En el México de los Humedales y los  Manglares También se Sufre…

Los Dados de Dios

NIDIA MARIN

Y mientras desaparecen los humedales, los manglares, sufren… son como gemelos unidos por un cordón ecológico invisible. Están juntos, pero no revueltos, más comparten dichas y desdichas… 

Es el México de hoy, sin palabra de honor para la defensa de la naturaleza, como es el caso de las 764,486 hectáreas de estos ecosistemas localizadas en 70 municipios dentro de los 17 estados costeros de la República lo cual, explican los eruditos del tema, representa el 5% de la cobertura total mundial.

Y recordando una pequeña parte… Sí, como interpretaba Vicente Fernández la canción de Pepe Guízar, “Chapala”:

Redes / Redes que tienden los pescadores / En la laguna / Redes que en noche de Luna / Son como encajes / En la oscuridad (en el manglar) / Noches / Noches de Luna en Chapala / Canción de pescadores / Rubor de las olas que me hacen cantar…

“Chapala / Eres paisajes para las almas enamoradas / Enjambres de charalitos / Pescados hoy en la madrugada /

Chapala / Son tus canoas / Como un cortejo de fantasía / Cargadas de Mangos verdes y / De melones y de sandías

“Por Ocotlán sale el Sol / Por Tizapán sale la Luna / Y la marea va subiendo / Poco a poco en la laguna…”

El caso es que los humedales, casi los padres o los gemelos de los manglares, están en crisis. Son estos sitios donde se conjuntan el agua del mar, con las aguas “dulces” procedentes de ríos o de arroyos y forman un conjunto ecológico maravilloso.

Para México la preservación de los humedales ha sido todo un problema que, si bien ha sido atendido en muchos sitios por los especialistas, hay lugares donde la palabra procedente de Palacio Nacional es la que hace trizas la defensa ecológica, como es el caso de Tabasco, donde debido a la refinería de Dos Bocas derribaron varias hectáreas de mangle.

Dicha entidad, hoy está integrada a los estados con mayor presión en ecosistemas de manglar como Nayarit, Quintana Roo, Campeche, Sinaloa y Veracruz.

En cambio, Chiapas, Baja California Sur y Sonora habían estado en la recuperación de estos ecosistemas. Hoy con la criminalidad en marcha, no se sabe.

Las autoridades en esa materia han señalado que recientes estudios (2020) arrojaron la recuperación de una superficie de 905,086 hectáreas de manglares en México.

Es importante para nuestro país y su clima ya que, aseguran, después de Reino Unido que cuenta con 170 humedales (como dijimos hermanos de los manglares), México ocupa el segundo sitio con 142 “designados como Sitios Ramsar en una superficie de 8,643,579 has. Del total de humedales, 59 coinciden con zonas de manglar.”, precisan.

Y desde luego, en ellos se encuentran peces y reptiles, como cocodrilos y caimanes, anfibios, como las ranas, diversos insectos y en ocasiones también hay pumas.

De ahí que sea doloroso el cálculo de los expertos acerca de que México pierde en promedio anual 10,000 hectáreas de humedales.

EJEMPLOS Y…

POEMAS

Sobran ejemplos de estos lugares en nuestro país: Laguna de Chapala, Jalisco; Lago de Pátzcuaro, Michoacán; manglares y humedales de Tuxpan, Veracruz; Yum Balam, Parque Nacional Isla Contoy, Nichupté,  X’cacel y X’cacelito en Quintana Roo; Barra de Teconampa y Boca de Pantla, en Guerrero y en fin…

Y como dijeran los poetas… (ecuatorianos), en honor y en protesta:

“Los pececitos dorados / cansados ya de nadar / van en flota a su camita / para en ella dormitar. 

“En acuática asamblea, / los habitantes del mar / a ese lugar tan precioso / lo bautizaron de manglar.”

Pero también…

“Han ensuciado mis aguas, / Asesinaron mis peces, / no estoy bueno para el hombre, / tampoco para las mieses.

“Me han puesto así tan enfermo, / los desechos industriales / echados por los que sueñan / sólo tener más caudales.”

Pero los expertos en México y en el mundo no se cansan de señalar sobre los manglares: 

Las cuatro especies de mangle que tiene nuestro país son: mangle rojo (Rhizophora mangle), mangle blanco (Laguncularia racemosa), mangle prieto (Avicennia germinans) y mangle botoncillo (Conocarpus erectus).

“Dos especies más (Avicennia bicolor y Rhizophora harrisonii) se encuentran únicamente en Chiapas y Oaxaca, pero sus poblaciones son muy reducidas”.

Tal vez a muchas personas no les dé igual, pero para los ciudadanos locales son importantes ya que, aseguran los especialistas, tradicionalmente han obtenido de esos sitios, alimentos, medicinas, madera, leña y carbón.

Lamentablemente en nuestro país desde 1900 hasta 2019 ya se habían perdido 62% de los humedales y, como consecuencia, buena parte de los manglares.

Actualmente la cifra de humedales es de 1,331, de los cuales 142, aseguran, son considerados de importancia internacional.

Los estados con mayor superficie de humedales, de acuerdo al gobierno federal, son: Campeche, con 26 por ciento; Tabasco, 16 por ciento; y Chiapas y Veracruz, con nueve por ciento cada uno.

Sin embargo, los que continúan en gran riesgo son los del norte de la República.

Su vulnerabilidad radica (precisan los estudiosos) en que abarcan lagos y ríos, acuíferos subterráneos, pantanos y marismas, pastizales húmedos, tuberas, oasis, estuarios deltas, manglares y zonas costeras como arrecifes coralinos, e incluye a sitios artificiales como estanques piscícolas, arrozales y salinas, por lo que son sitios fundamentales para la preservación de la biodiversidad.

De acuerdo con la “Evaluación cuantitativa de la pérdida de humedales en México”, realizada por Patricia Moreno Casasola (del Instituto de Ecología del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología), estima que más de la mitad de los estados que actualmente tienen humedales los han perdido. Los más afectados son Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Baja California, Sonora y Tabasco. Debido al tamaño de estos ecosistemas, se calcula que nuestro país ha perdido 62.1 por ciento.

En numerosas regiones de México, desde los Pantanos de Centla, en Tabasco; Cuatro Ciénagas, en Coahuila; Ría Lagartos, en Yucatán; Marismas Nacionales, en Nayarit; hasta Xochimilco y Tláhuac en la ciudad de México, estos sitios han sido testigo a lo largo de los tiempos de cómo nuestros antepasados sobrevivieron a las catástrofes naturales.

Por cierto, la función de los humedales es indispensable para el equilibrio eterno de los mantos acuíferos que regulan el flujo de ríos, reducen la fuerza de las tormentas y estabilizan la erosión de la línea costera. México cuenta con 142 sitios designados como Humedales de Importancia Internacional (sitios Ramsar), con una superficie de 8,657,057 hectáreas.

Es posible identificar 6 tipos principales de humedales, según el Centro Regional Ramsar: 

Marinos, son lo que están situados en las costas; Estuarinos: ubicados donde los ríos desembocan en el mar, por ejemplo, manglares, deltas y marismas de mareas, cuya salinidad es media; Lacustres: evidentemente, conectados con lagos; Palustres, de aspecto pantanoso, como las marismas y las ciénagas; Ribereños: situados a los lados de ríos y arroyos; y Artificiales: creados por el hombre con un propósito específico, por ejemplo, como embalses, como criaderos de especies acuáticas comerciales, entre otros.

En el marco del Día Mundial de los Humedales, que se celebrará el próximo viernes 2 de Febrero (el Día mundial de los Manglares es el 26 de Julio), se considera “…a manera de conmemoración, investigar e informarse sobre el papel que tienen hoy estos ecosistemas en nuestra vida cotidiana, pues en México muchas comunidades campesinas dependen cultural y económicamente de la sobrevivencia y la salud de los humedales y, desde luego, una enorme variedad de productos que consumimos cotidianamente tienen su origen en estos lugares”.

El remate es pues…

“Chapala / Rinconcito de amor / Donde las almas / Pueden hablarse / De tu con Dios

“La Luna ya se ocultó / Y se durmió / La laguna”.

 

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