ALBERTO F. MENA MALLEN
Conforme vemos y observamos el deterioro del país por este gobierno de cuarta (Transformación), nos percatamos que ya queremos participar con nuestro voto en las próximas elecciones para decidir el futuro de México hacia una democracia, además de participativa, de realidades, donde se avance en el desarrollo personal y social de los mexicanos.
Es triste y preocupante pasar por muchas crisis cada vez que hay gobiernos que solo ven por sus intereses personales o de grupo y que solo busquen el poder por el poder y el cash para vivir mejor dejando a la deriva a millones de mexicanos para que se rasquen con sus propias uñas y a golpes de la vida.
Hoy, vivimos una crisis del agua, por ejemplo, donde millones de mexicanos tienen que sufrir debido a la falta de interés de los gobiernos por solucionar la escasez de este vital líquido para la vida misma, ya que cuando hay falta de lluvia y se reducen los suministros hacia la población, primero nos hace conscientes de que hay que cuidar este tesoro transparente y segundo, exigir a quienes nos gobernarán, que ahora sí se preparen planes y programas que eviten que falte el agua en las viviendas mexicanas.
Afortunadamente, la ciencia permite tener mecanismos que limpien las aguas residuales, o se desalinice el agua de mar, -entre otros-, como lo hacen los cruceros donde llevan a cabo este proceso para utilizar el agua tratada en sanitarios, duchas, lavado de ropa, entre otros usos o en las ciudades donde faltan sistema de recuperación de agua pluvial.
Pero no, el actual gobierno prefirió gastar grandes recursos públicos en obras faraónicas o suntuarias, en vez de usarlos en modernizar las redes de suministro del vital líquido, donde casi un 50% de este recurso disponible para las familias mexicanas, se pierde en fugas, o en emitir programas de prevención y cuidado del mismo para que la población lo cuide, ya que a futuro será una de las causas de guerra entre la misma población y entre naciones.
También, que se evite el abuso de las mismas autoridades hacia sus gobernados, ya que ahora, cuando se disminuyó el caudal hacia las casas por la falta de lluvias, las pipas hicieron su agosto con quienes requirieron de este servicio y peor aún, había vehículos (pipas) formadas en la madrugada en los tanques de almacenamiento, para cargarlas, para ofertar al mejor postor.
O, también, que se les exija a empresas consumidoras de grandes cantidades de este preciado líquido a construir infraestructura para ellos mismos, de reutilización de agua o para la comunidad donde están asentadas y se eviten los moches de las mismas con las autoridades para que tengan mayores beneficios para sus empresas.
Saber que aumentarán las tarifas del agua para el presente año, no es nada agradable, cuando hay carencias del líquido en muchas colonias o que las autoridades dotan del líquido a zonas donde gobierna su partido y se castiga a quienes no votaron por él, o de plano aplican tandeos para evitar más molestias de los usuarios y evitar que voten en su contra.
Todo lo que está sucediendo en el país, particularmente lo de la inseguridad, es un tema que hace ciudadanía, porque aprendimos que debemos tener autoridades que busquen que la población viva en paz y no en la guerra, tal y como sucede actualmente con las políticas morenistas de abrazos y no balazos, lo que ha permitido que la violencia se incremente en todo el territorio nacional.
Ello ha generado que la población deje de ir por carreteras a turistear, que deje de salir por las noches para evitar ser el elegido de los delincuentes para atracarlo, que se gaste en servicios de seguridad tecnológica como cámaras que permitan atender, en caso necesario una emergencia, porque a los delincuentes se les ocurrió entrar a tu casa o robarse el vehículo cuando llegas por las noches.
Mientras la violencia impera en muchas zonas del territorio nacional, el líder de campaña de su “corcholata”, asegura y reafirma que el país está pacífico, cuando será el primer sexenio donde las cifras de homicidios superan ya los 170 mil muertos; en los estados, sus mandatarios destacan que los asesinatos que se cometen se deben a la lucha entre bandas de narcotraficantes, pero no niegan la violencia.
Pero el macuspano se ha dedicado a desaparecer instituciones ciudadanas que fueron creadas a través de los años, ante la necesidad de que hubiera abusos de poder de los gobernantes y que de momento no se pueda hacer nada, más que esperar a que haya elecciones para cambiar el rumbo que se tiene en la actualidad a través del voto.
La “corcholata” del inquilino de Palacio Nacional ya ha señalado en varias ocasiones que ella, en caso de que gane la presidencia de la República, construirá un segundo piso de las actuales políticas aplicadas por YSQ, pero como aguantaremos los ciudadanos que se apliquen recortes a los presupuestos, mismos que en muchas ocasiones no se erogan, tal vez para canalizarlos a otras actividades como la electoral, mientras la población carece de muchos servicios indispensables para vivir en paz y con tranquilidad. La austeridad franciscana ya causó muchas muertes.
Se creó la Guardia Nacional, para lo cual se utilizó al personal de la extinta policía federal y una gran parte de elementos del ejército, además de que las contrataciones han sido mínimas, pero se descuidaron a las policías estatales y municipales, que ante las carencias que padecen, no ven más que una salida, extorsionar a automovilistas o a ciudadanos que cometieron algún ilícito o irse a las filas del narco.
Existen un sinfín de temas que nos han hecho reflexionar sobre la necesidad de que los mexicanos participemos en una forma más activa, debido al desinterés que tenemos todos, ante una cultura política de que todo lo deciden los “de arriba”, pero que se debe de acabar ya que existe un arma ciudadana: EL VOTO, que puede modificar el rumbo de una nación, como sucedió con los emitidos en 2018, pero que ante las mentiras que dijo el aún candidato que ocupa la primera magistratura del país, debemos de aplicársela ahora como gobierno.
Por eso, es importante que no haya excusas para, primero participar en la marcha del próximo 18 de febrero y posteriormente en ir a sufragar a favor de la hidalguense.
