A la Vuelta de la Esquina
IVÁN RUIZ FLORES
¿De qué estatura será la responsabilidad del actual gobierno en la tácita masacre perpetrada por el virus del Covid 19 que se tradujo en casi un millón de muertos?
No tardarán en darlo a conocer los especialistas respetables, como Julio Frenk.
En la misma canasta de la incompetencia, en tal periodo en América Latina, estarán junto a México, con su gobernante Andrés Manuel López Obrador, naciones como Brasil, con su entonces mandatario Jair Bolsonaro; Nicaragua, con Daniel Ortega; Venezuela, con Nicolás Maduro; Perú, con Martín Vizcarra; Argentina, con Alberto Fernández; Ecuador, con Guillermo Alberto Santiago Lasso Mendoza; Panamá, Laurentino Cortizo Cohen; El Salvador, Nayib Bukele y Colombia, Iván Duque.
Hoy, pasados los años, en las diversas naciones no sólo de Latinoamérica, sino del mundo, se están juzgando los hechos macabros de entonces, así como la falta de conocimientos en la materia, el rechazo velado a los planteamientos de la Organización Mundial de la Salud y de la Organización Panamericana de la Salud; la negativa a invertir recursos en vacunas, medicamentos y elementos médicos para los hospitales donde llevaron a los enfermos, de parte del gobierno en turno y sobre todo la tardía acción cuando el virus ya abarcaba a buena parte de los habitantes de los países incluido México.
A principios de mayo de 2020 se lanzó en firme la advertencia de la “pandemia”, pero en muchos países no hicieron caso y lo pagarían con defunciones.
Tres años después, el 5 de mayo de 2023, el mundo recibió la noticia de las autoridades de la Organización Mundial de la Salud sobre el fin de la emergencia sanitaria mundial por la COVID-19.
Y llegó la hora del balance en los países, porque en muchos, como en el caso de México fue injusto e irresponsable el fallecimiento de miles por falta de inversiones gubernamentales en todo lo que los mexicanos enfermos requerían.
Más de 700,000 mexicanos fallecieron y hoy a la hora de revisar, analizar y cuestionar, con la idea de que ese tipo de criminalidad no vuelva a ocurrir en México, se integra una Comisión Independiente de Investigación Sobre la Pandemia Covid-19.
La misma, integrada por 17 académicos e investigadores en diversas materias de la ciencia, relacionadas con el tema, encabezados por el epidemiólogo Jaime Sepúlveda, director Ejecutivo del Instituto de Ciencias de la Salud Global de la Universidad de California.
En ese grupo multidisciplinario estará también el ex secretario de Salud de México, Julio Frenk, presidente de la Universidad de Miami, además de Julia Carabias, José Ramón Cossío y varios personajes más.
¿Formará parte López Gatell o estará en el filo de la navaja?
Se desconoce, pero por lo pronto deberá responder las preguntas de los científicos y especialistas en diversas materias de nuestro país.
Y es que, como Como señalara la UNESCO el año pasado en su análisis: “COVID-19. Hagamos que esta sea la última pandemia”:
“El nuevo milenio ha sido testigo de los estragos que pueden causar amenazas para la salud de alcance mundial como el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS), el ébola y el zika. Los expertos han advertido de la amenaza de nuevas enfermedades pandémicas y han instado a que se introduzcan cambios radicales en la forma de protegerse contra ellas, pero no se ha producido la transformación necesaria. Tan pronto como una amenaza para la salud o un brote mortal desaparece de la memoria, la complacencia se instala en lo que se ha denominado un ciclo de pánico y negligencia. Hay que poner fin a ese ciclo”.
EL RIESGO CONTINUA
LATENTE EN EL MUNDO
A su vez la Organización Mundial de la Salud señala que las variantes actuales del virus tienden a causar “…un cuadro menos grave de la enfermedad, mientras que los niveles de inmunidad son más elevados como consecuencia de la vacunación, lo que ha reducido el riesgo de enfermedad grave y fallecimiento para la mayoría de los pacientes”.
Explica que la actualización en la que se trabaja “…incluye nuevos niveles de referencia en cuanto a las estimaciones de riesgo de ingreso hospitalario en el caso de los pacientes que no presentan un cuadro grave de COVID-19.
Precisa también que se estableció una nueva categoría: “riesgo moderado”, el cual incluye ahora a las personas que antes se consideraban de alto riesgo, como las de edad, con afecciones crónicas, discapacidad y comorbilidades de las enfermedades crónicas.
“Las estimaciones de riesgo actualizadas ayudarán a los profesionales de la salud a identificar a las personas con un riesgo de ingreso hospitalario alto, moderado o bajo, y a adaptar el tratamiento de acuerdo con las directrices de la OMS:
“Alto: las personas inmunodeprimidas siguen teniendo un mayor riesgo si contraen la COVID-19, con una tasa de hospitalización estimada del 6%.
“Moderado: las personas mayores de 65 años, las personas con afecciones como obesidad, diabetes y/o afecciones crónicas, en particular la enfermedad pulmonar obstructiva crónica o una enfermedad renal o hepática, cáncer, las personas con discapacidad y las personas con comorbilidades de las enfermedades crónicas tienen un riesgo moderado, con una tasa de hospitalización estimada del 3%.
“Bajo: las personas que no pertenezcan a las categorías de riesgo alto o moderado tienen un riesgo de hospitalización bajo (0,5%). La mayoría de las personas pertenecen a la categoría de riesgo bajo”.
Esta organización mundial también especifica:
“La OMS sigue recomendando encarecidamente la combinación de nirmatrelvir y ritonavir (también conocido por su nombre comercial, “Paxlovid”) para las personas con riesgo de hospitalización alto y moderado. Las recomendaciones indican que la combinación de nirmatrelvir y ritonavir se considera la mejor opción para la mayoría de los pacientes que cumplen con los requisitos, en vista de sus beneficios terapéuticos, la facilidad de administración y que existen menos motivos de preocupación acerca de posibles daños. La OMS recomendó por primera vez la combinación de nirmatrelvir y ritonavir en abril de 2022”.
En México tienen la palabra… y ojalá también la obra.