No es la primera vez qaue sujetos armados cometen este tipo de actos en la misma ruta.
Durante la noche del 30 de diciembre, un comando de sujetos armados detuvo la marcha de un autobús que se dirigía a la ciudad de Matamoros y obligó a descender a los 36 pasajeros que iban a bordo.
Los hechos, que la Vocería de Seguridad de Tamaulipas calificó como un “incidente”, ocurrieron en la autopista Matamoros – Reynosa poco después de las diez de la noche, según los reportes oficiales.
Preliminarmente, se informó que el autobús número 9570 de Grupo Senda salió de la ciudad de Reynosa y a medio camino fue interceptado por el grupo de posibles sicarios.
Las autoridades reconocieron que las 36 personas que viajaban en la unidad fueron obligadas a bajar de la misma mediante amenazas, pero no revelaron si habrían sido privadas de su libertad ni compartieron algún otro detalle sobre su paradero.
Quien realizó el reporte sobre los acontecimientos fue, según la narrativa oficial, el operador del autobús. Ante esto, elementos del Ejército Mexicano, la Guardia Nacional y la Guardia Estatal acudieron al lugar y escoltaron a la unidad hasta la central de Matamoros.
Versiones extraoficiales detallaron que sólo algunos de los viajeros del grupo lograron llegar a la terminal de la referida ciudad, pero esto no ha sido confirmado por ninguna corporación.
Migrantes señalan presuntos nexos entre empresas de viaje y cárteles
Este suceso trajo a la memoria el intento de secuestro que un grupo de migrantes sufrió a principios de diciembre de este mismo año también en Tamaulipas.
A través de su cuenta de TikTok, la usuaria identificada como Yeni Briceño contó que el 12 de diciembre, luego de abordar un vehículo de la línea Futura en Reynosa, un escuadrón de sicarios trató de llevársela a ella y al resto de personas de origen venezolano que viajaban ahí.
Según su testimonio, el personal de la empresa de transporte no les vendió boletos reales, sino papeletas que sólo estaban enumeradas para que pudieran abordar.
“Nos vendió un ticket que no era un ticket real, eran unos papelitos hechos a mano donde solamente decía un número […] Ellos nos entregaron a los cárteles porque nos interceptaron tres camionetas y el chofer abrió las puertas donde se montaron cinco hombres”, contó la mujer venezolana.
El intento de secuestro ocurrió aproximadamente cinco minutos después de que el vehículo saliera de la central de Reynosa, por lo que Yeni Briceño planteó la hipótesis de que la empresa —Futura— estaba coludida con los grupos criminales. “Están pichando a las personas para entregarlos a los cárteles, fue aquí como a cinco minutos de la terminal”, advirtió en su video.
Tanto ella como el resto de pasajeros pudieron regresar con bien a Reynosa debido a que rompieron los vidrios, se resistieron a la agresión de los supuestos sicarios y se negaron al rapto que pretendían ejecutar en su contra. La ruta de aquella unidad también tenía como destino la ciudad de Matamoros y fue necesaria una escolta policiaca para que el grupo pudiera llegar con bien.(Agencias)