La crisis de agua en la Ciudad de México continúa siendo uno de los principales agobios de sus habitantes.
Entre sequía y presas sin llenar, ya son varias las colonias que reciben agua apenas dos o tres días de la semana.
De acuerdo con cifras de la Conagua (Comisión Nacional del Agua) entre 1996 y 2021 el suministro diario de agua por habitante se ha reducido casi a la mitad. Pasó de 570.5 litros a 308 litros diarios por habitante.
Esta caída se explica, principalmente, por la combinación entre la disponibilidad de agua potable por sequías y el crecimiento de la demanda poblacional.
Los expertos coinciden en que para tratar el desabasto de agua en la Zona Metropolitana del Valle de México es necesaria una estrategia de largo plazo en la que se priorice la eficiencia en la gestión del agua. Y que contemple un cambio al modelo de desarrollo urbano.
