La tensión y la violencia en Haití crecieron exponencialmente cuando las bandas delincuenciales ayudaron en la huida de más de 3.000 presos.
En las últimas horas se han registrado intensos tiroteos en varias zonas de Puerto Príncipe y los alrededores del Palacio Nacional, pese al estado de emergencia y el toque de queda que rigen en la zona.
Las condiciones humanitarias continuaron deteriorándose después de que grupos armados desataran un caos generalizado en la atribulada nación caribeña la semana pasada. Grupos de ayuda y organizaciones no gubernamentales advirtieron sobre una escasez de suministros médicos y alimentos.
Hasta 3.000 mujeres embarazadas en Haití corren el riesgo de perder el acceso a una atención sanitaria crucial, advirtió el viernes la ONU, mientras las condiciones humanitarias en la capital, Puerto Príncipe, siguen en picada.
Las pandillas criminales en Haití atacaron varios edificios gubernamentales en la capital del país, incluido el palacio presidencial, provocando víctimas, además también infligieron daños a comisarías, bases de la Policía Nacional de Haití e instituciones ubicadas en la zona del Campo de Marte.
Presuntos delincuentes fueron abatidos por la Policía Nacional de Haití durante un ataque al Palacio Nacional la noche del viernes en Puerto Príncipe, orquestado por la coalición de bandas armadas «Vivre Ensemble», según publicaron este sábado medios locales.
Los muertos forman parte de esa coalición que dirige el expolicía Jimmy Cherizier, alias Barbecue, considerado el más poderoso jefe de bandas en Haití.
Los bandidos intentaron incendiar el edificio del Ministerio del Interior, donde fueron emboscados por agentes de la policía. Al menos 5 vehículos estacionados en el aparcamiento y el generador del ministerio fueron incendiados.
Si el área metropolitana de Puerto Príncipe sigue paralizada en las próximas semanas, casi 3.000 mujeres embarazadas podrían verse privadas de acceso a la atención sanitaria básica, y casi 450 podrían sufrir complicaciones obstétricas potencialmente mortales si no reciben asistencia médica», declaró el viernes en un comunicado la oficina de la ONU en Haití.
Haití, uno de los países más pobres de América, atraviesa por una grave crisis política, humanitaria y de seguridad desde el magnicidio del presidente Jovenel Moïse, ocurrido en julio del 2021.
Las fuerzas de seguridad han sido desbordadas por las pandillas, que han tomado el control de zonas enteras del país, incluido Puerto Príncipe.
El jefe pandillero Jimmy Chérizier, conocido como ‘Barbecue’, ha llamado a detener al jefe de la policía y a sacar del poder al primer ministro Ariel Henry.
Por otra parte, en el ámbito de la diplomacia regional, el presidente de turno de la Comunidad del Caribe (Caricom), el mandatario de Guyana, Irfaan Alí, aseguró este sábado que ha habido “avances considerables” en las conversaciones con las partes haitianas, pero sin lograr aún resultados definitivos.
“Si bien estamos logrando avances considerables, las partes interesadas aún no están donde necesitan estar”, dijo en un comunicado Ali sobre las discusiones de Caricom con el primer ministro haitiano, Ariel Henry, y otros grupos políticos y de la sociedad civil.
Para ello, Ali confirmó que han decidido invitar a una reunión este próximo lunes, 11 de marzo, en Jamaica, a los jefes de Estado y de Gobierno de los “países clave con los que Haití se ha comprometido como socios”, a los que no citó.(TeleSur)