La Auditoría Superior de la Federación encontró una cadena de “inconsistencias” en el manejo del presupuesto, licitaciones en paralelo u 26 adjudicaciones adicionales en la compra consolidada de medicamentos y material de curación que realizaron el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) y de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS, por sus siglas en inglés) en el año 2022.
En lo que fue el primer mecanismo de compra de medicinas, la Auditoría registró que la UNOPS reintegró a la Tesorería de la Federación 8 millones 600 mil cien pesos sin que se mencione el concepto.
El registro muestra desorden al llevar no solo la compra sino también el seguimiento para conocer la distribución de medicinas, lo que explica ahora las denuncias recurrentes de los derechohabientes del IMSS, del ISSSTE y las secretarías en los estados, así como las organizaciones civiles sobre el desabasto de medicinas.
Al dar a conocer el resultado de la revisión a la Cuenta Pública del año 2022, se informa que “se detectaron inconsistencias en la información financiera reportada por el INSABI toda vez que en las sesiones del Comité de Control y Desempeño Institucional del ejercicio 2022 se reportaron que se realizaron 12 procedimientos de contratación (9 licitaciones y 3 adjudicaciones directas) para la compra de medicamentos, no obstante que en la ejecución de la auditoría se informaron 13 licitaciones públicas y 23 adjudicaciones directas”.
La Auditoría relata que se confrontó la documentación que ambas instituciones entregaron durante el proceso de revisión, entre otros con el Informe Anual de Autoevaluación 2022 que el Insabi realizó. Ahí encontró incongruencias en el seguimiento de las órdenes de reposición que emitió la UNOPS durante el ejercicio 2022, “lo cual no es congruente con lo informado durante la auditoría, ya que se señaló que cada institución era la encargada de dar seguimiento a sus entregas”.
De igual manera la Auditoría determinó diferencias en las cifras reportadas en los Estados Financieros del Fondo de Salud para el Bienestar (Fonsabi) en virtud de que “no se reportaron tres aportaciones por 3 mil 454 millones 568.5 mil de pesos, así como el reintegro efectuado por la UNOPS por 8 millones 600.1 mil de pesos”.
Tampoco se acreditó la integración de los rendimientos financieros por nueve mil 516 millones 916.3 mil pesos, ni aclaró la diferencia por 4 mil 615 millones 856.8 mil pesos identificados en los reportes de ingresos como intereses a favor.
Agrega que también hubo descuido en el reporte financiero debido a que 58 mil 166 millones 248.7 mil pesos se debieron reportar como reintegro a la Tesorería de la Federación y no solo como egresos.