La comunidad muxe en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, ha levantado la voz para exigir justicia luego del trágico asesinato de Alize Díaz, una joven trans originaria de la región, que fue víctima de un transfeminicidio en Tapachula, Chiapas.
Los hechos ocurrieron la noche del 7 de marzo, cuando Alize fue encontrada muerta en el bar El Palomar, lugar donde trabajaba como mesera. Según informes preliminares, la víctima presentaba signos de violencia extremadamente grave; fue asfixiada y posteriormente asesinada con dos disparos.
Este suceso ha generado una gran consternación entre sus seres queridos y activistas, quienes claman por un castigo efectivo hacia los responsables.
Detrás de este horrendo crimen parece yacer un motivo de odio de género, como sugieren diversas organizaciones feministas.
Testimonios de personas cercanas a Alize y activistas del estado de Chiapas han detallado cómo la joven fue brutalmente agredida antes de su muerte. La sacaron del establecimiento violentamente para luego cometer el crimen, de acuerdo con lo reportado por la organización ‘50 + 1 – Chiapas’. Este ataque no solo destaca la vulnerabilidad de la comunidad LGBTQ+ en la región sino que también pone de manifiesto la importancia de implementar medidas más rigurosas para proteger sus derechos y seguridad.
Alize Díaz había emigrado de Santo Domingo Tehuantepec, Oaxaca, a Chiapas buscando mejores oportunidades de vida, una realidad que resalta la difícil situación que enfrentan muchas personas trans en México, quienes a menudo se ven forzadas a dejar sus hogares en busca de aceptación y trabajo.
La demanda de justicia por su asesinato se ha convertido en un llamado a la acción para abordar no solo este caso sino también la amplia discriminación y violencia que enfrenta la comunidad trans en el país.
La sociedad y diversas organizaciones de derechos humanos han mostrado su solidaridad con la comunidad muxe y la familia de Alize, insistiendo en la necesidad de una investigación exhaustiva por parte de la Fiscalía del Estado de Chiapas. Este caso subraya la urgente necesidad de políticas inclusivas y ambientes seguros para todos, sin importar su identidad de género.
La lucha contra la transfobia y el amplio espectro de discriminación requiere de un esfuerzo conjunto para garantizar que tragedias como la de Alize Díaz no se repitan.
Hasta el momento, usuarios en redes sociales se han sumado al llamado de justicia, para que este acto se trate con todo el peso de la ley y se bysque al responsable.(TeleSur)
