SILVESTRE VILLEGAS REVUELTAS
El pasado 26 de febrero, el Parlamento Europeo que agrupa alrededor de 600 diputados que representan a los diversos países que constituyen la Unión Europea, pasó una ley para regular los abusos que en aquellas latitudes se cometen en los diversos procesos electorales, especialmente las elecciones que se avecinan para mediados de este año y que renovarán dicho cuerpo. En los motivos que anteceden la ley y que fueron expresados para que los conociera la opinión pública, claramente el Parlamento Europeo señalaba que hoy las campañas se definen por flagrantes mentiras, por un lenguaje ofensivo, por el uso criminal de tecnología especializada en la internet y porque semejantes males son diseñados y utilizados por gobiernos, compañías, entes particulares en desacreditar candidatos, desacreditar gestiones gubernamentales y fomentar la inestabilidad política en un determinado país. Ello se materializaba en críticas contra de Ejecutivos como Pedro Sánchez en España, el húngaro Víctor Orbán o los primeros ministros en Portugal, Polonia, etcétera. Temáticamente, las elecciones con discursos violentos y tendenciosos, lo mismo denostaban un proyecto ecologista que políticas a favor del resguardo respecto al fenómeno migratorio, múltiples acusaciones de negocios definidos por corrupción y obtención de privilegios y gruesas sumas de dinero. Finalmente, alertaba a la ciudadanía europea a que estuviera vigilante y crítica respecto a los mensajes que por diversos medios electrónicos le llegaban personalmente para influir su voto, para contarle mentiras, para generar un sentimiento de violencia contra el que piensa diferente. En resumen, un panorama de intolerancia política y en otros temas.
Situaciones pasmosamente similares han sucedido en México durante las pre, las proto, e inminente campañas que renovarán poderes de la Unión, gubernaturas y gobiernos municipales. Azules, verdes, amarillos, morenos, tricolores y demás lindezas abiertamente le mienten todos los días a la ciudadanía. Se presentan como si en el pasado, sus respectivas administraciones hubieran sacado al pueblo mexicano de la pobreza; no tienen empacho en olvidar que bajo sus regímenes se cometieron crímenes contra personas, desfalcos contra los contribuyentes que pagan impuestos. Robos con todo el respaldo de leyes a propósito para imponer un estado de cosas, especialmente en los últimos cinco sexenios; al actual, aunque ha querido hacer diversas modificaciones sustanciales, ha sido contrariado una y otra vez desde la Suprema Corte hasta laudos expresados por jueces de circuito. Ello no borra que, en la visión de la 4T, el gobierno actúa muy parecido a sus antecesores, aunque puede argumentarse que las reformas obradoristas van en un sentido opuesto a lo criticado por el “neoliberalismo” de raigambre conservador.
En México nos caería muy bien una legislación como la que aprobó el Parlamento Europeo en materia de elecciones, simplemente por lo siguiente: se dice que el Presidente divide en las “mañaneras”. Es cierto, pero los noticieros en los diversos medios hacen lo mismo durante todo el día; a menos de que no se analice lo que dicen los principales conductores, el sesgo de las noticias que publican y la línea editorial que reciben para que muchos editorialistas se pongan de acuerdo y escriban en un mismo día sobre el mismo tema, con las mismas críticas, las mismas palabras: en fin, toda una orquestación editorial-humana como los llamados bots que se programan electrónicamente.
Pero si nos vamos a la internet, no tan profunda, se aprecia que desaparecen las argumentaciones de uno y otro lado, pero aparecen los insultos de más subido tono, se hace presente la ya mencionada intolerancia y se vuelve común la negación de que el sol brilla: ¡¡de uno y otro lado!! Temas que años atrás eran motivo de crítica por parte de académicos, por los excesos que representaban, ahora se les analiza de una manera sesgada. Por ejemplo, la necesidad de eliminar los diputados y senadores de representación proporcional y disminuir los gastos que la federación hace para el sostenimiento de los partidos políticos. ¿A quién representan semejantes diputados y senadores? No a la ciudadanía porque ella vota por los candidatos de su distrito. Tampoco a la línea ideológica de los partidos políticos. Los “proporcionales” son premios, prerrogativas para imponer en los cuerpos legislativos a las respectivas mafias de dirigentes-cuates/cuotas que existen al interior de cada uno los partidos políticos en México. El académico López Ayllon, otrora del CIDE y ahora en el IIJ-UNAM, argumentaba en el sentido de que desaparecer diputados/senadores de representación proporcional resultaría en la sobre-representación del partido ganador, en este caso MORENA. Correcto, pero como decía Margaret Thatcher: permitir llegar al Parlamento británico a los proporcionales es abrirles el espacio a minorías que poco representan, a minorías que suelen ser violentas, a que el país tenga gastos injustificados. Como dije líneas arriba, hemos llegado a tal nivel de enfrentamiento que temas de evidente justicia y de evidente necesidad, si lo propone el contrario se descalifica en automático. Ello no le conviene al bienestar de la república y de su ciudadanía.