Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
De todos es sabido que los magos no hacen magia. Son profesionales del engaño y, como tales, sorprenden a quienes ignoramos la ciencia de sacar de una chistera un conejo, de quitarse las cadenas y las esposas para salir del cubo de agua con vida. Son personajes que no requieren pintarse el rostro para convencer. Elegantes, la mayoría se vista de smoking o frac, tienen velocidad en las manos para hacernos creer que son iluminados y, por tanto, merecen el aplauso y el reconocimiento.
Las palabras no tienen magia. Se las lleva el viento y, en ocasiones, nadie se acuerda quién las pronunció y bajo cual contexto.
Hace casi cinco años, la entonces gobernadora de la Ciudad de México y hoy candidata a la Presidencia de la República, acudió a la Delegación -todavía no eran alcaldías- Gustavo A. Madero acompaña por el presidente de la República. Un evento de “desaire” por lo ocurrido semanas antes en la misma demarcación y a la que no acudieron los “invitados” y enfrentaba, además, críticas por la inseguridad, el aumento del comercio ambulante, la falta de transporte y ene número de problemas, pequeños si usted quiere, pero problemas al final.
En esa gira y ante el “nutrido público que voluntariamente (a fuerzas) acudió”, el presidente escuchó el mensaje de la mandataria y al tomar la palabra exclamó: ¡No está sola!… ¡no está sola!… ¡no está sola!, lo que representaba mostrar que contaba con todo su apoyo.
Con el paso de los años, se confirmó que es la alumna predilecta -no por avanzada- del profesor y hoy busca convertirse en la primera mujer presidenta de México.
La arenga la ha repetido en escasas ocasiones. Una de ellas, ayer.
En una acción impositiva, de falta de respeto a los habitantes que gobierna Evelyn Salgado Pineda, les dijo a todos los que quieren escuchar: ¡No está sola!… ¡no está sola!… ¡no está sola!
Aplaudió la decisión de la gobernadora de despedir a los secretarios General de Gobierno y de Seguridad Pública y la petición de relevar a la Fiscal General del Estado.
Sería bueno que, sin temor a que le falten el “respeto a la investidura presidencial”, caminara entre los afectados por Otis y escuchara lo que piensan de la defendida.
Suponer que las palabras que salen de la garganta presidencial son mágicas y cambian la narrativa entre los gobernados, en este caso de Guerrero, todo, no resulta verdad.
Guerrero está incendiado no solamente por la falta de apoyo a los damnificados, sino por el incremento de la presencia de grupos criminales y ahora por el abuso de poder de las policías estatal y municipales.
No basta con despedir a dos subordinados que, hay que ser claros, no actuaron motu proprio en la confección de la historia en la que resultó asesinado Yanqui Kothan Gómez Peralta. No son autónomos.
Luego, entonces, haberlos depuesto de sus cargos, no limpia el rostro de la gobernadora y menos lo hacen las palabras presidenciales -pronunciadas en Baja California Sur, no en Guerrero- que no son mágicas como los cosméticos que quitan las arrugas y fortalecen la piel.
Los hechos son irrebatibles. La ingobernabilidad, la ausencia de políticas públicas, el alejamiento de la sociedad, son pruebas suficientes para que doña Evelyn solicite licencia. Ya cumplió 2 años y 5 meses en el cargo por lo cual no hay necesidad de convocar a nuevas elecciones.
Eso sería mágico. No los trucos al estilo de Beto el Boticario, que desvelaba cómo los hacía.
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