Sectores de la extrema derecha de Israel reclaman al gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu que las Fuerzas Armadas del Estado hebreo expulsen definitivamente a los palestinos de la Franja de Gaza y vuelvan a ocupar y construir asentamientos judíos en el territorio costero.
Estos sectores celebraron la noche del 28 de enero una reunión multitudinaria en un auditorio de Jerusalén bajo el lema de «Los Asentamientos Traen Seguridad», en la que participaron cientos de colonos judíos que residen actualmente en asentamientos en Cisjordania y ministros del actual gobierno de Netanyahu, entre ellos el ministro de Seguridad Itamar Ben-Gvir, y el de economía, Bezabel Smotrich.
Según una crónica del evento publicada por el diario estadounidense The Wall Street Journal, el rabino que presidió la ceremonia, Eitan Cahn, comentó su visión para el futuro de Gaza: una ciudad verde de alta tecnología que atraiga tanto a residentes judíos como a turistas extranjeros. Se llamaría «Nueva Gaza» y los palestinos no serían bienvenidos.
«La única manera de tener paz es que los árabes no estén allí», dijo el rabino de 49 años durante el acto.
De acuerdo con el rotativo, los organizadores del evento en Jerusalén presentaron mapas con planes de nuevos asentamientos israelíes en Gaza. «La multitud se puso a bailar al son de canciones patrióticas, mientras se proyectaban imágenes de soldados israelíes en Gaza blandiendo carteles que decían que habían vuelto a la franja para siempre. Los participantes afirmaron que se animaría a los palestinos a abandonar el enclave», afirmó el diario.
En el acto a favor de los asentamientos, el ministro de Seguridad, Ben-Gvir, se sumó al baile y retó a Netanyahu a tomar «decisiones valientes» sobre el futuro de la Franja.
Preguntado por su opinión sobre el acto del domingo para promover el reasentamiento en Gaza, Netanyahu dijo que sería una decisión política que su gobierno aún tenía que tomar. Varios políticos israelíes criticaron duramente la muestra pública de apoyo al reasentamiento en Gaza, informó el diario.
Yair Lapid, principal político de la oposición israelí, calificó la conferencia de «dañina» y «una vergüenza para Netanyahu».
Israel retiró unilateralmente sus asentamientos de Gaza en 2005, en parte porque se consideraban un lastre para la seguridad y como forma de impulsar las negociaciones de paz con los palestinos. La medida se consideró un duro golpe para el movimiento ultraderechista de colonos, que desde entonces ha prometido reconstruirlos algún día.
Hamás tomó el poder en la franja dos años después y ha gobernado el enclave desde entonces. Israel está decidido a erradicar a Hamás de la franja en respuesta a los atentados del 7 de octubre en el sur de Israel, en los que murieron unas 1.200 personas y unas 240 fueron secuestradas, según las autoridades israelíes.
En un apasionado discurso pronunciado el domingo por la noche, Ben-Gvir arremetió contra la decisión de evacuar los asentamientos de Gaza. «Si queremos asegurarnos de que no haya otro 7 de octubre, tenemos que volver a casa y controlar la tierra», comentó.
Dror Etkes, investigador de Kerem Navot, organización de la sociedad civil que hace un seguimiento de los asentamientos en Cisjordania, afirmó a The Wall Street Journal que los grupos de colonos deben tomarse «muy en serio», teniendo en cuenta su historial en Cisjordania y su elevada representación en el gobierno.
Ideas extremistas como la de expulsar por la fuerza a los palestinos de Gaza «están más arraigadas que nunca en la sociedad israelí», afirmó Etkes, explicando que la masacre del 7 de octubre dio a este tipo de pensamiento un «serio impulso».(Sputnik)