Frente a Lingotes de Oro y Obras de Arte  Solo en un Sitio: Museo Banco de México

*Sobresalen las obras Realizadas por 44 Artistas que Utilizaron Maculatura

*Los Fines de Semana Abundan los Visitantes, Aproximadamente 700

*El Edificio se Construyó Para la Mutua Aseguradora que Quebró al Estallido de la Revolución

*Ahí se Puede ver la Reproducción Digital de un Gran Vitral de Fermín Revueltas

*Existen Mostradores Interactivos Para quw Diseñes tu Propio Billete

*Hay 21 Piezas Numismáticas con Valor Histórico, Artístico, Social y Económico

*Delicia Visitar el Área de Refranes, y Leer los Dichos, Como: “Me Despelucaron” o “Bolo Padrino”

 

SUSANA VEGA LÓPEZ 

¿Te imaginas entrar a una gran bóveda de dinero con su enorme puerta que para cerrar o abrir deben hacerlo más de siete personas por el enorme peso? ¿Y qué tal tener frente a ti lingotes de oro; monedas de muchos tamaños, países, épocas y denominaciones; obras de arte y objetos decorativos realizados con maculatura de billetes mexicanos? Eso y más lo vives en el Museo Banco de México.

Desde que llegas a este emblemático lugar ubicado en pleno centro histórico de la Ciudad de México, frente a Palacio de Bellas Artes, asombra este edificio de estilo ecléctico con columnas jónicas, cornisas, arcos de medio punto construido a principios del siglo XX.

El interior realizado con arquitectura Art Decó con mármol blanco de Carrara, Italia; mármol negro con vetas doradas de Portoro, Italia, y mármol negro de Bélgica. Un estilo elegante, geométrico, con techos que incluyen relieves con figuras humanas, animales y alusiones al dinero, a la abundancia y al trabajo.

El acceso es totalmente gratuito, pero debes obtener tus boletos ya sea en taquilla o asegurarte y apartarlos vía digital en: museobancodemexico.mx; los lunes no abren y los horarios son de 11:00 a 17:00 horas. Si quieres ingresar a la bóveda deberás solicitarlo. También puedes pedir una visita guiada.

Al ingresar te revisan como si entraras a las salas de partida de un aeropuerto ya que pasas por un arco de seguridad no sin antes dejar en una bandeja tu bolso o mochila, quitarte el cinturón, monedas y cualquier metal que pudiera hacer sonar la alarma. Si se te ocurrió llevar mochila, la deberás dejar en los casilleros destinados. Puedes tomar fotos, pero sin flash.

Un joven que porta chaleco café y un gafete te da la bienvenida al museo y comenta que no te dará una visita guiada como tal pero si tienes alguna duda de la arquitectura, el vitral o la historia (por decir alguna pregunta), la puede despejar.

Atiende Alberto Ruiz, historiador, quien indica que el museo tiene dos salas: historia del dinero y; los objetivos del banco. 

“El mezzanine se usa para exposiciones temporales. Ahora tenemos la Exposición arquitectónica, para explicar la construcción de los edificios del banco y del otro lado está la exposición Ángulos y perspectivas, que son obras realizadas por 44 artistas que utilizaron maculatura (billetes triturados que estaban defectuosos o fueron sacados de circulación)”.

En la esquina, los sanitarios; abajo, las bóvedas; allá está la tienda y una exposición de arte… nada más hay que estar pendientes de la hora que dice en el boleto para el acceso a bóveda que se encuentra al pie de las escaleras y entrar a la proyección del video. Deberán bajar cinco minutos antes y visitar la otra parte de la colección de monedas; hay elevador y casilleros”.

A pregunta expresa de Misión Política, afirmó que llegan visitantes tanto nacionales como extranjeros; “los fines de semana se agotan los boletos, pero entre semana es más tranquilo. Nosotros registramos cerca de 200 personas a la semana y los fines más de 700; nos visitan estadunidenses, alemanes, franceses, asiáticos (chinos, coreanos, japoneses) por lo que algunos mediadores (así los nombran) saben inglés y otros idiomas para atenderlos.

Explica que el edificio comenzó a construirse a principios de 1900 para dar paso a La Mutua, una aseguradora de Estados Unidos que quebró cuando estalla la Revolución en 1910 y queda sin utilizar. Por decreto constitucional en 1917 se crea el Banco Central, y el uno de septiembre de 1925 abre sus puertas como Banco de México para preservar el valor de la moneda… “es hasta 2021 cuando se da acceso a este espacio para museo”.

VITRAL DE FERMÍN 

REVUELTAS

De frente, en un descanso de la escalinata central, la reproducción digital de un gran vitral de Fermín Revueltas que no es estático porque constantemente se ajusta; se regenera con un ambiente que de pronto es de día, luego llega la lluvia, después es de noche; una historia, una reinterpretación de  Marco Rountree que con sus esculturas refleja el espíritu arquitectónico del vitral al funcionar como dispositivos emisores de luces LED que permiten cambiar la paleta de colores.

El vitral se divide en tres: desarrollo agrícola, desarrollo industrial; y una alegoría a la abundancia y riqueza de México.

También hay mostradores interactivos para que diseñes tu propio billete. ¡Yo hice el mío!; decides la denominación (el mío fue de 700 pesos); el color (escogí rojo y amarillo); el sello de seguridad (ya sea banda, gota de agua, listón transparente…); el diseño (te muestran cuatro viñetas para escoger una); y ¡lo firmas! Fue divertido.

DINERO

Aquí te enteras que el dinero es cualquier bien o registro generalmente aceptado para intercambiar bienes y servicios, ahorrar y pagar deudas; que cumple con tres funciones: medio de cambio (para comprar y vender); unidad de cuenta (para expresar precios de bienes y servicios) y, resguardo de valor.

Así, te informan que el diamante, aunque es uno de los minerales más valiosos del mundo, no es dinero; que el cauri (especie de conchas de mar) se utilizó en Asia y África como dinero; que los vales, cupones o monederos electrónicos no son dinero ya que tienen caducidad y sólo se aceptan en algunos establecimientos; que las obras de arte, aunque valiosas, las personas le asignan diferente valor; que la pluma de quetzal, el ganado, la sal, el chocolate, el cigarro, el oro y la plata, así como algunos metales y piedras, fueron dinero.

COLECCIÓN

En el museo se encuentra una selección de 21 piezas numismáticas con valor histórico, artístico, social y económico en la historia de México y del mundo; conoces que las primeras monedas se acuñaron en Lidia (hoy Turquía) y en China; y que en México, en 1921, se acordó ordenar la impresión de nuevos billetes a la American Bank Note Company de Nueva York

Te informan que en octubre de 1927 se reinaugura el edificio del Banco de México, que en 1931 se retiran las monedas de oro; que en 1932 el Banco de México deja de funcionar como banco comercial y pasa a ser Banco Central; que en 1936 deja de ser el banco de bancos y prestamista y se fortalece como institución de regulación monetaria, que en 1969 se inaugura la fábrica de billetes del Banco de México (el primer billete impreso fue de 10 pesos).

JUEGOS, DICHOS 

Y REFRANES

Otra área que llama la atención es donde se dan algunos dichos y refranes populares que incluyen al dinero: “¡No vale pisar raya!, refiriéndose al juego de la rayuela que consiste en arrojar monedas a una línea o círculo dibujados en el piso; “Doña Blanca está cubierta de pilares de oro y plata” canción popular infantil que refiere a la moneda española a la que se conoce como “blanca”.

El grito de “bolo padrino”, que se escucha en los bautizos para que la madrina o el padrino avienten dinero durante la fiesta; “águila o sol”, en referencia a los lados de la moneda cuando se echan “volados”; me da mi “pilón”, obsequio que dan después de una compra; “me cayó el veinte”, en referencia a la moneda de 20 centavos que se utilizaba en los teléfonos públicos; “me despelucaron”, que hace alusión a las “peluconas” (nombre de las monedas virreinales de ocho escudos con la imagen de Felipe V y Fernando VI), dinero perdido en apuestas; “no traigo ni un quinto” expresión que informa que no lleva nada de dinero y alude a la moneda de cinco centavos; “no soy monedita de oro pa’ caerle bien a todos, refrán popular; “enseñó el cobre” pues su origen está en la falsificación de monedas de oro con monedas de cobre con baño de oro o plata.

Y para referirse al dinero se usa: “pachocha”, término que proviene de la deformación de Pachuca por parte de los comerciantes turcos ya que este nombre estaba impreso en las barras de plata como garantía de buena ley. De ahí la frase “tiene buena pachocha”; “morralla”, moneda de escaso valor; “marmaja” que se utiliza como sinónimo de dinero; varo o baro, nombre coloquial del dinero.

En verdad que resulta de gran interés y satisfacción la visita a este museo donde, además juegas y te diviertes. Y sí, creo, es mejor ir descubriendo este interesante lugar donde se conoce la historia del dinero; contemplas lingotes de oro; ves una proyección a lo largo y ancho de las paredes del cuarto; donde te enteras cómo se empezó a pagar. ¡Yo si vuelvo a visitarlo!

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