekua así como la formación de imágenes de la Mariposa Monarca, La Danza de los Viejitos y juegos pirotécnicos al compás de Juan Colorado y Lindo Michoacán, provocando el éxtasis, de pie, totalmente enloquecidos por el amor a la tierra natal, la ovación era interminable y constante, todo era algarabía.
Para cerrar con broche de oro, el dinámico secretario de Turismo del estado Roberto Monroy, hizo entrega de una pequeña estatuilla a los representantes de cada una de las danzas, músicos y bailarines, como justo reconocimiento a esta loable actividad en la preservación de tradiciones ancestrales que dan muestra de esa riqueza y raíces culturales de la entidad, que por tercer año consecutivo, es un punto en donde convergen la historia, tradiciones y costumbres de cada rincón del bellísimo Michoacán. Un espectáculo que debería ser admirado por todo México y no solamente en Tzintzuntzan.
LAS CARRETERAS DEL PAÍS… CONVERTIDAS EN UN BOLETO AL MÁS ALLÁ… De regreso a casa, para acabarla de amolar, fuimos objeto de un asalto en un transporte público en la carretera México/Texcoco… ¡Ah!! Pero dice el líder de la 4T que estanos a todo dar. Cuatro mozalbetes provistos de pistolas y cuchillos, a cada uno de los pasajeros de un camión urbano, nos despojaron de nuestras pertenecías, así es que, gracias que había guardado un celular “viejito”, es como pude recuperar mi número de celular, aunque mochilas, carteras y dinero en efectivo jamás los volveremos a ver. Gracias a Dios, no nos hicieron nada físicamente, solo el tremendo susto y sin un peso en la bolsa.
POR CIERTO, Hoy mismo, un amigo cercano a la familia nos contó que estuvo a nada de ser asaltado cuando regresaba de Puebla hacia la Ciudad de México, en un lugar denominado como Los Arcos, sitio en donde, todos los días, se cometen cientos de atracos a mano armada y la Guardia Nacional ni la policía de Caminos no hacen absolutamente nada.
Estimado lector de MISIÓN POLÍTICA, no se le olvide que solamente faltan 188 días para que López Obrador… ¡Se vaya mucho a la Chingada!!
Eso es todo por hoy y como siempre… ¡Saludos Cordiales!!
