El destino mortal de los enemigos de Putin, de Navalni a Prigozhin

El presidente ruso, Vladimir Putin, ha tenido a lo largo de estos últimos 24 años en el poder varios enemigos que a la postre fueron asesinados o murieron bajo extrañas circunstancias:

Un trabajo realizado por el equipo de EFE examina a fondo lo que pasa en la Rusia de Putin.

Navalni

El líder de la oposición rusa, Alexey Navalni, murió el viernes a los 47 años en la prisión ártica a la que había sido trasladado en diciembre.

Los servicios penitenciarios rusos informaron sobre una muerte repentina, mientras la familia del opositor, sus correligionarios y las cancillerías occidentales acusaron a Putin de ordenar su asesinato.

Navalni, abogado de profesión, labró su fama como bloguero al denunciar el enriquecimiento ilícito en la administración pública con vídeos como ‘El Palacio de Putin’ que tuvieron más de 100 millones de visualizaciones en YouTube.

Además, organizó en 2011 las mayores protestas antigubernamentales de la historia de Rusia al sacar a la calle a más de cien mil personas tras el fraude oficialista en las elecciones legislativas.

Navalni, que demostró su tirón electoral al quedar en segundo lugar en las elecciones a la Alcaldía de Moscú, fue envenenado en 2020 con el químico Novichok a manos del Servicio Federal de Seguridad (FSB) por encargo de Putin, según el opositor.

Pese a la amenaza de represión, regresó a Rusia al año siguiente, tras lo que fue inmediatamente apresado y condenado a varias penas que sumaban casi 30 años de prisión.

Su último desafío fue lanzar una campaña contra la reelección de Putin, quien nunca pronuncia su nombre y apellidos cuando alude al líder opositor en sus comparecencias públicas.

Prigozhin

El empresario Yevgueni Prigozhin murió en agosto de 2023 al estrellarse el avión privado en el que viajaba junto a sus principales colaboradores.

Prigozhin, oriundo de la antigua capital zarista como Putin, donde ostentaba un popular restaurante, hizo una fortuna al firmar suculentos contratos de distribución de comidas con el Ministerio de Defensa.

Incluso sería conocido como el ‘Chef de Putin’, ya que también realizaba actividades de restauración para la Administración presidencial y creó la famosa fábrica de trolls de San Petersburgo, a la que EU acusó de haber interferido en las elecciones presidenciales de 2016.

Al frente del grupo de mercenarios Wagner colaboró con varios gobiernos africanos y participó en la campaña militar rusa en Ucrania, en la que tras contratar a decenas de miles de presidiarios incluso conquistó la ciudad de Bájmut.

Entonces, comenzaron las tensiones con el Ministerio de Defensa, al que acusó de abandonar a su suerte a las unidades de Wagner al no proporcionarle la munición necesaria.

Su muerte tuvo lugar exactamente dos meses después de que Prigozhin protagonizara una rebelión armada en el sur del país, en la que llegó a tomar la ciudad de Rostov del Don y marchó hacia Moscú.

Aunque al principio le acusó de traición, Putin pareció perdonarle, ya que lo recibió días después en el Kremlin, tras lo que Prigozhin habría aceptado centrarse en las actividades de Wagner en África.

Cuando muchos le señalaban como el principal sospechoso de su muerte, Putin adujo que el avión de Prigozhin no fue derribado, desveló que en su interior se hallaron restos de granadas en los cuerpos de los ocupantes y sugirió que fueron ellos mismos los causantes de la tragedia al acusarles de consumir drogas y alcohol.

Nemtsov

El dirigente opositor Boris Nemtsov fue tiroteado en febrero de 2015 cuando paseaba con su novia por un puente frente a las murallas del Kremlin.

Poco después de que Putin llegara a Moscú tras trabajar en el Ayuntamiento de San Petersburgo, Nemtsov se convirtió en el delfín del primer presidente democráticamente elegido de Rusia, Boris Yeltsin, quien le nombró viceprimer ministro.

Contra todo pronóstico, Yeltsin optó por Putin como su sustituto cuando abandonó la Presidencia en 1999, lo que envió a Nemtsov a la oposición.

Después de unos años como diputado liberal en la Duma, Nemtsov comenzó a denunciar la falta de libertades democráticas y la corrupción en el Kremlin, y convocó protestas no autorizadas.

Detenido en varias ocasiones por desobediencia a la autoridad y condenado a arresto administrativo, Nemtsov denunció el mayor caso de corrupción en la historia de Rusia durante los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi (2014), cuyo presupuesto ascendió a 50.000 millones de dólares, cinco veces más del previsto.

Además, acusó al Kremlin de enviar tropas regulares al este de Ucrania para apoyar la sublevación prorrusa contra Kiev, algo que fue negado públicamente por Putin.

Su familia acusa al Kremlin no de apretar el gatillo, pero sí de crear las condiciones que llevaron al tiroteo del opositor a manos de un grupo de chechenes.

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