Colérico

Los números no le cuadran al ganso y eso no sólo le causa enojo sino preocupación porque con la caída de la corcholata o repunte de Xóchitl aumentan las voces que piden que antes de irse a La Chingada, se le enjuicie al terminar su administración.

Con ello también crece el riesgo de un plan siniestro que muchos intuimos y es que, ante la inminencia de una derrota electoral, el tlatoani declare fraude y se aferre al poder por aclamación popular o simplemente porque se le da la gana, respaldado desde luego por las fuerzas armadas y los cárteles criminales junto con sus empresas y “ejércitos” de asesinos, esos que ya contabilizan más de 175 mil muertes violentas o tienen desaparecidas a poco más de 47 mil personas, la mayoría jóvenes.

El caso es que ya son dos encuestadoras sin vínculos con Xóchitl Gálvez Ruiz ni con la corcholata presidencial quienes dan una diferencia de sólo 10 puntos entre ambas contendientes lo cual marca una tendencia alcista de la opositora y un estancamiento o descenso de la oficialista científica, clon de YSQ.

La misma expanista Tatiana Clouthier a quien el peje corrió de fea manera y sin ápice de vergüenza se sumó a la candidata presidencial, reconoce que la diferencia que llegó a ser de más de 20 puntos, se redujo a 10 y por lo tanto debían apretar a los aliados de Morena para que “se pongan a trabajar”. Parece que el mensaje llegó hasta el expresidiario dueño de Movimiento Ciudadano pues hasta el ridículo hace con tal de jalar atención.

Apenas el día dos se hizo pública otra encuesta de Masive Caller (pastel y barras) donde la exjefa de Gobierno suma el 43.7 de la preferencia electoral en tanto que la hidalguense alcanza 33.6 y señala que el 22.7 de los encuestados declaró no saber aún por quién votar, aunque una parte de ese segmento dice que ninguna de las dos contendientes le llama la atención.

Casi al mismo tiempo salió el dirigente de Morena para descalificar a los datos de México Elije porque según él, está ligado a la candidata opositora, cuestión que es cierta, pero lo que no dijo el sujeto fue que el director de la encuestadora pausó su trabajo con la empresa para dedicarse de lleno a la asesoría.

Total, que algo muy malo está pasando con los morenos dado el recrudecimiento, como ya se esperaba, de los ataques a periodistas y medios de comunicación por parte del mesías tropical quien no pierde oportunidad para amenazar en esta ocasión a los concesionarios de dos televisoras privadas a cuyos dueños advirtió que si no pueden poner en orden a sus comentaristas, atenerse a lo que viene.

Para el profeta cuatrotero poner en orden a comentaristas es que lo alaben o le pidan jugar partidas de dominó, cuando objetivamente lo que hacen los periodistas es simplemente retratar la realidad de un país donde los caprichos presidenciales cuestan muchos miles de millones de pesos.

También estaría bien desde el punto de vista del “cabecita blanca” que no se diera especio como ocurre en muchos medios a la candidata opositora quien poco a poco y a través de las redes se abre camino, expone sus verdades que muchas veces son tomadas en cuenta hasta por el caudillo que se ríe de los muertos.

Peor porque entre esos caprichos está el sostener proyectos inviables costosos y que serán una carga hasta en tanto se mantengan activos como en Tren Maya el AIFA o Dos Bocas, cuyos subsidios se irán incrementando año con año en vez de disminuir pues el mantenimiento de los mismos se encarecerá incluyendo sus nóminas.

Pero lo que más molesta al machuchón de Palacio es que le recuerden a los muertos derivados de su equivocada política de seguridad y de su inacción cómplice contra los grupos criminales para quienes en vez de buscar extinción exige respeto porque “son seres humanos”. Aquí el costo es muy elevado pues son millones de seres quienes están atrás de esas víctimas de la violencia, muchas de ellas inocentes donde se cuenta a niños y mujeres.

Le encoleriza que le recuerden sus graves fallas, su falta de empatía y cercanía con víctimas ya sea de masacres o de desaparecidos lo mismo que mujeres agredidas a quienes quitó los refugios, las estancias infantiles y escuelas de tiempo completo.

Monta en cólera porque en medios incluso modestos como el nuestro se le dice que su sexenio no sólo fue un fracaso sino pasos atrás de lo que él mismo marcó como metas. Se obnubila de enojo porque le dicen corrupto, protector de rateros y asesinos, de dar marcha en reversa, traicionar a sus seguidores y confrontar a los mexicanos. Peor si le dicen mentiroso contumaz, delincuente electoral y delincuente.