*Del Muro de Trump al de Andrés Manuel López
*La Guardia Nacional se Aposento en Tapachula
*La Estación Migratoria Siglo XXI es Insuficiente
*Morir en el Trayecto, Riesgo para los Migrantes
*Hay Crimen Organizado y Caídas de “La Bestia”
*En 2019, 700 mil Centroamericanos Cruzaron
ALBERTO ALAZÁN
Considerados como personas que abandonan sus países y sus raíces por la falta de oportunidades, los migrantes representaron un filón de oro para el actual gobierno que, en principio, anunció que serían recibidos con los brazos abiertos hasta que de Washington le llegó la orden al presidente mexicano: tienes que construir un muro en la frontera sur.
¡Imposible!
La política mexicana, desde el gobierno de Enrique Peña Nieto en relación con la edificación de un muro en la frontera norte y que pagarían los mexicanos, fue rechazar la “oferta”. Incluso, una respuesta severa del entonces habitante de lo que fuera la casa presidencial, Los Pinos, generó distanciamiento con Donald Trump: México no pagará un centavo y, mientras lo construya –el muro- en su territorio, nada tenemos que hablar.
El cambio se generó recién fue creada la Guardia Nacional cuya responsabilidad sería la de convertirse en la “policía del país” en virtud de la “corrupción” existente en las policías estatales y municipales. Sí, desde la Casa Blanca se exigió el muro pero “humano”.
De acuerdo con las palabras de Donald Trump, durante una reunión con el canciller Marcelo Ebrard, se abordó el tema y le solicitó 18 mil hombres en la frontera sur a lo que el mexicano respondió ¡imposible! Y por ello lo amenazó con imponer aranceles del 25% a todos los productos que México exportara a Estados Unidos.
“Nunca había visto a nadie que se doblara tan fácilmente… no me dio 18 mil soldados, me concedió 25 mil”, afirmó en entrevistas el exmandatario norteamericano.
A partir del 22 de febrero de 2019, legalmente nació la Guardia Nacional.
Meses después. El muro humano estaba en el Suchiate.
El doctor Yerko Castro Neira, académico del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la IBERO, señaló el 25 de enero de 2020, lo siguiente:
“México está pagando por el muro que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prometió en campaña. Así lo demostró el gobierno luego de que la Guardia Nacional (GN) detuviera el paso de personas migrantes que intentaron cruzar a Chiapas a través del río Suchiate”
El especialista en migración precisó que cientos de efectivos de la GN se concentraron en la frontera sur, con armas, drones, helicópteros, vigilancia aérea, centros de detención y una enorme cantidad de recursos puestos al servicio de la seguridad, entendida como criminalización y no con un enfoque de derechos humanos.
Sin embargo, añadió, existe poca ayuda humanitaria y recursos para atenderlos, poco personal de la Cruz Roja y de organizaciones de derechos humanos.
“De alguna forma, casi premonitoria, ese muro sí existe, está en la frontera sur y México lo está pagando con nuestros impuestos, por lo cual nos deberían consultar si estamos o no de acuerdo con la forma en la que se están destinando estos recursos”, explicó.
LOS BRAZOS ABIERTOS
Y OFERTA DE TRABAJO
Meses después de haber tomado posesión como Presidente de México, Andrés Manuel López decía: los migrantes serán recibidos con los brazos abiertos y para muchos de ellos hay trabajo.
Comenzaban las obras oropelescas del ciudadano presidente. Estaba en ciernes la refinería Dos Bocas, el Tren Maya y ya se hablaba del Corredor Transístmico.
Muchas voces se alzaron contra el anuncio y reclamaban los empleos para los mexicanos.
Mucho de lo declarado por el señor López quedó en el aire. Ciertamente los migrantes llegaban a México, cruzaban el país y se quedaban varados en la puerta norte de la República.
Los problemas para los migrantes comenzaban al cruzar la frontera entre Guatemala y México. El 29 de agosto de 2019, la Presidencia de la República emitió una tarjeta informativa: El Instituto Nacional de Migración (INM) informa que durante ocho días, personas extranjeras de África, Haití y de otras nacionalidades han impedido el funcionamiento normal de la Estación Migratoria Siglo XXI en Tapachula, Chiapas, donde se mantienen alojadas aproximadamente a 900 personas, entre ellos menores de edad.
“Las personas extranjeras, quienes han bloqueado el acceso principal de la Estación Migratoria Siglo XXI, sin permitir la entrada al personal del INM, han provocado que la atención se vea interrumpida al interior del lugar, en los servicios de alimentación, limpieza, atención médica y asistencia consular.
“Durante estos días, la Guardia Nacional y la Policía Federal, han auxiliado al INM para realizar sus labores en la Estación Migratoria y la Oficina de Representación del Instituto, al despejar la entrada de las instalaciones y permitir la salida de autobuses con los extranjeros que solicitaron el retorno asistido”.
El Centro Strauss dio a conocer que “Desde enero de 2019 hasta diciembre de 2019, aproximadamente 700,000 centroamericanos dejaron sus hogares y se dirigieron al norte”.
La mayoría no logró el propósito de vivir el sueño americano.
Fueron repatriados o se quedaron en México que, aunque ha negado sistemáticamente el hecho, se convirtió en uno de los llamados “tercer país”.
Otros migrantes, por lo general centroamericanos, fueron asesinados por los grupos criminales –San Fernando, en Tamaulipas, es el ejemplo más concreto- y otros murieron calcinados en la “estación migratoria” de Ciudad Juárez.
Aquellas promesas de recibirlos sin mayor trámite y darles oportunidad de transitar libremente por los caminos de México o montados en el lomo de La Bestia –el tren que llega a Mexicali, Tijuana, Laredo y Reynosa, entre otras poblaciones fronterizas-, quedaron en el pasado.
Hoy los migrantes son víctima de secuestros, asesinados, desaparecidos.
TEMA NO SUPERADO
México es el único camino que pueden tomar quienes buscan llegar a la frontera norte, salvo que viajen por mar.
El gobierno de México ha señalado que el problema de la migración se debe abordar con recursos económicos. Ha planteado que Estados Unidos invierta, de inicio, mil millones de dólares y poner en práctica algo parecido a la Alianza para el Progreso, que se efectuó durante el gobierno de John F. Kennedy, pero sus intentos han sido infructuosos.
Sin embargo, ha aportado recursos públicos –se desconoce la totalidad que ha donado y solo se sabe que a El Salvador le entregó 30 millones de dólares- y exportado dos programas que operan en México: Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro. Los resultados no han sido satisfactorios, porque mes a mes miles de centroamericanos, en menor cantidad sudamericanos, principalmente de Venezuela y del Caribe –haitianos por regla general- además de asiáticos, africanos y europeos.
El gobierno de México desvía la mirada hacia los migrantes que llegan de otros países y no la fija en el elevado número de connacionales que año con año viajan en busca de ingresar a Estados Unidos.
La mayoría logra cruzar la frontera de manera ilegal y por ello el número de deportaciones se ha incrementado.
La salida de mexicanos hacia Estados Unidos no se considera, por lo menos de parte del gobierno, producto de la falta de oportunidades.
Eso sí, se festina que los migrantes mexicanos, llamados los “héroes anónimos” hagan llegar remesas por 50 mil millones de dólares –en promedio-anualmente, cifra que supera y en mucho lo que antes se enviaba al país.
Solamente hay dos explicaciones para ello: 1.- La migración aumentó o las remesas se utilizan para “lavar dinero”, como han documentado especialistas financieros.
El tema migratorio, externo e interno, no ha sido resuelto.
