Yo Campesino
•Empezaron en Sinaloa, donde Rubén Rocha Moya se alzó como gobernador del narco
Miguel A. Rocha Valencia
De los 66 “levantados” en diversas comunidades de Sinaloa, ya aparecieron 56 sin que, al parecer, se pagara rescate por alguno de ellos; los demás, están en veremos pero están plenamente identificados, mientras que el gobernador minimiza los hechos y afirma: “son cosas que suceden”, como si se tratara de un fenómeno recurrente, parte de la normalidad en ese estado.
Si lo dice Rubén Rocha Moya debe tener algo o mucho de verdad, pues así ocurrió cuando fue ungido como mandatario estatal en 2021 cuando “barrió” con sus opositores quienes fueron amenazados y muchos de sus colaboradores secuestrados, perdón “levantados” igual que hoy donde los criminales se llevaron familias enteras.
Aquella vez, activistas y dirigentes de oposición fueron intimidades y advertidos de no hacer proselitismo, no denunciar y de plano, entregar la elección donde Rocha Moya “ganó” con el mayor margen porque simplemente no hubo oposición la cual fue secuestrada por el crimen que gobierna realmente en la entidad y que por ello, como lo dice el ganso, es uno de los estados más pacíficos.
A la vista de los analistas, lo ocurrido en estos días en aquella entidad es una clara advertencia de los criminales ya no para candidatos, representantes de partidos o activistas de oposición, sino a la población en general para que “no se vayan a equivocar” votando por aspirantes distintos a los designados por ellos lo mismo para la Presidencia que para cargos locales, especialmente a las presidencias municipales.
Esto que parece un ensayo, podría convertirse en una escalada para poner ejemplo a la población sinaloense que, de acuerdo con palabras de su gobernador Rocha Moya, tiene normalizada la violencia, el crimen en sus diversas expresiones incluyendo el lavado de dinero a plena luz de día, la siembra y cosecha de drogas “naturales” y su procesamiento realizado con toda impunidad pues están autorizados para colocar retenes donde les viene en gana.
Una expresión del crimen organizado que se apodera de la conciencia de los mexicanos y consentido por un gobierno federal omiso el cual parece olvidar que para los criminales no hay amistades ni abrazos sólo intereses los cuales se miden en pesos o dólares.
Por eso el asesinato de tantos aspirantes a cargos de elección incluyendo morenistas como recientemente ocurrió en Acazingo, Puebla donde fue ejecutado el aspirante de la 4T a la presidencia municipal, Jaime González.
Cada día son más entidades donde los abrazos del gobierno federal cobran más víctimas por parte del crimen organizado quien de esa forma envía un mensaje muy claro de que su participación en las elecciones de junio no es a favor de un partido determinado, sino por sus propios representantes.
Para qué buscan convenios con candidatos si ellos mismos pueden poner a sus aspirantes, a aquellos que cuiden los intereses de la delincuencia y les garanticen incluso seguridad, impunidad y hasta participación en la administración de toda la cosa pública, incluyendo el presupuesto.
De tal suerte que, tras secuestros, asesinatos y atentados, está la huella impune del crimen organizado, de ese que también es pueblo y al cual, de acuerdo con el tlatoani tabasqueño, se debe respetar. Ya son 182 mil asesinatos y entre ellos más de 60 personas que intentaron ser candidatos a presidencias municipales, diputaciones locales, pero no llegaron.
Pero de acuerdo con el ganso de Macuspana, estamos en paz, no hay crisis y lo de narcoestado, es un mito creado por los neoliberales para agredirlo y tratar de manchar su paso a la historia como el mejor presidente de México.
Eso es la continuidad de que habla la corcholata presidencial, eso es lo que propone la 4T, veremos si la mayoría de los mexicanos así lo decide. Tal vez la alternativa no es la mejor, pero la primera no ofrece un cambio para superar la actual crisis sino hundirnos más en la política de abrazo y no balazos, así como en los gobiernos sin instituciones, sin respeto a la Ley, las libertades, a los derechos fundamentales, a la vida.
Y nos leemos el próximo lunes…