Días después de que se difundieran grabaciones en las que altos oficiales alemanes debaten sobre la posibilidad de atacar el puente de Kerch, en Crimea, el director de la CIA, William Burns, reconoció que más fondos estadounidenses permitirían a las tropas ucranianas llevar a cabo ataques en ese territorio ruso.
«Evaluamos que, con la asistencia suplementaria […], Ucrania puede seguir exigiendo costes a Rusia, no solo con los ataques de penetración en Crimea, sino también contra la flota rusa del mar Negro», dijo Burns al Comité de Inteligencia del Senado de su país.
El mes pasado, los republicanos del Senado rechazaron un paquete suplementario de seguridad nacional de 118.000 millones de dólares que incluye 60.000 millones para Ucrania, 14.000 millones para Israel y reformas de la política fronteriza. Los republicanos afirman que las reformas de seguridad fronteriza del proyecto de ley no harían lo suficiente para resolver la crisis fronteriza.
El Senado acabó enviando a la Cámara de Representantes un proyecto de ley de ayuda exterior por valor de 95.000 millones de dólares, que el presidente de la Cámara, Mike Johnson, se ha mostrado reacio a retomar por el momento mientras los legisladores dan prioridad a aprobar presupuestos de gasto para todo el año en lugar de depender de proyectos de ley de gasto a corto plazo.
Los medios de comunicación informaron de que los republicanos de la Cámara de Representantes se encuentran en las primeras fases de elaboración de un proyecto de ley alternativo de ayuda exterior que esperan esté listo para abril, aunque podría incluir menos ayuda para Kiev.
La postura del jefe de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) ocurre luego de que circularan unos audios en los que se escucha conversar a altos mandos del Ejército de Alemania sobre planes para atacar el puente de Crimea, algo que fue considerado por Moscú como una prueba más del involucramiento activo de Occidente en el conflicto ucraniano.
«Aquí queda por descubrir si la Bundeswehr lo está haciendo por iniciativa propia, entonces la pregunta es qué tan controlable es la Bundeswehr y hasta qué punto el señor [canciller alemán Olaf] Scholz controla esta situación, o esto es parte de la política estatal de Alemania. Ambas opciones son muy malas. Ambas vuelven a poner de manifiesto la implicación directa de los países de Occidente en el conflicto en torno a Ucrania», dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, el 4 de marzo pasado.
El 1 de marzo, la editora jefe de la agencia matriz de Sputnik, Margarita Simonián, publicó la transcripción de una conversación de cuatro altos mandos de la Bundeswehr que estaban discutiendo la posibilidad de un ataque con misiles Taurus al puente de Crimea.
Ante estas revelaciones, admitidas por el propio Ministerio de Defensa alemán, diversos analistas de todo el mundo afirmaron que la implicación de Occidente en la crisis en Europa del Este es cada día más obvia. Incluso un análisis publicado en el diario británico The Guardian señaló que «Ucrania parece cada vez más un mercenario de la OTAN para los generales occidentales que quieren aumentar sus presupuestos y revivir los juegos de la Guerra Fría de su juventud». El precio de ello, dijo, lo pagan los contribuyentes y los jóvenes ucranianos.(Sputnik)