La volatilidad de los costos de energía se convirtió en una característica dominante del mercado europeo, lo que hace que las industrias de la región, que necesitan confianza en los precios, estén más expuestas a los riesgos y a la crisis, señala ‘Bloomberg’.
A pesar de que la industria europea haya visto algunos signos de recuperación de la actividad, el consumo de gas sigue siendo históricamente bajo, puesto que «se espera que la recuperación económica de Europa tarde en llegar», aclara Bloomberg.
Por ejemplo, continua el medio, aunque la volatilidad implícita del gas holandés de referencia disminuyó desde principios de 2024, se mantiene muy por encima de los niveles anteriores a la crisis, ya que las oscilaciones de precios «se han hecho más frecuentes».
Con los contratos de verano boreal de 2024 cotizando más alto que los del invierno 2023-2024, un aumento sustancial del consumo industrial parece «aún lejano», considera.
En palabras de Martijn Rats desde Morgan Stanley, «resulta decepcionante el descenso de los precios y el hecho de que la demanda no se haya reanimado», pero «[el nivel de] la volatilidad es un factor muy importante».
Los principales consumidores —desde los fabricantes de acero hasta los de productos químicos— se muestran reacios a poner en marcha sus negocios a pleno rendimiento después de que la subida récord de los precios de la energía durante la crisis les llevara a frenar la producción, considera el medio.
Por último, concluye el portal, a medida que Europa se transforma en un centro internacional para el comercio de gas, la región se hará «aún más expuesta» a los riesgos del suministro, desde las consecuencias de la escalada de la violencia en Oriente Medio y ataques de los hutíes a barcos con combustibles hasta las interrupciones de la exportación de gas natural licuado desde Estados Unidos al Viejo Continente.
(Sputnik)