Perfil de “El Chori”: Uno de los líderes más buscados de La Unión Tepito en la CDMX

La captura de Eduardo Ramírez Tiburcio, más conocido por su alias “El Chori”, es uno de los mayores golpes contra el crimen organizado en la Ciudad de México, especialmente contra el cártel de La Unión Tepito, del cual se le considera uno de los líderes primordiales de quien se llegó a ofrecer una recompensa de hasta cinco millones de pesos por datos que llevaran a su aprehensión.

El operativo de captura de “El Chori” se realizó alrededor de las 19:33 horas del lunes 18 de marzo y esta acción fue ejecutada por agentes pertenecientes a la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México tras años siguiéndole el rastro.

El actual líder de La Unión Tepito había adoptado medidas extremas para evadir la justicia, entre ellas cambió su apariencia física dejándose crecer el cabello y la barba para a simple vista no tener nada qué ver con aquella imagen emitida por la Fiscalía General de Justicia de la CDMX cuando lo dio a conocer como uno de “los más buscados”.

Además, “El Chori” también intentó ocultar su identidad al momento de su detención bajo el falso nombre de Juan Manuel Bernal. Estos esfuerzos, sin embargo, resultaron infructuosos frente a la diligente labor de las fuerzas de seguridad.

La operación que condujo a su arresto se llevó a cabo en un domicilio cerca de la carretera Picacho-Ajusco, en la colonia Héroes de Padierna de la alcaldía Tlalpan, una zona ubicada al sur de la capital. Este lugar había sido elegido por “El Chori” como su escondite, presumiblemente buscando pasar desapercibido en una área menos vigilada por las autoridades.

Las unidades de inteligencia de la SSC, después de seguir sus pistas por un largo período, finalmente ubicaron a Ramírez Tiburcio. El operativo de captura fue meticulosamente planificado para minimizar el riesgo de enfrentamientos o de que el sospechoso pudiera huir.

A la hora de la detención, Eduardo Ramírez estaba acompañado por su esposa e hijo; en la imagen se le ve vistiendo una camisa camisa tipo polo, pantalones de mezclilla y unos tenis color negro.

Al ser detenido, se le incautaron varios objetos: drogas, un arma de fuego y dinero en efectivo. Eduardo “N” fue trasladado en medio de un importante despliegue de seguridad, a las instalaciones de la Fiscalía en la alcaldía Azcapotzalco, donde quedó a disposición de las autoridades competentes para su procesamiento.

Cabe mencionar que este no es el primer encuentro de “El Chori” con la justicia, pues ya había sido encarcelado en ocasiones anteriores. Sin embargo, esta captura destaca por realizarse bajo la presión de una recompensa de cinco millones de pesos y una notable atención mediática.

La detención de “El Chori” no solo es significativa por su condición de líder dentro de La Unión Tepito, sino también por la vasta gama de delitos graves a los que se le vincula, que incluyen asesinatos, desapariciones forzadas, secuestros, extorsiones, narcomenudeo, invasión de predios y trata de personas.

El más buscado de la CDMX

Eduardo Ramírez Tiburcio se erigió como una figura predominante dentro de La Unión Tepito, una de las organizaciones criminales más notorias y poderosas de la Ciudad de México. Su ascenso en las filas de esta organización le permitió tener bajo su mando varios aspectos del negocio ilícito, consolidando su reputación como un líder capaz y despiadado.

“El Chori” estaba vinculado a una amplia gama de actividades criminales. Entre estas, se destacan el narcomenudeo, un negocio lucrativo que le permitía tener control sobre la distribución de sustancias ilícitas en varias alcaldías de la capital. Este negocio no sólo implicaba la venta de drogas, sino también la invasión de predios y establecimientos nocturnos.

Más allá del tráfico de drogas, Ramírez Tiburcio estaba señalado por su participación en crímenes más graves, que incluyen asesinatos, desapariciones forzadas, secuestros y feminicidios. Estos actos brutales eran herramientas de control y poder dentro de su arsenal, utilizados para instigar el miedo y asegurar la lealtad o el silencio de aquellos a quienes quería someter o neutralizar.

Un aspecto particularmente preocupante de su liderazgo era su habilidad para reclutar jóvenes a las filas del cártel. “El Chori” capitalizaba la vulnerabilidad y falta de oportunidades de estos jóvenes para involucrarlos en actividades ilícitas, asegurando así una generación futura de operadores y sicarios dispuestos a seguir sus órdenes.

Además de controlar los flujos de droga en la ciudad, “El Chori” era también conocido por ejercer actividades de extorsión, particularmente contra comerciantes del Centro Histórico de la Ciudad de México. A través de la intimidación y violencia, lograba imponer un “impuesto” a los negocios de la zona, afectando profundamente la vida económica y cotidiana de los afectados.

El liderazgo de Eduardo Ramírez Tiburcio dentro de La Unión Tepito lo colocó en un lugar preponderante dentro de la jerarquía criminal de la capital, reflejando el complejo entramado de poder, violencia y corrupción que caracteriza al crimen organizado en la Ciudad de México.

(Agencias)

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