*El Plan con Maña Para Godoy, Tiro muy Largo que Perdió Morena
*El Cálculo de Perder-Perder fue Implementado en el Caso de Doña Ernestina
*Los Agravios de su Parte al Final de Cuentas le Cobraron la Factura
*También su Cercanía con Sheinbaum y Brugada, Además del Escándalo con el Fiscal Gertz
*El Tiro de Gracia fue de Guillermo Sheridan al Exhibirla Como Plagiaria de su Tesis
*Reconocimiento a los Diputados de Oposición que Aguantaron Presiones y se Sostuvieron
ALEJANDRO ZAPATA PEROGORDO
El proceso de ratificación de Ernestina Godoy como Fiscal de la Ciudad de México, para ocupar el cargo por otros cuatro años, impulsado por los Diputados de Morena en la Asamblea Legislativa, fue un cálculo de perder-perder.
Aún, cuando desde mayo del 2023 aprobaron la denominada Ley Godoy, que permitía la continuidad de la exfiscal a través de un mecanismo de propuesta única, lo cierto, es que no contaban con la mayoría calificada requerida y, de eso, estaban ciertos.
A sabiendas que era un tiro muy largo, se la jugaron, seguramente hicieron cuentas alegres y cálculos imaginarios, con escenarios ilusos, pensando que doblarían a algunos legisladores de oposición para alcanzar los cuarenta y cuatro votos requeridos, solamente obtuvieron cuarenta y uno.
La oposición previamente había advertido a la bancada morenista que votaría en contra de la ratificación y, a pesar de ello, estos últimos insistieron en mantener una propuesta inviable, que solamente sirvió para ahondar aún más el clima de confrontación y descalificación política.
Era evidente tanto por el perfil de Ernestina Godoy, en su calidad de fundadora y pertenencia al Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), como por los agravios que durante su gestión al frente de la Fiscalía de la Ciudad de México, había ocasionado, que le iban a cobrar la factura.
Su cercanía con Claudia Sheinbaum y Clara Brugada, ambas candidatas de Morena, a la par de su actuar como Fiscal, donde tuvo participaciones por consigna que terminaron en el escandalo público como el caso del Fiscal Gertz con su familia política o, bien, prohijando la impunidad derivada de los trágicos acontecimientos de las líneas del metro.
Su desempeño no fue imparcial ni objetivo, en buena medida utilizó el cargo para la persecución política, el espionaje a los adversarios, la intimidación y la amenaza en contra de los opositores, su comportamiento fue sectario al responder al grupo en el poder más no a la procuración de justicia.
El tiro de gracia se lo dio el escritor Guillermo Sheridan, al publicar un artículo donde la exhibe como plagiaria. En efecto, de manera contundente se hace notar como en su tesis para obtener el título de licenciada en Derecho, copia párrafos enteros de un trabajo previo elaborado por Mauricio Merino y otros autores, atribuyéndoselos a sí misma.
Si la intención de los morenistas era seguir con una propuesta impasable para posicionar el tema de que los opositores querían impunidad y, por tal motivo la rechazaban, les falló su estrategia, pues lo único que consiguieron fue exhibirla con su verdadero rostro, la sometieron a un innecesario desgaste público.
Ahora que deja el cargo, le darán un premio de consolación, ya sea un cargo público, alguna candidatura o bien, sumándola a las campañas políticas, lo cierto es que le deben facturas ante su lealtad al movimiento pues fue pieza clave al operar las consignas políticas durante su función como Fiscal.
También es digno de reconocer a todos los diputados de la oposición en la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México, que aguantaron las presiones y se sostuvieron en su postura.
