*En el Estado de los Difíciles Nombres: Eronguarícuaro y Tócuaro,
*También Purenchécuaro, Tacícuaro, Etúcuaro, Tangancícuaro y Umécuaro…
*¡Y qué tal Descansar en Hamacas que Penden de los Altos Árboles!
*Turismo de Aventura, Senderismo Para ver las Caídas de Agua Formadas por un río
*Visitar la Casa de los Once Patios, el Palacio de Huitziméngari y los Templos en Pátzcuaro
*Además, la Biblioteca Pública Gertrudis Bocanegra e ir al Teatro Emperador Caltzontzin
*Un Gran Remate Sería Visitar el Paricutín el “Volcán Niño” de México
*Ello Porque da Inicio la Edición número 12 de Atmex, Nada Menos que en Michoacán
SUSANA VEGA LÓPEZ,
Enviada
PÁTZCUARO,Mich.- Eronguarícuaro,Tócuaro, Purenchécuaro, Tacícuaro, Etúcuaro, Tangancícuaro, Umécuaro, achoque, huatápera… son palabras que resultan difíciles de leer, de pronunciar en voz alta y que recuerdan aquel trabalenguas de “el arzobispo de Constantinopla se quiere desarzobispoconstantinopolizar…”. Son todo un reto al momento de pronunciarlas, pero son lugares que realmente existen y se encuentran en la región lacustre de Michoacán.
Así, en el municipio de Eronguarícuaro, donde habitan los eringoracuarenses, comunidad localizada a poco más de 10 kilómetros de Pátzcuaro, se encuentra Tócuaro, un pobladito famoso porque la madera cobra vida en las manos de los artesanos que elaboran máscaras para usarlas en danzas tradicionales.
San Jerónimo Purenchécuaro es, a su vez, una localidad del municipio de Quiroga donde los purépechas viven en todo su esplendor; aquí resaltan las construcciones de adobe con techos de tejas rojizas que hacen del lugar un sitio único, toda vez que se visita el centro ecoturístico comunitario Cerro Sandío apto para realizar caminatas alrededor de los manantiales y visitar la Reserva del Achoque (anfibio), la huatápera (hospital), el museo y la iglesia.
¿Te imaginas descansar en hamacas que penden en lo alto de los árboles luego de una caminata? Una experiencia, sin duda, llena de adrenalina que se realiza en la reserva natural Bosque Uakusi, en donde se localiza el Cerro del Águila, la montaña más alta del municipio de Morelia (alcanza los 3 mil 80 metros sobre el nivel del mar) en el cual, por cierto, se localiza el manantial Mintzita que provee el 40% de agua que usan los morelianos.
Los viajeros se dan cita en el pueblo de Tacícuaro para, sobre cuatrimoto, llegar al bosque y subir a la montaña por donde se deberá caminar cerca de dos kilómetros con el fin de descansar en coloridas hamacas instaladas entre las alturas de los árboles.
¿Y qué tal visitar el Pueblo de Etúcuaro, en el municipio de Tangancícuaro, donde habitan tarascos quienes, por cierto, elaboran mezcal con el maguey cupreata, un destilado que ha permitido conocer a esta comunidad como la cuna del mezcal michoacano?
Los habitantes te llevan a una fábrica tradicional para que seas testigo de cómo se procesa esta bebida mexicana que se caracteriza por su peculiar sabor que le imprimen sus campos agaveros. Aquí también, para quienes gustan, pueden probar, ¿y por qué no?, comprar dicho mezcal.
Además, en Etúcuaro, se puede realizar senderismo, llegar a la cascada y conocer su parque de Aventura donde se siente, al máximo la adrenalina, si te atreves a lanzarte de una tirolesa de 1 km; columpiarte al vacío; caminar por un mirador de cristal; y/o subirte al Puente colgante de 100 metros de altura.
Todo lo anterior, son actividades que se ofrecen en la edición número 12 de Atmex, que esta semana dio inicio en Michoacán para conocer muchos de sus atractivos y donde se dan cita operadores turísticos, guías de turistas y reporteros tanto nacionales como internacionales.
Si eres amante del ecoturismo, sin lugar a dudas te atraerá realizar una caminata de, aproximadamente, dos horas por el bosque a través de un sendero que te llevará directamente al cráter de un volcán.
Al cráter volcánico se le conoce como Cerro Hueco y es un icono para el turismo de aventura en Michoacán; aquí se puede hacer rapel y admirar lo que llaman La Alberca. Estar presentes en esta naturaleza es realmente un gozo para la vista.
En el marco de Atmex, se supo de Umécuaro, un singular poblado de apenas 415 habitantes, localizado en el municipio de Morelia, donde existe una pequeña presa. Allí se realiza turismo de aventura si te animas a tirarte de una tirolesa que cruza por encima de la presa.
También se ofrece senderismo en el Centro Ecoturístico Tres Cascadas donde se visitan caídas de agua formadas por el río que se nutre de la presa; todo un reto resulta cruzar los puentes colgantes. Para finalizar la aventura se disfruta de una comida y una degustación de mezcal.
Cabe señalar que Pátzcuaro, Pueblo Mágico, fundado por Vasco de Quiroga, en la antigüedad era parte del señorío de los uacúsechas, tierra de los indígenas que los españoles llamaron tarascos y que ahora se denominan purépechas.
Caminar por sus calles empedradas y admirar sus tejados color rojo; visitar la Casa de los Once Patios; ir a alguna de sus plazas, iglesias, o islas; degustar su gastronomía y comprar alguna artesanía es inevitable al llegar al lugar.
Resulta interesante conocer el Palacio de Huitziméngari, la Biblioteca Pública Gertrudis Bocanegra; ir al Teatro Emperador Caltzontzin; enterarte que Pátzcuaro fue una de las primeras ciudades fundadas por los purépechas hacia el año 1300; que los tarascos (son los mismos) establecieron un importante centro ceremonial fundado por Curátame en 1324 y gobernado por Tariácuri a partir de 1372; que su nombre significa “la puerta del cielo”; que fue el principal centro religioso de esta civilización y; que se creía que aquí ascendían y descendían los dioses.
No es todo, en su gran lago, el de Pátzcuaro, se encuentran las islas de Yunuén y Pacanda, además de Tecuena y Janitzio, la más famosa, aunque, se afirma, en total son ocho islas las que tiene el cuerpo de agua.
Una aventura por demás atractiva, es la visita al volcán Paricutín. Se comienza con una caminata entre piedras y arena volcánica para alcanzar la cima del volcán más joven del mundo; durante el trayecto se admira el paisaje que la altura te brinda, se siente el calor de sus vapores y, si estás de humor, diviértete al bajar deslizándote en la arena. El viaje continúa hasta el centro turístico Pantzingo dónde se disfruta de una deliciosa comida.
En Michoacán se descubre el pasado y el presente purépecha, una cultura milenaria que se vive en el corazón del estado, donde se continúan las experiencias con ceremonias en las que se pide permiso a los 4 vientos y a la madre tierra. Pero, lo más curioso, son los nombres de los poblados que parecen trabalenguas.
En la próxima entrega te hablaré de la experiencia que elegí para saber más de comunidades donde los purépechas viven en todo su esplendor y que resultan de gran atractivo para los turistas.